Peces muertos en el río Besòs, a la altura de Santa Coloma de Gramenet

FOTO Y VÍDEO: ELISENDA PONS

El incendio que se produjo el miércoles en la planta de reciclaje de disolventes y residuos industriales de la empresa Ditecsa, en Montornès del Vallès, ha generado «un desastre ecológico», con unas consecuencias ambientales «terribles», en palabras de la alcaldesa Ada Colau. Más allá de la humareda y de la contaminación del aire, que generó la activación del Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico de Catalunya, la tragedia se ceba ahora en el río Besòs, a lo largo de unos 15 kilómetros, desde Montornès hasta su desembocadura. En este tramo, la Agència Catalana del Agua (ACA) ha cerrado el parque fluvial y recomienda no extraer agua directamente del curso del río aunque, por otro lado, el Consorci BesòsTordera especifica que, aun siendo cercana al lugar del accidente, la depuradora ha funcionado correctamente. El desastre ecológico se concentra ahora no solo en la calidad del agua, puesto que el río «está lleno de disolventes», como denuncia la alcaldesa de Montcada i Reixach, sino también en el impacto en la fauna piscícola.