Un barco de Médicos sin fronteras encuentra a 10 migrantes muertos en una barcaza con 100 personas

EFE / Virginie Nguyen Hoang / VÍDEO: EFE

“Está habiendo rescates, me cago en todo”. La frase recorrió el puente de mando del Astral como un torpedo. Tres días de amarre en puerto han hecho que la impotencia y la frustración sean cada vez más patentes entre la tripulación de Open Arms porque esta sigue siendo una época caliente para el cruce de migrantes sin papeles por el Mediterráneo Central, la más letal de todas las rutas migratorias del mundo. Octubre y noviembre fueron el año pasado los meses con mayor tránsito, de acuerdo con la Cruz Roja. Y en esos viajes sigue muriendo gente ante la indiferencia generalizada. Este miércoles, mientras el capitán del Astral volvía al taller para comprobar el estado de la reparación de la caja de cambios del barco, llegó una alerta de Médicos Sin Fronteras (MSF). La clase de alertas que ponen los pelos de punta.