Consejos de cocina

El trucazo casero para saber si un huevo está malo sin romperlo

El huevo está de moda: el consumo creció casi un 8% en 2023

Secretos del huevo campero: por qué los hay de doble yema y no se venden en las tiendas

Huevos en una imagen de archivo.

Huevos en una imagen de archivo. / PIXABAY (Alexas_Fotos)

Iker Sánchez

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El huevo es uno de los alimentos de moda y uno de los productos más consumidos en todas las dietas. Su delicioso sabor, sus múltiples propiedades y las variadas formas de cocinarlo lo hacen irresistible: tortilla, revueltos, cocidos o fritos; de cualquiera de las maneras puede ser un auténtico plato de alta cocina.

Además, es un alimento que combina con casi todo: patatas, jamón, setas... Y frito es uno de los platos más exquisitos que existen, sobre todo si se sigue la receta del chef con 7 estrellas Michelin Gordon Ramsay para hacer el huevo frito perfecto.

Comer huevo es muy beneficioso por la gran cantidad de propiedades nutricionales que tiene. Según el Instituto del huevo, cada unidad que ingerimos aporta 6 gramos de proteína, 14 nutrientes esenciales, vitaminas A, B, D y E, calcio y selenio. Y, a su vez, es bueno para el cerebro, el corazón e incluso para la vista.

Pese a que hace años se pensaba que no era sano comer este alimento todos los días, estudios recientes han desmentido esta teoría. Según se defendía, comer mucho huevo "aumentaba los niveles de colesterol malo". Sin embargo, la investigación de 'The American Journal of Medicine' ha constatado que comer un huevo al día tiene muchas propiedades positivas para la salud.

Cómo saber si está caducado

Sin embargo, desde que lo compramos hasta que nos lo comemos puede pasar un tiempo y, aunque la fecha de caducidad debe ir impresa en cada unidad -además de en la caja- es mejor comprobar de primera mano si están en buen estado o no. Un buen truco para saberlo sin tener que romperlos es ver si tiene fisuras, grietas o algún tipo de defecto externo en la cáscara.

No obstante, puede que a simple vista tenga un buen aspecto y, sin embargo, no sea apto para el consumo. Para saber si esto ocurre, hay un truco infalible: meter el huevo en un vaso lleno de agua corriente. Si flota y no se hunde significa que está caducado.

Esto se explica porque, a medida que el huevo pierde frescura, la cáscara se vuelve más porosa, creando una especie de envoltorio que lo hace flotar. De la misma manera, se podría decir que el indicador del estado del huevo es a cuánta profundidad se encuentra.

De todos modos, si decides romperlo y no acabas de confiar en que sea apto para el consumo, puedes guiarte por el olor, el color de la yema o el estado de la clara. Si la yema tiene un color apagado, se desprende del centro de la clara o se rompe, quiere decir que el huevo está malo. Además, está la clara, que debe ser brillante y gelatinosa. Si tiene pequeñas manchitas o elementos extraños, lo más recomendable sería no comérselo.