Nuevas normas en los platós

Grabar en tiempos de covid: cómo han sobrevivido tres grandes series la pandemia

Las nuevas normas que ha traído la pandemia se han llegado a convertir en el mundo de la ficción en una rutina que el fin de alarma sanitaria no ha animado a modificar

De ello dan fe a EL PERIÓDICO los equipos de tres series de sobremesa que cosechan grandes audiencias: ‘Com si fos ahir’ (TV-3), ‘Servir y proteger’ (TVE-1) y ‘Amar es para siempre’ (Antena 3), que llevan mínimo un año sabiendo lo que es rodar en tiempos de covid

MADRID 31-05-2021 TELEVISIÓN  Reportaje sobre las medidas por el Covid en el rodaje de Amar es para siempre, en la imagen Manuela Velasco y Unax  Ugalde  Imagen DAVID CASTRO

MADRID 31-05-2021 TELEVISIÓN Reportaje sobre las medidas por el Covid en el rodaje de Amar es para siempre, en la imagen Manuela Velasco y Unax Ugalde Imagen DAVID CASTRO / DAVID CASTRO

Inés Álvarez

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Hace casi un año, cuando, tras el confinamiento, empezábamos a asomar la nariz para otear el nuevo mundo, un sector se unía al de los esenciales, que no habían parado, para comenzar a hacer rodar la maquinaria de una industria floreciente en España: la del audiovisual. Pero ya nada era igual. Los platós se llenaban de mascarillas, gel hidroalcohólico y termómetros, y se imponía una distancia de seguridad entre un colectivo acostumbrado a expresar sus emociones a base de contacto físico. Esa profilaxis emocional se instalaba también en los guiones, borrando más besos y manifestaciones de amor que el implacable lápiz rojo de la censura franquista.

Eduardo Casanova, director de ‘Amar es para siempre’, recuerda lo que supuso el parón para el equipo de la longeva serie de Antena 3. “Llevábamos 15 años con la serie y decíamos: ‘Esto no hay quien lo pare’. Y paramos: del 14 de marzo hasta el 28 de mayo, en que se pasó a otra fase que ya permitía los rodajes”. Por suerte, aún tenían nevera. “Una semana más sin rodar y nos habríamos ido a negro”, confiesa. Y cuenta que, aunque con incertidumbre y miedo, fue la primera ficción en arrancar (el primer programa fue el 'talent' de TVE-1 ‘Masterchef'). “Había una responsabilidad cara al sector. Demostrar que se podía. Pero esto parecía la NASA”, rememora.

Alexandra Graf, la directora de ‘Servir y proteger’, se enorgullece de que la serie de sobremesa de TVE-1 también retomara pronto el rodaje. Pero la nueva normalidad vino con otras rutinas, y ‘chica nueva en la oficina’: una enfermera. “Se impuso un protocolo en todos los departamentos. El transporte se realiza cada uno en un coche. Los camerinos son individuales. En el caso del maquillaje, cada actor tiene su bolsita con los pinceles, que han sido previamente desinfectados…”, detalla.

Una vuelta atípica

La ficción de TV-3 'Com si fos ahir', que acaba de llegar a los 700 capítulos, tardó más en ponerse manos a la obra, pero no fue solo por culpa del covid: la falta de presupuesto puso en peligro su continuidad y cuando se aprobó, ya había pasado el verano. La vuelta en septiembre no fue la habitual: había que retomar el ritmo tras tanto tiempo sin grabar y, encima, adoptar las nuevas medidas. "Ponerse mascarillas durante los ensayos, el equipo técnico lleva las FFP2, las reuniones son telemáticas, hemos separado los espacios, nos hacemos pruebas cada semana…", enumera el productor ejecutivo de la ficción, Jordi Roure.

BARCELONA 19.05.2021 TELEVISION. REPORTAJE DE COMO VIVEN LAS SERIES LOS RODAJES CON LAS RESTRICCIONES POR EL COVID. FOTOS DE LA SERIE DE TV3, COM SI FOS AHIR. EN LOS ESTUDIOS DEL EDIFICIO ILUMINA. CARRER GASPAR FABREGAS I ROSES 81. ESPLUGUES DE LLOBREGAT. EN LA IMAGEN, EL ACTOR LOS ACTORES, ROGER COMA Y QUIM LLISORGAS FOTOGTAFIADOS DURANTE UN ENSAYO  FOTO LAURA GUERRERO

Los actores Roger Coma y Quim Llisorgas, durante un ensayo de 'Com si fos ahir'. / Laura Guerrero

No obstante, la vuelta al rodaje no suponía que todo hubiera acabado. Unos meses después, la cuarta ola trajo más incertidumbre y el miedo anidó entre los actores. Carles Sans se hacía eco en un artículo publicado en este diario de la petición de Carlos Bardem de ser vacunados, porque estaban más expuestos -al tener que actuar sin mascarilla-, algo que fue recibido con críticas, o un apoyo de la profesión “con la boca pequeña, porque se podría malinterpretar”, advertía. “Esto es muy controvertido, y no queda bien decirlo”, opina Casanova. “¿Por qué no a los trabajadores de supermercados, o a los conductores de autobús, y a los actores sí? En nuestro sector somos unos privilegiados: porque estamos trabajando y porque en nuestras empresas nos controlan muchísimo”, sostiene Casanova.

Actores vacunados

Ahora la cosa ha cambiado, y la vacuna va llegando. “Aunque no hay que bajar la guardia. Porque no tenemos garantía de nada”, recuerda Graf. No obstante, Luisa Martín, protagonista de la producción de Plano a Plano, celebra ese principio de inmunidad. “Yo estoy vacunada de una primera dosis de AstraZeneca y no he notado efecto secundario alguno, pero sí una euforia tranquila", asegura. No obstante, las bocas solo se destapan a la hora de grabar. “Hay una especie de artilugio [tela con bolsillos] con un sobre de papel con el nombre de cada uno y cuando acabas de grabar pones ahí la mascarilla”, explica Márquez. Para la actriz catalana lo más curioso es cuando viene algún actor al que no conoce a hacer un papel episódico y, al quitarse la mascarilla para grabar, de pronto aparece un rostro muy diferente al imaginado. “Los primeros segundos son de estupor”, confiesa, que debe disimular. Aunque los tapabocas son ya algo tan normalizado que se han colado alguna secuencia en las que el actor la llevaba. "Incluso han llegado hasta montaje", confiesa Graf.

TELEVISION  TVE LA1  SERIE SERVIR Y PROTEGER

Un momento de la grabación de 'Servir y proteger'. / Picasa

Manuela Velasco y Unax Ugalde, la deliciosa pareja de la tensión sexual no resuelta de ‘Amar es para siempre’, se incorporaron al elenco de la veterana ficción el pasado septiembre, con lo que no han conocido otra normalidad. “Al principio le pedía al equipo técnico que se bajaran un poco la mascarilla de lejos para poder conocerles”, cuenta Velasco, traviesa. “Es todo muy extraño", prosigue. "Nuestro trabajo tiene que ver con la expresión y la comunicación y, sin embargo, vamos tan protegidos que se corta”, explica. “Si pides un bolígrafo, te lo quedas. Y si quieres que te hagan fotocopias de tu bloque del guion, le dan a un botón y vas tú a recogerlo”, narra Ugalde. Lo que pasa en la ya famosa plaza de los Frutos no es muy distinto a lo que ocurre en la comisaría de barrio del sur de Madrid. “Todos los artículos que manejan los actores: móviles, pistolas..., se desinfectan, se meten en bolsas y se les da. Y a la inversa. Y lo mismo pasa con el vestuario”, dice Graf.

Otra forma de trabajar

El relato de este casi un año de rodaje está plagado de sobresaltos. Actores que dan positivo, o que hacen cuarentena porque han estado en contacto con un infectado o por confinamiento familiar… El mismo que podrían contar el resto de los mortales, aunque en este caso las familias son muy numerosas y un parón sería preocupante. Los guionistas iban a salto de mata. “Una vez salieron nueve positivos y hubo que aislarlos y sacarlos de la trama. Con lo que había que cambiar todos los guiones y las secuencias para seguir emitiendo”, cuenta Casanova.

MADRID 31-05-2021 TELEVISIÓN  Reportaje sobre las medidas por el Covid en el rodaje de Amar es para siempre, en la imagen Manuela Velasco. Imagen DAVID CASTRO

Una enfermera realiza una prueba antes de comenzar la grabacion de la serie de Antena 3. / DAVID CASTRO

La pandemia también ha hecho volar por los aires la manera de trabajar: jornadas intensivas para evitar ‘caterings’ que podrían reunir a decenas de personas, teletrabajo para los montadores, reuniones telemáticas que acaban antes porque se va al grano... Esa podría ser, precisamente, la parte positiva de todo esto. Pero los camerinos y transportes individuales y las distancias de seguridad han enfriado un ambiente en el que reina la camaradería. “Antes, al llegar nos abrazábamos y besábamos, y ahora te apuntan con un termómetro y te dan una mascarilla”, relata la directora de 'Servir y proteger'.

“Se acabó eso de: ‘Venid a mi camerino y tomamos un café’", se lamenta Márquez. “Esta es una profesión de tocarse mucho. Somos muy espontáneos y, como llevamos muchos años juntos y hay muy buen rollo, se formaban corrillos y eso se ha perdido un poco”, cuenta con nostalgia Casanova. El año pasado no se hizo la fiesta de fin de temporada y este todos la esperan. “Nos reuníamos unas 120 personas en la plaza de los Frutos y montábamos una fiesta tremenda”, explica. Pero por ahora sigue siendo inviable. “Intentaremos hacer algo muy controlado con una copita en la mano y con cuadrículas en el suelo". Un brindis por un sector que no ha parado. Por haber sobrevivido a una pandemia mundial. Que no es poco. Chin chin.

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