tú y yo somos tres

«Lo miraremos todo, oiga, ¡todo!»

FERRAN MONEGAL

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Vertiginosa jornada de entrevistas en TV-3. Por la mañana, José Montilla. Por la noche, Artur Mas. O sea, a Josep Cuní le ha tocado el president saliente y Mònica Terribas se ha reservado al president entrante para ella sola. ¡Ah! Ventajas de ser periodista y directora, las dos cosas a la vez. De la entrevista de los Matins resaltemos un momento, un instante, una pregunta de notable calado y de retorcida trastienda. Dijo Cuní, afilando el colmillo de la interpretación más maquiavélica: «¿Ha sido el PSOE el que ha orquestado buena parte de la tormenta perfecta contra el PSC?». O sea, ¿han sido ZP y su élite de fontaneros más próximos los que se han puesto a soplar desde la sombra para generar un vendaval que ayude a tumbar ese incómodo tripartito, tan insoportablemente lleno de independentistas confesos? ¡Ah! Es una interpretación tremenda. De ser cierta sería el súmum de la recontraestrategia. Y Montilla, imperturbable como siempre, contestó: «En absoluto. No busque usted culpables donde no los hay. Yo no señalaré a un tercero para disimular mi responsabilidad. ¿Quién ha sido responsable? Pues mire, yo más que nadie». O sea, aquí tienen ustedes mi cabeza: hagan con ella lo que quieran. Lo cual no deja de ser un notable gesto, una rareza resaltable, que en política se da pocas veces.

La entrevista de Mònica Terribas con el president in pectore, fue otro tipo de ejercicio, también muy virtuoso, sobre todo por el clima que imprimió la entrevistadora. Nada más comenzar, la directora de TVC exclamó: «Siete años esperando este momento y mire, cuando llega, ¡en la caja no hay ni cinco céntimos!» Y añadió, con un ímpetu muy contundente: «Ya lo ve: España no sabe si la van a tener que rescatar, el Estatut tumbado por el Constitucional, y el concierto económico se lo tendrá usted que pintar al óleo». ¡Ah! Qué arranque, qué comienzo. No eran preguntas lo de Mònica: eran terroríficos argumentos, como diciendo: ¡mire usted que mal se lo han dejado los salientes! Y claro, Artur Mas sonreía, y se dejaba mecer, y hasta tuvo que frenarla un poco, diciéndole: «¡Vaya, me lo pinta usted muy negro!». El momento más bonito, no obstante, surgió cuando la entrevistadora le fue enumerando posibles maneras de eliminar gastos. Mas la dejo explayarse, pero al final le soltó: «Esta casa, TV-3, también depende de los presupuestos públicos ¿eh? Y nosotros nos lo miraremos todo, oiga, ¡todo!». ¡Ahh! Socorro.