Poca fruta

El componente secreto de las chuches que no te esperas: rábano y espirulina

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Una mujer distribuye chucherías en una tienda de golosinas de Barcelona, en una imagen de archivo.

Una mujer distribuye chucherías en una tienda de golosinas de Barcelona, en una imagen de archivo. / Camila de Maffei

Carla Torres

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Los hay de más golosos y de menos, pero la realidad es que pocos pueden resistirse a hincar el diente a un puñado de golosinas. En forma de corazón, fresas o plátanos, regalices u ositos y dulces o picantes. Son muchas las variedades de "chuches" que existen y cada uno suele tener preferencias a la hora de elegirlas.

Si bien es cierto que estos dulces pueden variar sus componentes según la marca o el tipo de golosina, la mayoría de ellas tienen un alto contenido en azúcar, lo que les proporciona su sabor dulce característico. Por ello, por mucha variedad que exista, al final su sabor no es tan diferente.

Los ingredientes básicos de las golosinas, los azúcares, suelen estar representados por el jarabe de glucosa, la sacarosa y la fructosa. También hay otros ingredientes comunes en las golosinas que son los gelificantes -que sirven para retener el agua-, necesarios para darle su textura gelatinosa típica..

"Los gelificantes provienen de pieles de animales y cartílagos. También las hay de origen vegetal, hechas con pectinas, que se sacan de las frutas, y son ideales para los vegetarianos”, ha explicado estos días Domingo Camino, director de calidad de una empresa española dedicada a la creación y fabricación de dulces en RTVE.

Como cabría esperar, las golosinas también pueden contener grasa para aumentar su suavidad y sabor. Las grasas más utilizadas son las grasas vegetales, como el aceite de palma o el aceite de girasol.

Y, ¿la fruta?

Algunos fabricantes de golosinas nos quieren dar gato por liebre y se empeñan en vendernos "chuches" con fruta, como reclamo de compra con una connotación saludable. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es muy clara con este tema: "Nunca masticarás fruta en ninguna chuchería", explican en su portal web.

La fruta se encuentra en forma de zumo a partir de concentrado en porcentajes que pueden ir desde 1,5% a un 5% en los dulces más generosos. Es decir que, en el mejor de los casos, el contenido de fruta en estos caramelos puede llegar a 0,2 g en una ración sugerida de 25 g, según explica la OCU.

Añadir fruta en un caramelo sirve para dar color y algo de sabor. La fruta, o mejor dicho, el zumo de fruta a partir de concentrado de frutas, -que puede contener gran variedad de ellas, algunas impensables como el rábano (que es un vegetal)- juega un papel de colorante. Así que todos esos beneficios de la fruta, tanto nutricionales como de hábito alimentario, desaparecen.

Pueden ser naturales -como venden algunas marcas famosas de golosinas-, pero son algo engañosos, pues no aportan los beneficios de la fruta natural. De hecho, ciertas marcas de golosinas añaden otras propiedades a sus dulces para hacerlos más "sanos". Esto es el caso de la espirulina, una microalga de color azul verdoso que se encuentra en algunas alcalinas y que es muy rica en proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes.