Salud

¿Qué pasa si me tomo un café y después me echo la siesta?

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Taza de café

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El café es una bebida imprescindible para muchas personas que tratan de paliar el sueño por la mañana o mantenerse despiertas a lo largo de todo el día. Por ello, ya sea como desayuno o después de la comida, es frecuente consumir una dosis de cafeína en algún momento de la jornada.

Sin embargo, contrariamente a lo que pueda parecer, beber café antes de la siesta no solo no afecta al sueño, sino que contribuye a despertar con más energía. Así lo estableció un estudio publicado por la revista Clinical Neurophysiology, donde un grupo de científicos japoneses aseguraron que lo que se conoce como 'coffee nap' ('siesta café' en español) puede resultar realmente beneficioso para la salud.

Somnolencia y alto rendimiento

La investigación demostró que consumir una taza de café antes de la siesta no afecta al sueño y, además, aumenta la energía al despertar. Para dejar constancia de ello, tres investigadores japoneses sometieron a diez sujetos a cinco condiciones experimentales: solamente siesta, consumir cafeína y siesta, siesta y luz al despertar (estar expuesto a alta luminosidad durante un minuto justo después de despertar), siesta y lavado de cara, y por último, sin descanso.

Cabe destacar que todos estos descansos se tomaron a las 12.40 horas y las tareas de la fase experimental consistieron en 15 minutos de trabajo informático antes de dormir y otra hora al despertar. Tal como indican los resultados, la condición de 'cafeína + siesta' fue la más efectiva de todas para combatir la somnolencia y obtener un alto rendimiento, con efectos que se prolongaron hasta una hora después del despertar.

Efectos del café

La razón que se esconde detrás de estos inesperados efectos es que el café no actúa de forma inmediata sobre nuestro organismo. Mientras se duerme, el cerebro elimina de forma natural la acumulación de adenosina, una sustancia que provoca la sensación de cansancio y sueño.

Se calcula que la cafeína tarda una media hora en actuar de la misma manera, así que echar una siesta de alrededor de 20 minutos puede ser una manera ideal de potenciar el impacto del café y despertar con más energía.

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