Artículo de Sergi Sol

¿Trias se esconderá de Borràs?

Al candidato de Junts le va a ir bien en la medida que no se deje arrastrar por el ruido del 'nosurrender' y mantenga su propio perfil. Incluso ahuyentando las siglas

Trias se erige como el líder del "cambio" en Barcelona

Sergi Sol

Sergi Sol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La lógica negativa de los republicanos de secundar el martirologio de Laura Borràs no debería ser noticia. Menos aún la de la CUP, que juega en otra liga. Pero ayer los medios anduvieron con esa matraca sin cesar. Sin más. Como si fuera un notición que los republicanos no vayan a la comitiva de Borràs, luego de haber votado a favor de su suspensión junto al resto del Parlament. Y de admitir que se trata simple y llanamente de un presunto caso de mala praxis

¿La noticia, hoy, no debería ser qué hará el candidato Trias, el mismo que esconde las siglas de Junts y que ha salido al rescate repescando a todo cuanto militante de CDC se precie? Incluso se planteó incorporar a Joana Ortega. Esto es, UDC. O lo que es lo mismo, CiU. Tiene guasa que a la hora de la verdad, para levantar el ánimo y no seguir cavando, el 'nosurrender' se refugie al completo tras la simpatía y el pragmatismo de Trias. El único que se atreve a reivindicar sin complejos el legado convergente. Y que no se ha cortado un ápice dando el pasaporte a los Cuevillas y compañía, que nos recuerda que ‘solo los partidos con problemas hacen primarias’, que romper el Govern de coalición en la Generalitat era un error, que no está para ‘ximpleries’ en clara alusión a las proclamas patrióticas incendiarias de tantos otros. Y otras.

En cambio, su número 2 va a ser Neus Munté, que lleva cuatros años trabajando sin rechistar en el Gobierno de Núria Marín. Abnegadamente. Lealmente. Nada que ver con las díscolas gentes de Podemos en el Gobierno de Pedro Sánchez, que no dudan en alzar la voz si es menester. ¿El idilio de la Diputación tendrá continuidad en Barcelona, capital de Catalunya?

Xavier Trias ya se borró de la protesta en la calle contra la cumbre hispanolusa. No casaba con su voluntad de proyectar moderación y sensatez. La misma en que seguidores de Puigdemont increparon con todo tipo de insultos a Oriol Junqueras. Y no era la primera vez. Ni mucho menos. Los insultos en ese mundo se suceden con normalidad. De los que tampoco se libró Carme Forcadell. 

¿La pregunta -y, por supuesto, el interés informativo- no debería estar en qué va a hacer Trias esta vez? ¿Se dará de nuevo el piro? ¿Sucumbirá a la presión y hará un acto fugaz de aparición? ¿Acompañará a Borràs del brazo, desgañitándose para vociferar 'lawfare' junto al 'president' Torra? ¿Se subirá Trias a un atril junto a Borràs, para denunciar el colaboracionismo de ERC y CUP con la represión?

A Trias le va bien y le va a ir bien en la medida que no se deje arrastrar por el ruido del 'nosurrender' y mantenga su propio perfil. Incluso ahuyentando las siglas. Si logra eso tiene recorrido y opciones, confrontando con Colau que, a su vez, tiene en Trias a su salvador. La ha puesto en la carrera de nuevo, cuando estaba apeada de ella. Doble paradoja. Vuelve CiU y resucita Colau

Suscríbete para seguir leyendo