Nadal pasa a la final de Roland Garros y Zverev se retira al torcerse el tobillo

El grito de dolor se oyó en toda la Philippe Chatrier. El eco, con el techo cerrado por la lluvia, aún lo aumentó. Fue un golpe de teatro inesperado. Alexander Zverev cayó sobre su pie derecho, doblado.

El tenista alemán no podía levantarse y Rafael Nadal, asustado, cruzó la pista para acercarse el. Zverev salió de la pista en silla de ruedas ya solo para volver unos minutos después en muletas y despedirse del público que, por primera vez, le ovacionaba.

Roland Garros: Nadal-Zverev, semifinal en directo

 Nadal se abrazaba a él emocionado y desbordado por una situación inesperada. La victoria era suya, sin haber ganado el partido, con un marcador favorable por 7-6 (10-8) y 6-6. Por 14ª vez en su carrera profesional, el 13 veces campeón de Roland Garros estará en la final del domingo 5 de junio. Nadal que lleva meses sufriendo por su pie izquierdo veía como era Zverev quien tenía que retirarse por una espectacular torcedura de su tobillo derecho que le dejará varios meses fuera de combate.

 «Lo siento mucho por Sascha. Ha jugado un gran torneo. No es agradable ganar un partido así. Hemos jugado un partido increíble durante más de 3 horas .Ver llorar a Sascha así al final ha sido un momento muy duro», decía en la pista central a Mats Wilander, tan sorprendido como él.

Nadal celebró los 36 años con una nueva clasificación para la final de Roland Garros. Un regalo que ha tenido en ocho ocasiones más en París en sus 18 participaciones en el torneo. La primera vez, cuando celebró los 19 años, en las semifinales que ganó a Roger Federer, que le abrieron las puertas a su primer título en 2005 y esta, la última, de la que seguro no guardará el mejor recuerdo. Solo en una ocasión le amargó la fiesta Novak Djokovic, cuando celebró los 29 años, el mismo día que el tenista serbio le eliminó en cuartos de final de 2015.

Condiciones desfavorables

Le pudo amargar también la fiesta Zverev en un partido que sufrió mucho. Las condiciones de la pista no le favorecían, con el techo cerrado de la Philippe Chatrier cerrado por la lluvia, con una humedad que hacía la pista lenta, unos 21 grados de temperatura que le hacían sudar más de la cuenta, y unas bolas pesadas, lo que favorecía los golpes planos de Zverev. Su perfil es similar al de Robin Söderling, quien fue el primero en vencer a Nadal en Roland-Garros en 2009.

Desde su 1,98 de altura, sus largos brazos que cubrían media pista y una bola a la que Nadal no podía tratar como le gusta, el tenista alemán dominaba con claridad, el tenista alemán rompió de salida el saque a Nadal y se colocó con una ventaja de 4-2.

Pero el poderoso saque de Zverev se encogió y se precipitó a la hora de cerrar los puntos. Nadal lo aprovechó. Sacó su varita mágica para igualar 4-4, con golpes espectaculares, especialmente con una mano que volvió loco al alemán, y levantó a los 14.800 aficionados que animaban con gritos de "¡Rafa, Rafa" y que, antes de comenzar el partido, le habían recibido cantándo el “happy birthday”. Todos estaban de su lado. Todos querían participar de otra victoria del campeón invencible. La 111 en Roland Garros .

 Zverev aguantó esa olla a presión, impertérrito, como lo estaba Sergi Bruguera, en el palco del alemán. Forzó el ‘tie break’ y se colocó 6-2. Dispuso de cuatro ocasiones para ganarlo, pero Nadal lo evitó y en el cuarto ‘set ball’ que dispuso lo hizo suyo. 

 Zverev encajó el golpe. Nadal se mostraba físicamente tocado, no se movía con la misma rapidez. Los dos tenistas se rompieron el servicio en seis ocasiones y cuando Zverev tuvo 5-3 y saque en su poder, de nuevo le tembló la mano y regaló el servicio con tres dobles faltas. Nadal volvió a remontar hasta forzar un ‘tie break’, que ya no se jugaría tras la fatídica caída del alemán.

Ruud, último rival

Nadal se enfrentará en la final a un amigo y conocido como el noruego Casper Ruud que se impuso al croata Marin Cilic por 3-6, 6-4, 6-2 y 6-2 en 2 horas y 55 minutos, casi el mismo tiempo que Nadal y Zverev jugaron un par de sets. El partido se vio interrumpido durante unos minutos por la aparición de una chica que saltó a la pista y se encadenó a la red con una camiseta en la que podía leerse "we have 1028 days let (nos quedan 1028 días).

Ruud (número 8 mundial), hijo del extenista Christian Ruud, que también le entrena, es un habitual de la academia de Nadal en Manacor. "Es un gran chico, buena persona y un buen jugador de tierra", valoraba antes de conocer que se enfrentaría a él.

Ruud no es un desconocido. Desde 2020 ha ganado 82 partidos de tierra y 7 títulos, el último de ellos hace dos semanas en el torneo de Ginebra, antes de ser finalista del Masters de Miami donde perdió la final con Carlos Alcaraz.