Evita la acumulación de agua

Cómo limpiar la nevera: consejos

La importancia de limpiar el congelador: ¿Es posible descongelarlo sin desenchufarlo?

La clave de los expertos para garantizar la conservación de alimentos: así tienes que colocarlos en la nevera

Nevera

Nevera

Pedro G. Cuesta

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Limpiar nuestra nevera debería ser algo que hiciéramos con regularidad. No se trata solo de higiene, también es una cuestión de salud y ahorro energético. La contaminación cruzada es uno de los riesgos a los nos exponemos si no limpiamos bien el frigorífico.

Las bacterias acumuladas, además de propagarse y contaminar otros alimentos, provocan malos olores y, en casos extremos, también pueden alterar el sabor de los alimentos.

La vida útil de los alimentos también puede verse acortada por falta de higiene y el gasto energético se puede incrementar, al necesitar bajar más la temperatura para conservar los alimentos.

Cada cuánto se debe limpiar

La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) recomienda limpiar a fondo la nevera cada dos o tres semanas como mínimo. Además, la OCU también propone algunos consejos para asegurarnos de que la limpieza es correcta y suficiente.

  1. Primero saca todos los alimentos de la nevera y déjalos en neveras portátiles para que no pierdan la temperatura.
  2. Desconecta el electrodoméstico de la luz para poder limpiarlo mejor y con seguridad.
  3. Retira todos los estantes y friégalos a mano con agua y jabón.
  4. Los más pequeños se pueden lavar en el lavavajillas, mientras que los más grandes puedes lavarlos en la bañera o el fregadero.
  5. Frota bien todo el interior de la nevera con un estropajo suave. 
  6. Después, retira todos los restos de limpiador y de suciedad con una bayeta totalmente limpia para evitar malos olores.
  7. Si ves agua acumulada, revisa los conductos de descongelación: podrían estar obstruidos.
  8. Si hay restos de líquidos solidificados, vierte una pequeña cantidad de agua tibia con detergente para facilitar la absorción.

El interior de la nevera no es el único espacio que debemos limpiar, existen otras partes de la nevera que solemos pasar por alto, pero que también deben limpiarse en profundidad.

  • Las gomas de las puertas: limpiarlas evitará que se estropeen antes de tiempo. Además son un mecanismo que garantiza el cierre estanco de los compartimentos, de forma que se mejora la temperatura interior y la conservación de los alimentos. 
  • Puertas y exteriores: limpia las puertas, los laterales y la parte superior con una solución casera o un producto específico de limpieza.
  • Serpentín: es el tubo que recorre la parte trasera del aparato y es la zona donde más polvo y suciedad suele acumularse, lo que puede repercutir negativamente en su funcionamiento, aumentando el gasto de luz. Para quitar el polvo, puedes usar un cepillo suave para retirar la suciedad con cuidado.

Al acabar la limpieza del frigorífico, vuelve a enchufarlo a la corriente y espera a que se enfríe antes de volver a guardar los alimentos. La OCU recomienda dejar 5 centímetros de separación con la pared para que pueda haber una buena circulación de aire.