Consejos de ciclismo

Subir de pie o sobre el sillín: ¿cuál es la mejor posición para afrontar un ascenso en bicicleta?

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Un ciclista subiendo una pequeña cuesta.

Un ciclista subiendo una pequeña cuesta. / Pexels / Pack2ride

Alexandra Costa

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Si te gusta practicar el ciclismo, seguro que el siguiente dilema te habrá surgido alguna vez. Durante un ascenso, qué es mejor: ¿subir de pie o hacerlo sentado? Por mejor nos referimos a cuál es la mejor posición, cuál cansa más y cuál permite llegar antes arriba de la cuesta.

En el circuito profesional, cada maestrillo tiene su librillo. Además, los ciclistas de alto rendimiento están más fuertes que el vinagre y pueden afrontar los ascensos de diferentes formas, según el objetivo y su estado físico.

Otra cosa distinta sucede con los deportistas 'amateurs', por mucho que tengan una rutina digna de admirar y que acumulen más kilómetros en las piernas que los coches de los partidos políticos durante la campaña electoral de los comicios del 12M en Catalunya.

Qué supone ponerse de pie

Ponerse de pie implica que suban las pulsaciones del corazón, por lo que el organismo demandará más oxígeno. En consecuencia, la fatiga aparecerá antes. Además, las piernas tienen que aplicar más fuerza en los pedales si el cuerpo está levantado de la bicicleta porque todo el peso recae sobre ellas.

Por todo ello, los expertos recomiendan subir de pie los ascensos a los ciclistas más ligeros. Al tener una musculatura más pequeña, gastarán menos energía al aplicar la fuerza sobre los pedales que una persona más pesada o voluminosa.

Otro aspecto a tener en cuenta para subir de pie es el tipo de subida. En este sentido, cuanto más largo sea el ascenso o más pronunciado sea su desnivel, más déficit energético se producirá. De ahí que otra sugerencia sea subir sobre el sillín si la elevación no es demasiado inclinada porque la posición es más aerodinámica.

La cadencia del pedaleo

Otro asunto a valorar, pero no menos importante, hay que tener en cuenta la cadencia de pedaleo. Si eres de los que práctica 'spinning' o 'cycling' en el gimnasio, seguro que sabrás qué es porque en las clases dirigidas se refieren muy a menudo a ella: es el número de veces por minuto que el pedal da una vuelta completa sobre sí mismo. Cuando se va de pie sobre la bici, es mucho más difícil de controlar. Es más, también se verá reducida porque la fatiga muscular aparecerá antes.

Si no te quieres complicar la vida o de momento quieres ir cogiendo sensaciones, los expertos recomiendan hacer los ascensos sobre el sillín de la bici. Es más, con una cadencia en torno a las 80 y 90 revoluciones por minuto para oxigenar las piernas. Así podrás llevar un ritmo más constante y controlado, y te seguirá saliendo un entrenamiento muy completo.

La importancia del estado del terreno

Los expertos desgranan el dilema para que puedas disfrutar de tus ascensos con la bicicleta. Antes de nada, recomiendan diferenciar entre modalidades. Es decir, no es lo mismo el ciclismo de carretera que el MTB porque el terreno es diferente y la tracción varía sustancialmente.

Por ejemplo, en un asfalto mojado hay mucho menos que en una seco y en un camino de tierra con piedras sucede lo mismo que en una pista forestal bien cuidada. A menor tracción, más esfuerzo físico se requiere.