Policía en TVE-1

Pablo Puyol: "'Un paso adelante' fue una serie muy revolucionaria"

El actor, que ha montado una escuela para formar a artistas, se ha incorporado a la comisaría de Distrito Sur de la serie 'Servir y proteger'

Pablo Puyol, caracterizado para la serie 'Servir y proteger'

Pablo Puyol, caracterizado para la serie 'Servir y proteger' / PIPO FERNÁNDEZ

Marisa de Dios

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay personajes que marcan a un actor. El de Pablo Puyol (Málaga, 1975) fue, sin duda, el del esforzado Pedro de 'Un paso adelante', la serie en la que demostró su talento no solo para interpretar, sino también para cantar y bailar, como después corroboraría en musicales y en sus logradas imitaciones de 'Tu cara me suena'. Ahora ejerce de policía en la comisaría del Distrito Sur de 'Servir y proteger', serie de la productora Plano a Plano para TVE-1 a la que se acaba de incorporar.

Le ha tocado interpretar al nuevo inspector jefe Félix Durán, un tipo bastante serio y estricto. 

Lo que pasa es que la situación en la que entra en la comisaría le hace ser más serio. Llega después de pedir un traslado desde Las Palmas, donde llevaba trabajando cinco años, para poder retomar la relación con su mujer, que se ha resentido bastante en todo ese tiempo. Y lo que pasa es que el comisario Arias, que trabajaba con él en Canarias, va a optar a la plaza que queda libre cuando Bremón asciende y le manda de avanzadilla para que le informe de cómo funciona la comisaría y, sobre todo, de las virtudes y puntos flacos de Miralles.

¿Se ve obligado por las circunstancias a colaborar con Arias? 

Sí, no termina de convencerle esa situación. Por eso las primeras semanas en Distrito Sur están siendo complicadas para él. Sobre todo cuando Miralles descubre su juego.

¿Cree que a la gente le costará empatizar con él? 

Al principio sí. La gente adora a la inspectora Miralles y cualquiera que se meta por medio no va a caer muy bien. Pero con mi personaje hay que tener paciencia, porque es un buen tío y un buen policía. Solo va a necesitar tiempo para acoplarse.

Muchas de las series de sobremesa y de tarde de TVE-1 han ido cayendo últimamente por falta de audiencia: 'Seis hermanas', 'Acacias', 'Mercado Central', 'Centro médico'... ¿Le preocupa el 'share'?

No soy un obseso de mirar las audiencias todos los días. Supongo que me preocupa igual que cuando trabajas en un teatro y ves que el patio de butacas está medio vacío, porque sabes que de eso depende tu trabajo. El mundo de las audiencias es muy complicado, porque muchas veces ni siquiera depende de la calidad del producto, sino de otros factores en los que nosotros tenemos muy poco que ver.

¿Es la sombra de 'Un paso adelante' muy alargada? 

Como un ciprés. Pero tampoco es malo. Muchas veces lo comento con otros actores que han hecho series de mucho éxito, como Juanjo Artero, que lo tengo en 'Servir y proteger' y al que todavía le hablan de Verano azul. Creo que hubo un antes y un después de 'Un paso adelante' en la televisión. Fue una serie muy revolucionaria en su momento, se hicieron muchas cosas que hasta entonces no se habían hecho en este país. Estoy muy orgulloso de haberla hecho, aunque a veces no lo haya dicho con esta rotundidad de ahora.

Payol Puyol, en la serie 'Servir y proteger'.

Payol Puyol, en la serie 'Servir y proteger'. / PIPO FERNÁNDEZ

Tiempo después de ese 'boom', en 2016, se fue a vivir a México durante casi dos años. ¿No tenía ofertas aquí? 

Tenía la necesidad de salir y ganas de vivir otras experiencias. Ni siquiera me fui a buscar trabajo. Pensaba que en algún momento haría 'castings', pero ni siquiera me busqué un representante. Tenía amigos allí, unos ahorros, y me fui a ver qué pasaba. Y descubrí un país maravilloso, con una gente increíble. Estuve tanto en Ciudad de México como en un pueblo que se llama Puerto Escondido.

Pero al final empezó a trabajar allí. 

Por una de esas cosas del destino acabé trabajando en el musical más exitoso de la historia de México, 'Mentiras', que ha estado 13 años ininterrumpidos en cartel. Encima tenía que trabajar con acento mexicano.

¿Le costó dar con el acento?

Tuve que trabajármelo mucho. Pero luego, cuando mis amigos venían a verme, se partían de risa porque daba el pego. Cuando entré a trabajar en la obra llevaban ya unos 10 años, así que muchos fans se acercaban a la puerta después de la función. Y cuando escuchaban mi acento español se sorprendían de que no fuera mexicano.

Trabajó con Antonio Banderas en 'A chorus line'. ¿Impone estar a sus órdenes? 

¡Claro! Vale que es de Málaga, que es muy cercano, muy majo, pero es Antonio Banderas. Él te lo pone muy fácil pero siempre tienes esa cosa que estás con una estrella. Lo que está haciendo en Málaga es brutal, volcarse en su ciudad como lo ha hecho, sin tener ninguna necesidad ni ir a ganar nada. Simplemente es un regalo que se hace a sí mismo y a su ciudad. Es un tío incansable, que no para de trabajar nunca. Para mí ha sido un ejemplo.

La pandemia frustró los planes de llevar la obra a Broadway. ¿Sigue adelante la idea?

Antonio sigue con la intención de llevarla para allá. Lo que yo no creo que vaya a estar. Después de un año y pico han pasado muchas cosas y, para mí, es más complicado retomarlo. Además, estando en una serie como esta es dificilísimo compaginarlo y aguantar la caña que requiere A chorus line. Espero que mis compañeros acaben en Nueva York y enseñen allí todo lo que somos capaces de hacer aquí.

También ejerce de profesor en su propia escuela de artes escénicas, UTalent, en Estepona (Málaga). ¿Cómo le va la docencia?

Mi socio, Tito Almazán, y yo somos unos locos. ¡En mitad de una pandemia nos ponemos a montar una escuela! Por suerte en Estepona nos han recibido muy bien. Hacía falta algo así allí. Hay mucho talento en el sur y no tenían donde mostrarlo. Siempre había tenido muchas ganas de tener una escuela e intentar transmitir los valores en los que creo, en cómo pienso que debe funcionar esta profesión, porque a veces se confunde a los alumnos. 

¿En qué sentido?

Porque hay escuelas que van por otro lado, en las que se les hace creer a los alumnos que, para ser actor, tienes que sufrir mucho, volver a revivir experiencias dolorosas. Y no es necesario. Para ser actor tienes que decir muy bien el texto, con toda la emoción de la que seas capaz, porque al público hay que engañarlo. Yo tengo una visión muy particular y muy concreta de que esto, aunque sea tu trabajo, tiene que ser diversión, algo que te motive, que te entretenga, que nazca de su pasión... Cuando nace desde otro sitio más doloroso a mí no me gusta.

Le vimos en la primera temporada del concurso de Antena 3 El desafío, enfrentándose a muchos retos. ¿Sufrió?

Me lo pasé genial pero también fue duro. A veces sufrí un poco.

Casi le vimos desnudo en una de las pruebas que hizo con Jorge Sanz, tapándose con una toalla.

¡Ahí lo pasé muy mal! Fue una experiencia brutal ponerte a prueba de esa manera, tanto mental como físicamente. Repetiría con los ojos cerrados.

¿Es muy competitivo?

Bastante, pero con los años he aprendido a competir sin cabrearme. Cuando era más joven jugaba al voley playa, llegué a competir casi profesionalmente, y si perdía me pillaba unos rebotes muy grandes. Con el tiempo he aprendido que perder forma parte del juego, que el día que ganas lo disfrutas y el que pierdes te vas a casa un poco fastidiado pero ya está, que enseguida se te tiene que pasar porque a alguien le tiene que tocar perder.

Aparte de la serie y de su faceta docente, tiene pendiente de estreno una película, 'Dos vacas y una burra'.

No sé si se estrenará en otoño o en invierno. La rodé en Cantabria junto a Miguel Ángel Muñoz y Esmeralda Pimentel, una actriz mexicana muy conocida. Tengo muchas ganas de que se estrene. Creo que nadie se espera esa película y que va a dar mucho que hablar.

¿Por qué dice que nadie se la espera? ¿Por el tono cómico?

Sí, es muy divertida y no sé si a Miguel Ángel y a mí nos ven haciendo humor... 

Miguel Ángel Muñoz fue precisamente el gran amigo que hizo en sus inicios, durante su etapa en 'Un paso adelante'.

Y es raro, porque en esta profesión no suele ser fácil hacer amigos. Como vas cambiando tanto de elencos y compañeros en los diferentes trabajos, es complicado mantener las amistades tanto tiempo. Pero nosotros es que en su momento nos hicimos muy amigos, prácticamente como si fuéramos hermanos, y desde entonces hemos mantenido el vínculo, con etapas en las que hemos hablado menos porque nuestros trabajos nos han llevado a sitios muy distintos, pero siempre hemos estado ahí.

TEMAS