EL MIÉRCOLES, 26, EN TV-3

Quim Masferrer: "El especial de Benifallet es un 'vuelve a casa por Navidad'"

'El foraster' regresa al pueblo donde inició su andadura en el 2013 para visitar a personajes tan entrañables como la pareja de ancianos que bailaba en el salón de su casa y los niños que pescaban en el Ebro

GEORGE Y ÈRIC , DE BENIFALLET, EN 'EL FORASTER?

GEORGE Y ÈRIC , DE BENIFALLET, EN 'EL FORASTER? / periodico

INÉS ÁLVAREZ

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Durante un tiempo parecía que El foraster no llegaría a cumplir su quinto aniversario, pero una providencial inyección económica ha permitido que pueda celebrarlo. Y qué mejor manera que con un especial. Por  lo que Quim Masferrer y su equipo se desplazaron hace tres semanas a Benifallet (Baix Ebre), el primer pueblo que visitaron aquel verano del  2013, para saber qué era de aquellas personas que inauguraron su carpeta de amigos.  El resultado de ese viaje a la nostalgia se podrá ver el miércoles, 26, en TV-3 (21.55). 

"Benifallet era el primer programa de El foraster y había muchas dudas de si gustaría o no, de si nos encontraríamos con la complicidad de la gente. Volver cinco años después ha sido algo muy especial", rememora Quim Masferrer, que lleva todo ese tiempo recorriendo esa Catalunya en miniatura para recolectar las enormes historias humanas que contienen. "He tenido la sensación de que iba a ver a unos amigos", añade.

Los ancianos enamorados

Entre ellos se encontraban Miquelet  y Cinteta, aquella entrañable pareja de ancianos que bailaba el Para que no me olvides en el salón de su casa. " El Miquelet tiene ahora 94 años. A esas edades, cinco años se nota. Pero siguen con el mismo amor", asegura Masferrer, a quien le emociona la manera en la que le recibieron. "Como a un amigo, no como al tío que llegó allí hace cinco años al pueblo. Al final me preguntaban más cosas ellos más a mí que yo a ellos", dice.

Aunque a quien más se le nota el paso del tiempo es a George y Èric, aquellos niños que pescaban a la orilla del Ebro. "Tenían 13 y 14 añitos y ahora tienen 19, ya son adolescentes. Y ves la diferencia, no solo por lo que te explican, cosas de su edad, sino también físicamente. Èric ha dado un estirón y ya es un hombre", se admira.

Sin monólogo

Por lo que explica Masferrer, más que nunca habrá que tener la caja de clínex bien cerca. "El foraster se caracteriza por tener esa mezcla de humor y sentimientos, pero este tiene mucho más de sentimiento, ya que no hay monólogo". Aunque seguro que el humor no faltará, porque mucho tendrían que haber cambiado las cosas para que Manolo, que hace cinco años confesaba que veía porno con su mujer y que le gustaban los pechos, no provoque de nuevo la carcajada. "Humor siempre hay. Y no echaremos de menos el monólogo", asegura.

Y es que si algo tiene un especial, es que es eso, especial. También su estructura. "Este programa lo disfrutará tanto el telespectador que haya visto aquel programa como el que no, porque mostraremos fragmentos de entonces y ahora repetiremos secuencias idénticas". "Es un programa mucho de 'vuelve a casa por Navidad'", resume. "Porque Benifallet ya es un poco como mi casa, por ser el primer pueblo que visité, y porque cuando grabábamos había árboles de Navidad y luces".

Lugar para la nostalgia

Llegado a este punto, Masferrer se deja llevar por la nostalgia: "El tiempo pasa para todos.  Yo hace cinco años no era padre y ahora tengo una niña de 3 años y medio y me ha cambiado la vida. Ahora estar tres días fuera para grabar lo veo de otra manera. Este es un programa que tiene esa cosa nostálgica de ver cómo pasa el tiempo, de ver cómo nos hacemos mayores".

Y de comprobar que "los pueblos se quedan y nosotros iremos pasando". "Benifallet sigue teniendo la misma iglesia, la misma plaza, pero los niños que juegan allí ya no son los mismos de entonces. Yo he hablado con pequeños de 5 años que no habían nacido cuando El foraster pasó por allí", apunta. "Es un programa lleno de vida. Estamos muy contentos", concluye.

Tanto casi como del especial de La Mina, especial de La Minaque les ha valido el Premio FAGIC 2018. "Nos lo dio la Federació Catalana de Associacions Gitanes de Catalunya, en un acto en la SGAE. Fue muy emocionante. Había gente de la comunidad gitana de muchos sitios y me acompañó mucha gente del equipo, que no se lo quiso perder".  "Además, que se lo hayan dado a un payo... El foraster ha recibido muchos premios, pero este es uno de los que más ilusión me ha hecho", asegura.