La crítica de Monegal: Cuando las novias se casaban de negro

Después de nueve años del fin de ‘El convidat’, Albert Om regresa a TV3 ('Una altra història'). Lo hace con un ejercicio de memoria a través de objetos, cosas, una especie de baúl de los recuerdos que personas comunes y corrientes guardan celosamente. Y Om les cita y les invita a que los muestren.

 El primer recuerdo, por ejemplo, lo ha traído Lluís, de la localidad de Blancafort. Era el carnet de la Falange que le hicieron cuando era pequeño. Con 8 o 9 años de edad le mandaron a los campamentos de la OJE (Organización Juvenil Española) y Om se estremecía resaltando con angustia aquel franquismo dedicado a impregnar también a las generaciones más tiernas. Lluís contó que gente uniformada le hacía cantar cada mañana el ‘Cara al sol’, y que le ‘adoctrinaban’ continuamente. «Cuando murió Franco, por ejemplo, lo sentí. Ahora pienso ¿cómo pudo ser? En aquellos años creía en muchas cosas en las que ahora no creo". ¡Ah! Om se estremeció mucho cuando escuchó a Lluís diciendo que sintió la muerte del dictador.

Pues sí, en aquellos años 1940-50 y 60, a los niños –sobre todo a los de pueblo– nos mandaban en verano a los campamentos de Falange. Y en Barcelona, una inmensa multitud de catalanes vitoreaba a Franco entrando por la Granvia, en vehículo descapotable, junto al alcalde Porcioles. El adoctrinamiento del que nos ha hablado Lluís es cierto. Quién sabe si dentro de otros 50 años, caso de que exista otro programa similar en TV3, quizá salga otro Lluís hablándonos de otros adoctrinamientos, más recientes. ¡Ah! La historia de un país siempre es un vendaval de doctrinas que se van superponiendo. Es una forma de ir moviendo al pueblo. 

De todos los objetos para el recuerdo y la emoción yo destacaría el traje de novia, negro, con el que se casó en 1926, en La Ràpita, la abuela Rosa. Lo trajo su nieta María José. Decía: «Se casó de negro por razones económicas y por razones de duelo». Sí, el traje de novia era negro porque era el triste reflejo del color de aquel tiempo, un tiempo de duelo permanente. Este programa de Om forma parte de ese intento de ‘fer país’ desde TV3. Algo similar hace, con otro formato, Quim Masferrer en ‘El foraster’. El foco de la tele funde memoria y emoción. No debería ser una labor instrumentable. Como en el campo de la neurocirugía, es básica la serenidad, el equilibrio y la delicadeza.

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