Ciencias Planetarias

La desviación de asteroides es un método seguro como estrategia de defensa planetaria

Nuevas investigaciones confirman el éxito rotundo de la misión DART de la NASA, que en septiembre de 2022 se estrelló contra el asteroide Dimorphos y logró desviar su trayectoria

Dimorphos (izquierda), orbita un asteroide más grande llamado Didymos (derecha).

Dimorphos (izquierda), orbita un asteroide más grande llamado Didymos (derecha). / Créditos: NASA/Johns Hopkins APL.

Pablo Javier Piacente

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La misión DART debía lograr que la trayectoria del asteroide Dimorphos se modificara en aproximadamente 7 minutos: nuevos estudios han comprobado que Dimorphos ahora orbita a su compañero Didymos 33 minutos más rápido que antes del impacto. Además, la expulsión de grandes cantidades de material durante la colisión transfirió más impulso al asteroide que el ejercido durante el choque con la nave espacial.

Una serie de cinco nuevos estudios científicos que describen la desviación del curso del asteroide Dimorphos y sus mecanismos y consecuencias, publicados recientemente en la revista Nature, confirman el éxito rotundo de la misión DART de la NASA, concretada en septiembre del año pasado. Con una importante participación de científicos españoles, las nuevas investigaciones muestran, entre otros aspectos, que el cambio en el período orbital fue notoriamente mayor al esperado y que la colisión produjo la expulsión de más de cinco millones de kilogramos de material: estos escombros colaboraron con la fuerza ejercida por el propio impacto de la nave espacial.

Modificación de la órbita

Luego de años de investigación, planificación y desarrollo, la NASA estrelló en septiembre de 2022 una nave espacial contra un asteroide que se desplazaba a través del Sistema Solar: el motivo detrás de este ejercicio, en el marco de la misión denominada DART (Prueba de Redireccionamiento de Asteroide Doble) fue verificar en la práctica nuestra capacidad para desviar un asteroide, potencialmente peligroso y en curso directo de colisión contra la Tierra.

El objetivo no fue elegido al azar: Dimorphos, un cuerpo de 160 metros de ancho que orbita a un asteroide más grande llamado Didymos, que alcanza los 780 metros de ancho, fue cuidadosamente estudiado. Dimorphos orbita a Didymos una vez cada 11,9 horas: los especialistas de la NASA esperaban alterar este período orbital en alrededor de 7 minutos, un cambio que sería suficiente para desviar la trayectoria del asteroide.

Las mediciones llegaron algunos meses después del impacto, indicando que el curso de la roca espacial cambió significativamente, mucho más de lo esperado: el período orbital fue modificado en 33 minutos. Según una nota de prensa de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, esto confirma que el método de desviación de asteroides puede ser considerado como una estrategia segura de defensa planetaria, esfumando las dudas que existían al respecto. 

Eyección de material

En el mismo sentido, según un artículo publicado en Science Alert, una de las investigaciones que estudió la luz que se refleja en Dimorphos antes, durante y después del impacto, advirtió variaciones en el nivel de brillo, que indican que el asteroide perdió del 0,3 al 0,5 por ciento de su masa total. Otros datos son más contundentes: esa pérdida supuso la expulsión de más de cinco millones de kilogramos de material.

Al parecer, la eyección de material fue responsable de la mayor parte del cambio en la órbita del asteroide binario. Ese material que escapaba transfirió más impulso a Dimorphos que la propia nave espacial DART durante el momento preciso de impacto. Según los científicos, esto confirma que la transferencia de impulso a un asteroide objetivo puede exceder notoriamente el impulso específico del impactador cinético, o sea la nave o sonda, validando en consecuencia la efectividad del método para prevenir futuros impactos de asteroides en la Tierra.

Importante participación española

Ahora, los científicos han comprobado que una sonda como DART, aplicando la técnica conocida científicamente como impactador cinético para desviar asteroides, puede ser realmente efectiva. “La humanidad tiene ahora un plan en caso de descubrir un asteroide en una ruta directa de colisión con la Tierra. De hecho, podríamos decir que DART ha dado comienzo a una nueva era de defensa planetaria activa frente al peligro de impacto por asteroides”, destacó el científico español Josep Maria Trigo, en una nota de prensa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España. 

Trigo, miembro del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), participó de uno de los nuevos estudios sobre la misión DART. También lo hizo Fernando Moreno, investigador español del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).