Hallado el cadáver de Laura Luelmo, semidesnudo y cubierto de ramas

Julián Pérez / EFE (ATLAS VÍDEO)

Seguiremos caminando por ti. Descansa en paz, hermana… Y te lo digo a ti, que ya no estás. A ti, que has recibido tantos mensajes que ya no podrás leer. La rabia no sabe de pronombres personales. Por eso, tan pronto se supo que habían encontrado tu cuerpo, el perfil de Twitter que tenía tu rostro y tu nombre, Laura Luelmo, se pobló de mensajes como las dos primeras líneas de este artículo. Gritos, lamentos, susurros de tantas mujeres que ya no podían con su pena, aunque fuera una pena lejana, por una mujer desconocida. Ellas sabían que solo el azar, esta vez, no las había puesto en la lista de las víctimas. Tú también lo sabías. Por eso tu última publicación es una ilustración tuya del 8-M. También por eso, habías compartido la frase que lo resume todo: “Te enseñan a no ir sola por sitios oscuros en vez de enseñar a los monstruos a no serlo, ESE es el problema”. Lo peor es que los monstruos también habitan el mundo de luz. En las calles que pisamos, tras las ventanas que vemos, en ese campo que no fue capaz de protegerte.