Álvaro Mayo: "Si yo soy un referente es porque la sociedad no ha cambiado del todo"

Hace unos días cumplió 22 años, algo por lo que han pasado todas las personas del mundo que tienen 23 o más, aunque en su caso esto ha sido ‘trending topic’ en X (antes Twitter). Y, además, va en camino de convertirse en un referente ‘queer’. Es lo que tiene pasar por un ‘OT’ que se ha convertido en un fenómeno más allá de lo musical por la diversidad y naturalidad de sus concursantes. El sevillano Álvaro Mayo tiene tal 'fandom', los 'alvaromayistas', que la camiseta con el lema ‘Guapa, lista y alvaromayista’ ha sido el segundo producto más vendido en el 'merchandising' que Amazon ha creado especialmente para el ‘talent’. “Son un ejército”, dice maravillado por la legión que le sigue.

Nada de esto se podía imaginar cuando entró en el concurso casi conteniendo la respiración --como quien se cuela en una fiesta a la que no ha sido invitado--, tras hacerse en la gala 0 con la última plaza que quedaba. Aunque enfundado en un 'top crop' con cierto aire 'Querelle 'con el que no buscaba pasar desapercibido, dando pistas sobre su personalidad. “Más que reivindicativo es algo que me define”, asegura. Forma parte de ese estilismo que le habían advertido que sería demasiado arriesgado para presentarse en 'OT'. “Hay que asumir riesgos en la vida”, advierte, con la seguridad que da el no haberse equivocado.

Porque el joven se enorgullece de pertenecer a esa nueva generación de artistas que ya no esperan a estar consagrados para desvelar su identidad sexual. “También la sociedad ha cambiado. Antes si eras un gai cantante, eras el cantante gai”, advierte. En 'OT', además, no era el único. Y cuenta como un privilegio haber vivido en directo una historia de amor tan rompedora para la tele como la de Martin y Juanjo. “Allí no eras consciente, pero he sido muy afortunado por vivir el crecimiento personal de mis compañeros". También es consciente de que viviendo sin tabús educan a otras generaciones. "Les enseñamos la realidad actual. Que la gente lo vea como algo natural, sano y normal”.

Enamorando al público

Que le eligieran como 'triunfito' siendo su primera oportunidad a nivel mediático ("entré ahí a pelo, en pañales", dice con su gracia sevillana)  le descolocó. Y una vez allí desconocía cómo había sido recibido. “Antes de las Navidades no sabía cómo se me estaba viendo fuera. Pero al salir unos días de la Academia me hice una idea y entré más tranquilo”. No obstante, no podía evitar compararse en calidad vocal con algunos de sus compañeros. "Yo antes pensaba que era más la voz, pero ahora tengo otra perspectiva del artista. Ahora sé de la importancia de la interpretación, incluso si se trata de una canción pop”, sostiene.

Cuando para él acabó el concurso, tanto en la Academia como fuera se sintió un vacío. “Eso es muy bonito. Además, yo he sido una persona que no he sido supersegura de sí misma nunca. Pasa mucho que cuando eres el amigo gracioso, luego te cuesta sentirte incluido". Y estar en plena adolescencia no ayuda. "He tenido momentos un poco chungos de no valorarme como persona. Entonces, esto que ha pasado en ‘OT’ me ha hecho que me suba la autoestima”, dice agradecido por tanto amor.

El 'voguing' y el 'delulu'

Uno de las huellas que ha dejado en 'OT', además de ese baile tan de diva, el 'voguing', ha sido el 'delulu', una actitud ante la vida que le sirve para empoderarse. "Es pensar que eres la mejor persona del mundo. Pero no desde el punto de vista de 'soy Cáritas', sino de que soy una diva". Precisamente su primer 'single', 'Mis nenas', habla de un empoderamiento ante al desamor. “Me trasladé a algunos momentos de mi vida en los que tienes una relación tóxica de esas que nunca acaban. La canción habla del momento en el que decides valorarte a ti mismo. Que es el momento vital en el que estoy yo", cuenta.

Y es que, pese a su juventud, ha tenido relaciones muy largas. "De los 18 a los 21 he estado en pareja. Sentía que tenía que apoyarme en alguien para estar mejor. Pero hace ya un año que decidí parar. Ahora busco sentirme completo con otras cosas". Por eso la canción empieza melancólica y luego es movida. “En mi música habrá de todo, pero ahora estoy en ese momento de querer bailar y disfrutar", asegura. "Me encantan esos cambios de intensidad", añade. Y si bien le gustaría que la gente pensara en Álvaro Mayo para bailar, también quiere darles canciones tristes con las que se sientan identificados.

Con los pies en la tierra

El sevillano es consciente de que ahora disfruta del 'boom' que ha sido 'OT' y por eso ha visto aumentar sus seguidores en las redes, pero sospecha que en un tiempo solo quedarán los de verdad. “Se enfadaron un poquito mis fans cuando dije esto. Me recordaron: '¡Pero si te queremos mucho'. Y no quiero que parezca que no les doy su lugar , pero hay que tener los pies en la tierra, porque he visto gente muy humilde que se vuelven un poco 'loquis' con los fans", advierte. "Me encanta la fama, que me conozcan y me den amor --insiste-- , pero me da miedo cambiar. Es muy fácil que se te vaya la 'pinza'".

En cuanto a ese papel de referente 'queer' que se le empieza asignar, lo acepta con cautela. "Da un poco de presión, de vértigo, porque es una mucha responsabilidad. Además, si yo soy un referente es porque la sociedad no ha cambiado del todo. Si no llamara la atención, significaría que está más avanzada. En el momento en que estamos, me da un poco de vértigo. No obstante, si es el rol que me toca jugar por ser yo, estoy dispuesto a aceptarlo", razona. También ve en ello la posibilidad de dejar una huella en el mundo. "No voy a desaprovechar esa oportunidad. Ya no por mí, ni por ego, sino porque cambia la sociedad y ayuda a la gente", concluye.

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Amor y 'hate'

Entre tanto amor es inevitable que se cuele el 'hate'. "Da miedo y no hace gracia. A nadie le gusta leer ese tipo de comentarios", admite. ¿Duele más si vienen del colectivo LGTBIQ+? “Es que hay de todo. También hay un montón de mujeres que son supermachistas. Es el proceso de cada uno. No podemos pretender que todo el mundo tenga la mente superabierta. Y yo no estoy aquí para cambiarle la manera de pensar a nadie", subraya. "Yo soy yo y si la gente quiere aprender de eso, pues que aprenda" --prosigue--. Y si consigo que se normalice, guay. Pero no vengo a dar lecciones morales”.

Él ha venido a transmitir sentimientos a través de sus canciones. A hacer música. "Si nos ponemos a soñar, me encantaría ser una estrella. Una estrella internacional". ¿Y colaborar con Ariana Grande, su ídolo? "Me encantaría. Y ser amigo suyo y tomar cafés con ella" (ríe). Y aunque está abierto a todo tipo de experiencias, como la tele ("de todo se aprende"), quiere centrarse en su carrera musical. Y así debe ser si quiere ser una estrella internacional. Y codearse con ‘sus nenas’. Ariana y otras divas del universo.