La final de Wimbledon: Alcaraz afronta un desafío único ante Djokovic

Las diferencias abruman. Novak Djokovic entrará este domingo en la central de Wimbledon pisando el césped con unas zapatillas luciendo el número 23, colores verde y violeta, por sus títulos de Grand Slams.Tras él seguirá sus pasos Carlos Alcaraz , con un único Grand Slam, ganado el año pasado en el Abierto de Estados Unidos.

El tenista serbio habrá pasado por la majestuosa sala en la que cuelga el palmarés de todos los campeones del torneo y su nombre está grabado en siete ocasiones, las últimas cuatro consecutivas. Con 36 años, suma ya 94 títulos por 12 de su joven rival que nació cuando él ya estaba en el circuito con 16 años.

Su experiencia en el All England Tennis Club de Londres es arrolladora. Lleva 45 partidos ganados en la central desde 2013 y no pierde en Wimbledon desde que se retiró en 2017, lesionado. En total 102 partidos y solo 10 derrotas ante la docena que ha jugado Alcaraz hasta el momento.

“Si agrandamos al gigante será imposible ganarle. Hay que olvidar la historia y los números. No se puede salir a pista con esa mochila. Djokovic es el mejor jugador de la historia, pero también tiene dos brazos y dos piernas como nosotros”, decía Juan Carlos Ferrero ante la final de este domingo (15.00 horas, Movistar).

Es la gran final. Una batalla generacional. El partido ansiado desde el primer día. En juego estará el número 1 mundial, el primer Wimbledon para Alcaraz, el octavo para Djokovic y su 24 Grand Slam. Y como escenario, el mejor teatro del tenis mundial. “Jugar contra Djokovic aquí será el mejor momento de mi vida”, asegura Alcaraz tras superar las semifinales el viernes.

"Jugar y disfrutar"

Para Djokovic será un nuevo desafío en su carrera por batir todos los récords posibles. “Va a ser un gran reto, el mayor ahora mismo, física, mental y emocionalmente. Carlos es uno de los tipos más rápidos del circuito. Puede hacer cualquier cosa en la pista”, destacaba el serbio sobre ese joven tenista de 20 años dispuesto a amargarle el día.

Alcaraz tiene un plan para conseguirlo. Lo preparó el sábado con Ferrero, después de un paseo por Wimbledon Park y una jornada dedicada al descanso, la recuperación física y buscar la tranquilidad necesaria para abordar la final. El técnico le pidió que se aislara del móvil y de todo lo que se dice de la final. “El favorito es Djokovic así que Carlos debe ser Carlos. Jugar y disfrutar. Eso es lo que hay que hacer bien y luchar a muerte”, destacaba Ferrero.

Experiencia y lección de París

La experiencia de la semifinal perdidas hace 37 días en Roland Garros sobrevuela constantemente en los pensamientos del tenista y su entorno. “Hay que aprender se ese día, manejar mejor los tiempos y evitar más tensión o nervios, aunque es una final de un Grand Slam, de Wimbledon y a la pista nadie sale tranquilo. Hay que superar lo que nos viene encima mañana”, valoraba el técnico valenciano.

Ferrero que jugó en tres ocasiones contra Djokovic. Le ganó la primera en Umag 2005, cuando el serbio estaba empezando (6-4, 6-2) y perdió la última en 2012, en Wimbledon en primera ronda (6-3, 6-1, 6-1). Esos partidos están muy lejos y su trabajo con Alcaraz es otro, asegura. “Le transmito más sobre situaciones en la pista, también como jugarle, pero sobre todo de ayudarle en los momentos que puede sentir un poco más de presión. En eso creo que lo ayudo. En todo lo demás Carlos es un jugador muy formado que está viviendo experiencias muy rápidamente que le están haciendo crecer muchísimo y al de mañana será otro paso más en su crecimiento".

Las claves de la final

Ferrero destacaba las dificultades que le esperan a su pupilo. “Djokovic es un jugador completísimo, lo ha demostrado muchas veces: tanto de derecha, revés, como de saque; y a nivel mental en partidos así se crece muchísimo, pero deberá jugar muy bien si quiere ganar a Carlos”, decía convencido.

“Si Carlos juega valiente tendrá sus oportunidades. Debe atreverse y hacer su juego en los momentos delicados. Eso lo hace bien aunque a veces cuando falla decimos que se precipita y ayer, ante Medvedev, lo vimos cuando metió el resto paralelo de revés para ganar el primer set y decimos ¡qué maravilla! Debe ser valiente, no perder su estilo, si lo hace en la mayoría de las veces sale, las cosas le salen”.