Mi mente es mi prisión

Vivo prisionero de mis errores, de mis pensamientos, de mis culpas, de mi mente. Una 'condena a muerte' que desde hace meses solo deseo que se cumpla cuanto antes, pues esto no es vida. Mi mente es mi prisión. Debería estar paseando, disfrutando de la vida, pero en cambio solo deseo que esta pesadilla, en la que yo mismo me he metido, termine. Solo quiero no ser prisionero de mi mente. 

Y lo peor es que nadie, nadie, me puede ayudar, pues nadie tengo a mi lado. Siento un vacío. Me siento vacío, una y otra vez. Mi mente me condena, me castiga. Si al menos me "matara"; pero no, solo me provoca vergüenza y asco. Solo soy "curda", "un malévolo" y nadie, nadie me consolará diciendo que no me preocupe, que todo pasará, que el tiempo todo lo olvida; pues como he dicho, nadie está a mi lado, solo mi mente que me condena a una prisión y no me deja ser libre y gozar de la vida, de cada uno de los momentos del día. Por eso solo me queda llorar, una y otra vez, y no parar de preguntarme: ¿cómo he permitido que mi mente mandase de mi?, que me tenga prisionero, que me condene una y otra vez. Y lo peor es que me recuerde continuamente que ella es mi prisión, mi condena, mi 'muerte' como ser humano.