El 'vicepresident' en funciones, Pere Aragonès, en el hemiciclo del Parlament.

ACN / BERNAT VILARÓ / VÍDEO: EFE

Habrá quien piense que para este viaje no hacían falta tantas, y pesadas, alforjas. Que era casi intuitivo, la noche del 14 de febrero, que Junts presidiría el Parlament y ERC, la Generalitat. Como así será. Y sería muy difícil contradecir a quien piense así. Pero no destaca la política catalana por moverse por los derroteros de lo fácil. Y para muestra un botón. Según fuentes de la negociación, no fue hasta el miércoles que Junts planteó abiertamente que quería la presidencia de la Cámara catalana y, hasta este jueves, que los puigdemontistas y ERC han acordado el cambio de cromos. Es decir, el mutuo apoyo a que Borràs se instale en la Ciutadella y Aragonès, en el Palau de la Generalitat.