Trias se erige como el líder del "cambio" en Barcelona

La lógica negativa de los republicanos de secundar el martirologio de Laura Borràs no debería ser noticia. Menos aún la de la CUP, que juega en otra liga. Pero ayer los medios anduvieron con esa matraca sin cesar. Sin más. Como si fuera un notición que los republicanos no vayan a la comitiva de Borràs, luego de haber votado a favor de su suspensión junto al resto del Parlament. Y de admitir que se trata simple y llanamente de un presunto caso de mala praxis.