JUBILADA EN ACTIVO

Rosa María Mateo, la interina interminable de RTVE

Rosa Maria Mateo en el Congreso de los Diputados.

Rosa Maria Mateo en el Congreso de los Diputados. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Este sábado, 27 de julio, se cumple un año de la designación de Rosa María Mateo como administradora única de RTVE, un cargo en régimen de interinidad. Es decir, hasta que se resolviese el concurso público para elegir al nuevo Consejo de Administración y a su nuevo responsable de la corporación, tal como había anunciado el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, tras la negra etapa del PP.

 Pero lo que se planteaba como una breve etapa para la que se eligió una profesional de la casa de gran prestigio –aunque ya jubilada-, se ha convertido en un largo y turbulento año en la que Mateo ha sido el objetivo de la oposición, en una RTVE a la deriva, a la espera de que se sepa su futuro. Esta falta de planificación ha llevado a la primera cadena estatal a mínimos históricos de audiencia. Seguramente Mateo tiene parte de culpa (se le achaca falta de preparación y experiencia para gestionar una empresa como RTVE), pero la inestabilidad política también ha ayudado a este interminable ‘impasse’ que poco a poco está hundiendo la tele y, de paso, la moral de sus trabajadores.  

Con 180 votos a favor, 131 nulos y uno en blanco, el Congreso de los Diputados respaldaba que Mateo (Burgos, 1942) dirigiera la radiotelevisión pública en solitario y de forma transitoria, hasta que las Cortes eligieran al futuro Consejo de Administración mediante un concurso público.un concurso público

Una transitoriedad recogida en un decreto de renovación de RTVE que el Gobierno socialista aprobó para "resolver un problema de urgencia", una situación "anómala, excepcional y de emergencia" consistente en el "control ideológico y político" de la corporación, que hasta la fecha presidía José Antonio Sánchez, nombrado por el PP.José Antonio Sánchez,

De esta manera, la veterana periodista, que había aprobado sus oposiciones para TVE hacía más de medio siglo, tomaba las riendas de la radiotelevisión pública en la había trabajado casi tres décadas y donde se convirtió en una de las presentadoras más icónicas de España.

Sin embargo, la provisionalidad de su cargo no ha sido tal por la falta de acuerdo para renovar la cúpula de RTVE, primero, y por la ausencia de Ejecutivo para avanzar en ese sentido.

Estos 12 meses de gestión han estado marcados por sus polémicas comparecencias parlamentarias, por la crisis generada en torno a la celebración del debate electoral en los comicios del 28-A y la continuada caída de audiencia hasta mínimos históricos de TVE-1: cayó en junio al 8,7 %, su mínimo histórico de cuota media (1,2 puntos menos que en el mismo mes del 2018).

La media de la temporada, que abarca desde el 1 de septiembre del 2018 hasta el 30 de junio de este año, fue del 9,7 % para TVE-1, frente al 10,8 % de la temporada anterior. El pasado noviembre, TVE-1 bajaba por primera vez del 10 % de cuota.

Estos resultados han provocado que TVE-1 haya perdido el liderazgo de los informativos tras ceder 409.000 espectadores. Entre septiembre del 2017 y junio del 2018, los telediarios fueron líderes con una media del 14,9 %, cifra que ha caído en los últimos nueve meses hasta el 13,1%.

Fuentes de RTVE reconocen que los cambios en la dirección "siempre suponen una caída de audiencia", a lo que se ha sumado un contexto de modificación de hábitos de consumo televisivo que ha afectado a la televisión lineal y una congelación del presupuesto que, junto a la imputación del IVA, "ha limitado la capacidad de maniobra" de la corporación.

"La competencia también juega", añaden las fuentes, para precisar que la audiencia de los informativos de TVE-1 se ha resentido porque las televisiones privadas tienen sus noticieros "muy protegidos con programas previos y posteriores muy consolidados".

Desde RTVE se insiste en que los informativos públicos han ganado en pluralidad y credibilidad, algo "más importante" que la audiencia: "Hicimos un cambio en favor de la credibilidad y la pluralidad tras una etapa en la que los informativos estaban muy ideologizados. (...) Haciendo las cosas bien tiene que venir la audiencia".

Aseguran las fuentes que el ‘prime time’ ha funcionado y que de las 50 emisiones más vistas de la temporada, 35 eran de RTVE, si bien la mañana y la tarde flaquearon.

De cara a la nueva temporada, el objetivo es superar el 10 % de audiencia: "La parrilla del primer cuatrimestre está prácticamente cerrada y creemos que tenemos varias apuestas de entretenimiento y ficción que pueden ayudar a remontar y volver a estar por encima del 10% con regularidad. Vamos a recuperar las constantes vitales porque tenemos producto de calidad".

Las polémicas

El momento más delicado del mandato de Mateo se vivió con la intentona de modificar la fecha del debate electoral con los candidatos a la presidencia del Gobierno, para que Pedro Sánchez pudiera acudir también al que se celebraría un día después en Atresmedia.

Con la tentativa de cambiar el debate no sólo se granjeó las críticas del resto de líderes políticos -Albert Rivera llegó a pedir su dimisión-, también una férrea oposición de los trabajadores  férrea oposición de los trabajadoresde la corporación, que se negaron al cambio y defendieron su independencia.

También polémicas han sido las comparecencias ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de RTVE de la administradora única provisional, una periodista que nunca había gestionado una gran empresa -pero cambió con premura el equipo informativo-, ni tampoco había lidiado con sus señorías en las Cortes.

Poco versada en las maneras parlamentarias y con una férrea oposición del PP, Mateo se quejó en varias ocasiones de los ataques recibidos y recordó con nostalgia que ella era más feliz cultivando su jardín que en el Congreso, donde pidió que se acelerase "de una maldita vez" el concurso público para sustituirla.

Los enfrentamientos más ásperos los mantuvo con el exportavoz popular, Ramón Moreno, a quien llegó a llamar mezquino y miserable al sentirse insultada y difamada. Aunque confesó que le habían advertido de que estas comparecencias tenían mucho de "teatrillo", a Mateo le afectaban las pugnas de manera visible.

En su última rendición de cuentas, advirtió de que en el momento en que hubiera un nuevo Gobierno presentaría su dimisión inmediata. Algo que a día de hoy no parece fácil.

"No voy a desear seguir aquí a costa de lo que sea", sostuvo en el Congreso, donde recordó que había aceptado el cargo por un periodo corto de tiempo de dos o tres meses y que sus deseos pasaban por regresar a cultivar su jardín.

Para comprobar si cumple o no su promesa de abandonar el cargo, antes tendrá que conformarse un nuevo Ejecutivo. Y, en cualquier caso, para sustituirla hará falta que el Parlamento trabaje a pleno rendimiento para finalizar la renovación del Consejo de Administración de RTVE.

 Pero tras perder su valedor Pedro Sánchez la segunda votación de la investidura este pasado jueves, la interinidad de Mateo se podría alargar hasta septiembre hasta septiembre. Y si vamos a nuevos comicios, quizá se tome los turrones en Torrespaña. Si no se harta antes, claro.