Ana Obregón recuerda a su hijo Aless con una desgarradora carta: "Te echo de menos insoportablemente"

La vida de Ana Obregón ha cambiado por completo desde hace poco más de dos semanas, cuando su hijo Aless Lequio fallecía a los 27 años tras dos largos años luchando contra el cáncer. La actriz ha estado a su lado desde el primer minuto para acompañarle en todo este proceso, primero en Estados Unidos y luego ya en España, con una última estancia en un hospital de Barcelona. Alessandro Lequio también lo dejó todo para estar junto a él.

Tras el fatal desenlace, Ana Obregón escribió un primer mensaje de despedida y abandonó la ciudad condal para volver a Madrid y despedir a su hijo en el tanatorio. Desde entonces, se ha refugiado en su casa de La Moraleja en compañía de su familia. Ahora, la presentadora ha reunido las fuerzas suficientes para poder manifestarse en su perfil de Instagram por primera vez de manera extensa y escribir una carta tan emotiva y conmovedora como desgarradora, con la que ha querido rendirle homenaje.

En el texto, da las gracias en primer lugar a todos sus seguidores por el apoyo recibido durante todo el proceso que ha durado la enfermedad de Aless, ha recordado tiernos momentos de la vida del joven, como sus primeras palabras, y ha reflexionado sobre la vida futura que le espera, con palabras muy duras palabras que definen perfectamente cómo se siente.

"Le pedimos a Dios que te curara y no nos hizo ni caso. Ahora solamente le pido que pueda volver a abrazarte muy pronto porque te echo de menos insoportablemente", escribe en la parte final de su texto. "Eras/eres mi vida y ahora ya no hay nada. Perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir". Reproducimos la carta de Ana Obregón de manera íntegra.

"Mi querido hijo, sé que nunca te ha gustado que hable de ti públicamente, perdóname, me lo pide el corazón y ahora que tengo un poquito de fuerzas 

Tus primeras palabras fueron 'yo solito' antes que papá y mamá. Y tú solito has querido vivir una vida discreta

Hasta que un día apareció la palabra cáncer en nuestras vidas. Has luchado valientemente dos años contra esa maldita enfermedad con una sonrisa, colaborando con fundaciones, ayudando y animando con tu sentido del humor a todos los que también la padecían. Hasta que un día apareció la palabra cáncer en nuestras vidas.

Te convertiste en su ejemplo. Demasiado noble, generoso, solidario, único y grande para caber en este mundo. Mi guerrero de la eterna sonrisa a pesar de los dolores, meses de hospitalización y sufrimiento. Para mí ha sido un honor estar a tu lado de la mano en esta batalla sin descanso, pero también viéndote sufrir sin una queja ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar. 

Tu viaje ha roto el corazón de toda España porque en vida has brillado TÚ SOLITO como decías de pequeño. Ahora brillas en la eternidad iluminándonos para siempre. Sé que desde ahí arriba quieres agradecer tantos miles de mensajes de amor y admiración inesperados para ti pero que te ayudarán a tu largo viaje. ¿Qué puedo decirte hijo? Que eras /eres mi vida y ahora ya no hay nada. Que perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir. 

Y tú querías vivir, casarte algún día y tener 5 hijos. Muchas noches en el hospital pedimos juntos a Dios que te curara y no nos hizo ni caso. Ahora solamente le pido que pueda volver a abrazarte muy pronto porque te echo insoportablemente de menos. Mi Aless, ha sido y es un verdadero privilegio ser tu madre. Te quiero desde siempre y para siempre. Eternamente. Mamá".