Queja de vecinos de la calle Bruc por unos pisos turísticos

Se acerca la hora de irse a la cama y Alba S. tiembla al pensar en si logrará conciliar el sueño y por cuánto tiempo. Ella lleva siete años conviviendo con un piso turístico legal justo encima del suyo, donde el huésped habitual es joven y con ganas de fiesta. “Una vez en 2018 acabé en urgencias tras tres noches sin poder dormir”, agotada y de los nervios, confiesa esta vecina de la calle de Bruc, 42 que un buen día compró una vivienda en la finca para regresar a Barcelona, sin tener idea del universo paralelo que transcurriría justo encima de su cabeza.