Financiación

Olvídate de pedir una hipoteca con esta edad

Caída sin freno en la firma de hipotecas en nuestro país

Caída sin freno en la firma de hipotecas en nuestro país / Ferran Nadeu

Alexandra Costa

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Pedir una hipoteca para costearnos un hogar se ha convertido en el pan nuestro de cada día. Para los jóvenes, sobre todo. Pero los préstamos hipotecarios no están regidos con la edad, más ahora que los precios están desbocados y el mercado inmobiliario se ceban en las grandes ciudades y lugares turísticos. Pedir una hipoteca va de años, pero no solo respecto a los que te vas a endeudar. Los bancos también tienen en cuenta la edad de los clientes y hay un límite para pedir una financiación. ¿Lo sabías?

Que la banca siempre gana no solo es un dicho, es un hecho. Las entidades bancarias quieren su dinero y se lo cobran con intereses. Pero, ¿qué pasa si tienes 55 años y quieres firmar una hipoteca a 25 años?

El resultado de una suma es fundamental

Te plantarías con 80 años, en el mejor de los casos disfrutando de tu jubilación y en el peor, quejándote de algún mal. Lo que para ti es un derecho, los bancos ponen limitaciones. La edad es una de ellas, a no ser que tengas el dinero a tocateja. Si es así, enhorabuena. De lo contrario, sigue leyendo.

Los bancos hacen una suma que va a misa a la hora de conceder los préstamos: toman tu edad y se la suman al plazo de la hipoteca. El resultado no puede ser superior a los 75 años. Es decir, si tienes 50 años, tendrás 25 años para devolver tu hipoteca. Si tienes 65 años, solo tendrás 10 años para pagarla. Si estás en este segundo grupo de población, ¿puedes permitírtelo?

Dos titulares y un seguro de vida

La ley no establece una regla general para este proceder y cada banco tiene sus propios criterios, pero recuerda que su principal fin es asegurarse de que le vas a devolver el dinero prestado. Por eso, los expertos recomiendan acudir a varias entidades y averiguar cuál ofrece las mejores condiciones para cada caso.

La edad es un problema

Si la edad es un problema, hay una alternativa para alargar la duración de la financiación. Pasa por añadir a una segunda persona como titular, y además que sea más joven. Si tú no puedes liquidar la deuda, lo hará ella. Para acabar de asegurarse de que les devuelvas el dinero, por en medio también se puede exigir un seguro de vida.

La duración del préstamo también merece un capítulo aparte. Tampoco hay una ley que lo limite, pero el Banco de España se ha posicionado al respecto y recomienda que el plazo máximo sea de 30 años. De esta manera, esta sugerencia fijaría la edad máxima para solicitar una hipoteca individualmente en los 45 años.