INFORME MUNICIPAL

Un tercio de los trabajadores de Barcelona es como mucho mileurista

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Patricia Castán / Barcelona

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Pocos jóvenes por debajo de los 30 años deben vivir en la Barcelona del 2017 sin echar mano continuamente de una calculadora. Las últimas cifras sobre la vivienda en la ciudad cobran dimensiones aún más temibles a la vista de que el 64,7% de este tramo de población ingresa menos de mil euros netos al mes. Un informe municipal destaca también que una tercera parte de todos los trabajadores que residen en la capital catalana son mileuristas. El sueldo medio se establece en 28.861 euros brutos anuales, aunque más de la mitad de los empleados ganaron menos de 22.676 euros (la mediana), pese a vivir en una de las ciudades más caras de España.

Si se quiere ver la botella medio llena, uno puede aferrarse a que Barcelona está entre las que tienen las nóminas medias más altas de España, por detrás de Madrid. Sin embargo, también está a la cabeza en precios de alquiler de vivienda, de modo que en teoría el sueldo da para poco a quienes viven en una urbe en pleno auge de popularidad internacional. En "términos reales" los salarios medios han disminuido un 6,5% en cinco años. Cabe destacar que el trabajo asalariado de los residentes representa el 60% de las rentas de los barceloneses.

El inédito estudio del Gabinete Técnico de Programación del ayuntamiento ha analizado datos del 2010 al 2015 (los últimos disponibles), en base a la Muestra Continua de Vidas Laborales (con datos de la Seguridad Social, de la Agencia Tributaria y del Padrón). Profundiza pues en la recta final de la crisis y el inicio de la recuperación económica, aunque esta se deja sentir poco en los salarios. De hecho, según algunos expertos, la disparidad entre el coste de vida y los ingresos oficiales solo se entiende en el marco de la economía sumergida y la enorme cantidad de profesionales que no facturan parte de sus servicios. En Barcelona, más del 80% de los trabajadores residentes cobran menos de 40.000 euros brutos.

Llegar a fin de mes

Contar con una tercera parte de la población asalariada remunerada con menos de mil euros netos (con un bruto de 14.000 a 16.800 euros, según las circunstancias personales del empleado) supone que muchas familias tengan dificultades para llegar a final de mes. Pero sumar tantos jóvenes (y treintañeros) con sueldos bajos implica que la edad de la emancipación se dilate o se desvirtúe: para dejar el hogar paterno son muchos los treintañeros que si no tienen pareja se ven obligados a compartir piso, como eternos estudiantes. Y aun así la calculadora echa humo, visto que según un reciente informe de idealista.com la capital catalana es la que tiene las habitaciones de alquiler (a 426 euros al mes de media) más caras, como informó este diario el pasado mes, mientras que solo un 5% de los anuncios de pisos en alquiler están ahora por debajo de 800 euros.

El gráfico de la distribución de rentas está presidido por una gran concentración de sueldos por debajo del promedio (y de la mediana, que se sitúa en la posición central de una serie ordenada de menos a más) y muchos menos por encima. En concreto, un 19,5% de la población cobra más de 40.000 euros brutos anuales, de los cuales un 12,1% se mueven en la franja de 40.000 a 60.000 brutos, otro 4% ganan entre esta última suma y 80.000 euros, y un 3,4% superan este último tramo.

La crisis no ha hecho mella por igual en todos los grupos, sino que se ha cebado en los salarios más bajos especialmente, de modo que la dispersión entre los que ganan menos y más ha aumentado un 4,8% en los cinco años estudiados.

Cuestión de edad

Si se analizan los salarios por edades, no es de extrañar que en la franja hasta 30 años no existan apenas sueldos por encima de los 40.000 euros anuales. Los ingresos se engordan por cada grupo de edad, y alcanzan los máximos por encima de los 40 años, asociados a mayor cualificación, experiencia y antigüedad. El director técnico del gabinete, Ramon Canal, destaca el aumento de la "brecha intergeneracional", ya que -propulsada por la crisis y las reformas laborales del 2010 y el 2012- la incorporación al mercado laboral va de la mano de contratos temporales y precarios. Además muchos puestos de trabajo de profesionales con contratos indefinidos y salarios altos han sido remplazados por mano de obra peor retribuida, sobre todo en los sectores de la industria y financiero.

Las diferencias entre géneros se suavizan pero muy ligeramente: ellos cobran un 22% más -antes era un 24,6% más-, pero este acercamiento obedece a que muchos hombres han visto empeoradas sus condiciones laborales, ha detallado Canal.

El ayuntamiento promueve el salario mínimo de 1.000 euros

Para predicar con el ejemplo, Barcelona Activa ha adjudicado las primeras dos licitaciones que incorporan <strong>criterios de eficiencia social para un empleo de calidad y no discriminatorio</strong>, con lo que se garantiza que las empresas adjudicatarias paguen un <strong>salario superior a 1.000 euros</strong>. Canal afirma que también está abordando el tema con los agentes sociales porque cobrar menos de ese montante no solo perjudica al trabajador, sino "a la economía en general". Actualmente, en Madrid hay más desigualdad salarial que en Barcelona, mientras la capital catalana está en una zona intermedia de desigualdades.