Fichaje de La 2

Danae Boronat: "Fue complicadísimo resucitar a un muerto como el 'Zona Franca' de TV3"

La periodista catalana compagina las retransmisiones del fútbol en TV3 con el nuevo magacín de TVE 'L'altaveu'

Eurovisión en catalán y un magacín de Danae Boronat, las novedades de TVE-Catalunya

Danae Boronat

Danae Boronat / RTVE

Marisa de Dios

Marisa de Dios

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hasta hace un año, era difícil imaginarse a Danae Boronat (Tarragona, 1985) en un contexto que no tuviera que ver con el mundo del deporte. La periodista, que fue la primera mujer que narró por televisión un partido de LaLiga Santander a nivel nacional, se hizo cargo del 'Zona Franca' de TV3 después de que su presentador, Joel Díaz, abandonase el barco tras la polémica broma sobre el PSC. Esta experiencia en un 'late show' le ha servido a Boronat para ponerse ahora al frente del nuevo magacín de tardes de TVE para la desconexión en catalán de La 2, 'L'altaveu'.

¿Está en 'L'altaveu' gracias al 'Zona Franca'?

Si no hubiera hecho 'Zona Franca' ahora no estaría en 'L'altaveu' porque no habrían pensado en mí. Hubo gente que le gustó lo que hice y que ha pensado que yo podría hacer ahora un magacín de tarde. Después de lanzarme a la piscina con 'Zona Franca', haciendo un formato tan diferente a lo que había hecho, me transmiten que estoy preparada para hacer cualquier cosa.

¿Es más agradecido empezar un programa desde cero, sin un título heredado y sin tener que coger el testigo de ningún presentador previo?

Sin duda. Pero también es más difícil porque todos somos nuevos y no nos conocemos. Al final, con 'Zona Franca' entraba en un proyecto que ya tenía un equipo que se entendía, que se conocía, en el que el único factor nuevo era yo.

Pero allí sería complicado coger el testigo del presentador original.

Para mí lo más difícil era hacer un monólogo cada día y defenderlo bien, más que la comparación con Joel Díaz. Lo admiro, me encanta, pero no encontrarán nada parecido entre nosotros. Es como cuando comparan el fútbol masculino y el femenino. No se pueden comparar, porque son dos mundos diferentes.

En la presentación de 'L'altaveu' dijo que sería un programa donde imperaría el buen rollo. ¿Tan faltos están de él los magacines?

Al final los magacines reflejan un poco lo que pasa en el día a día de la gente, que está lleno de problemas y de dificultades. Pero creo que cuando uno se sienta delante de la tele a entretenerse un rato está bien que le hablen de las cosas que conoce desde un punto de vista un poco optimista. Una cosa diferencial de 'L'altaveu' es que no hacemos tertulia, no tenemos gente que hable de cualquier tema de actualidad, sino expertos en cada materia para tratarlos de forma más rigurosa.

"Celebro que se haya perseguido a Rubiales un poco más a partir de lo que pasó con la selección femenina"

Entre los colaboradores tiene a Òscar Broc, a Alberto Gras de 'Masterchef', a Juan Avellaneda y a Chelo García Cortés. Mucha gente se echa las manos a la cabeza cuando en TVE aparecen personajes del universo 'Sálvame'.

A 'Sálvame' le podemos criticar muchas cosas, pero lo que no hay duda es que había mucha gente que le interesaba. Sería muy falso rechazar ese mundo que parece más frívolo, porque la sociedad tiene ese punto de frivolidad. Chelo García Cortés lleva 30 años conociendo personajes muy relevantes de la sociedad española y puede aportar una visión muy interesante. También nos sirve para aprovechar el impresionante archivo de TVE, recordando efemérides y personajes que han sido relevantes y a los que Chelo conoce bien.

Cuando hizo el cambio del fútbol al 'Zona Franca', ¿se sintió más juzgada por venir del periodismo deportivo o por ser mujer?

En mi caso se juntaban las dos cosas. Pero si nos fijamos ahora mismo en la gran mayoría de comunicadores, muchos vienen del mundo del deporte pero como son hombres no se les juzga tanto cuando hicieron el cambio. Si lo que yo he hecho lo hubiera hecho un hombre, el 'hate' o el odio hubiera sido la mitad. Ya me pasó al narrar partidos de fútbol. Muchos me dijeron: ¿cómo te atreves con la voz de pito que tienes? Así que estoy acostumbrada.

No ha dejado de narrar partidos en TV3.

Puse como condición al menos acabar esta temporada, si no no habría aceptado. Es una cuestión de profesionalidad: te has comprometido con una serie de cosas hasta el mes de junio y las tienes que cumplir.

¿Eso significa que la próxima temporada no seguirá en TV3?

No lo sabría decir.

¿Se lo pasa mejor en 'L'altaveu' que entrevistando futbolistas?

Sin duda. Los futbolistas, salvo contadas excepciones, dan poco juego. El mundo del deporte es mi pasión y lo disfruto, pero a nivel personal me da un punto más lo que estoy haciendo ahora.

¿Fue una decepción que no renovara 'Zona Franca'?

No diría decepción. Yo tenía ganas de seguir, me lo pasaba superbien y aprendí mucho, pero fue algo complicadísimo resucitar a un muerto. Llevo ya 20 años en el mundo del periodismo, y 15 en la tele, así que sé cómo funciona. Creo que te decepcionas en función de las expectativas que tengas. Yo nunca me puse las expectativas muy altas, disfrutaba del día a día y contemplaba todos los escenarios: había un 50% de opciones que siguiera y otras 50% que no, y a otra cosa mariposa. Tengo la suerte de no obsesionarme demasiado, sino que intento tirar hacia delante.

Usted ya le dio voz a las futbolistas de la selección en un libro en el que denunciaban vejaciones y maltrato psicológico, ante del 'caso Rubiales'. ¿Le ha sorprendido la que se montó o que haya tardado tanto en montarse?

Me ha sorprendido que haya tardado tanto. Esto no podía seguir así. Yo lo denuncié públicamente y me supuso una demanda del señor Rubiales. Siempre ha estado al límite de la ley y tarde o temprano lo tienen que pillar. Yo celebro que se le haya perseguido un poco más a partir de lo que pasó con la selección femenina. Ellas fueron las que dieron la alerta diciendo que lo que hacía no era normal ni adecuado para el siglo XXI. De pronto han comenzado a rascar y han visto que había unas cuantas cosas graves aparte de lo que se ha visto públicamente.