Mensaje de los profesores de la escuela La Mercè de Tortosa a sus alumnos

periodico

El martes que sigue al lunes santo suele ser un día especial en las escuelas. No han sido tres meses como en verano, pero despegarse de los amigos siempre deja ese poso efervescente que desborda cuando se produce el reencuentro. A primera hora, todavía con legañas en los ojos, pero sobre todo en el patio de la mañana. Muchas cosas que contarse. Esta época de deshumanización les ha arrebatado esa liturgia de la amistad. Y las aulas, y el arenal, y la pista de atletismo, y el gimnasio, y los profesores. Arranca el tercer trimestre, desde la distancia, con el reto de mantener el ánimo y de no dejarse a nadie por el camino. Sobre todo en los centros con perfiles más vulnerables, como el colegio La Mercè de Tortosa y el Marià Fortuny de Reus. Son escuelas consideradas de alta complejidad, donde más se requiere un alto compromiso.