Estreno en TV3

Albert Om cuenta ‘Una altra història’ de Catalunya a través de 100 objetos

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Albert Om, en 'Una altra història' (TV3)

Albert Om, en 'Una altra història' (TV3) / TVC

Inés Álvarez

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Hace unos meses TV3 hacía un llamamiento a aquellas personas de Catalunya que, haciendo caso omiso de los consejos de Marie Kondo -- la experta organizadora que sacó rédito de su TOC--, atesoraban objetos en sus casas con un valor solo sentimental, pero que explicaban una época. Y la convocatoria fue un éxito: los espectadores ofrecieron 3.000 objetos, entre lo que había, todo hay que decirlo, algún que otro ‘pongo’, pero también pequeñas maravillas que representaban aspectos de estos últimos 100 años, que harán las delicias de los nostálgicos.

El encargado de conversar con los orgullosos propietarios de esas reliquias en ‘Una altra història’, espacio que estrena TV3 este jueves, 26 (23.00) ha sido Albert Om, que con este programa regresa a la cadena pública autonómica catalana nueve años después del recordado ‘El convidat’. Aunque no estará solo, también harán esa función los historiadores Xavier Carmaniu y Alba Gracia, que asimismo se han encargado de la selección junto a la también historiadora y profesora de la UB Queralt Solé. Como resume Om, “sacando lo que la gente tenía escondido en sus casas, el espacio intenta construir otra historia: la historia popular de Catalunya”.

Ocho lugares emblemáticos

El resultado han sido ocho programas, grabados en ocho edificios emblemáticos de Catalunya repartidos por sus cuatro provincias (dos en cada una de ellas), como el Monestir de les Santes Creus, Sant Perde de Rodes, el Museu d’Art de Girona y la Universitat de Barcelona. “No lo hacemos en plató cerrado, sino en espacios que también tienen su historia”, explica Om. “Primero se hizo la convocatoria, llegaron los 3.000 objetos y, a partir, de ahí, seleccionamos según el criterio de los historiadores cuáles tenían una historia detrás”, detalla el periodista.

Om quiere remarcar que no se trata de objetos de hace 100 años, sino de 100 objetos para contar 100 años. “Por lo que hay muchos que tienen que ver con los JJOO’92, la Transición, las discotecas… Por ejemplo, nos trajeron el rótulo de la sala Zeleste, que ya no existe. Tú ves ese letrero y piensas en todo lo que has hecho allí”, confiesa. “Es lo que ocurre cuando encuentras un objeto, que automáticamente la memoria se dispara”, apostilla el historiador. “Una señora trajo ropas que había hecho su madre, que era modista, como el vestido para el bautizo de toda la familia. Yo en mi casa tengo también guardado el de mi bautizo, con lo que tengo una historia parecida”, añade.

Una toalla y un rótulo

El periodista destaca también una toalla de la Exposición Universal de 1929 en Barcelona. “O sea, hace 94 ya se hacía ‘merchandising’. Y una toalla que está hecha para durar dos o tres años ha durado 94. Me maravilla que objetos que no están hechos para durar sean auténticos supervivientes”, se admira. “Cuando fuimos al Institut Pere Mata de Reus”, rememora Carmaniu, “vino un señor que tenía un busto de Francesc Macià que había escondido durante toda la época franquista en el desván de casa, porque lo había comprado durante la proclamación de la Segunda República como ‘merchandising’. Lo tenía escondido y de vez en cuando, me contaba, iba a verlo”. Ahora lo enseñará con orgullo a todos los telespectadores.

Cada programa empieza con el periodista llegando al lugar con un vehículo antiguo de los que también les ofrecieron. “Puede ser una moto, un coche o un camión, que también tienen su historia. Y todos los programas acaban con un objeto de mi colección particular, aunque este no formará parte de la exposición. Pero lo quiero mostrar”, cuenta el periodista, que confiesa que él es de los nostálgicos. “Este programa dará la razón a la gente que lo guardamos todo”, asegura. No obstante, el espacio no está destinado solo a quienes tienen apego al pasado. “Es para todos, porque todo el mundo tiene una historia”, indica Carmaniu. “Y también para los jóvenes, porque hay objetos que algunos no saben ni cómo funcionan”, cuenta. “A un niño de 10 años les debes explicar cómo funcionaban aquellos teléfonos que había que marcar”, remarca.

La exposición

Pero una historia tan bonita no podía acabar así. “’Una altra història’ tendrá una dimensión que va más allá del programa de tele, porque cuando este acabe, en enero comienza una exposición en el Museu d'Història de Catalunya y todo quedará recogido en un archivo digital”, detalla Om. “Sabes que de alguna manera todo el mundo tendrá acceso a consultar o ver objetos que si no los tienes en casa, sí uno parecido. Que si el recuerdo que tienes no es el que explica la persona que lo lleva, es uno similar”, sostiene. “Muchas veces, desde el punto de vista de la historia está como mal visto la emoción, cuando en realidad el vínculo emocional con los objetos es importante”, concluye Carmaniu.