tú y yo somos tres

Omaira, sin saberlo, cambió la tele

FERRAN MONEGAL

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Ha evocado Informe semanal(TVE-1) la tragedia que ocasionó el volcán Nevado del Ruiz. Han pasado 25 años de aquel drama. Y naturalmente han vuelto a poner aquellas desgarradoras imágenes que grabó el cámaraEvaristo Canetede la niñaOmaira,que permaneció sumergida durante más de 70 horas, con el agua hasta la barbilla, hasta su muerte. DecíaCanete,hoy todavía impresionado, hoy todavía tocado por aquel desgarrador suceso:«No sé si aquello fue periodístico o no fue periodístico. No me lo planteé».O sea, grabó lo que vio, que es lo que tenía que hacer como periodista, como cámara, como informador. Sin trampa, sin manipulación, sin aditivos para aumentar la expectación. Lo que ocurrió después de aquellas 70 horas es algo que escapa aCanetey que ha significado un antes y un después en los tratamientos televisivos de los sucesos. Los grandes pájaros que diseñan el modo, la manera de informar desde la televisión, comprendieron entonces, enseguida, que lo ideal para conseguir audiencias fabulosas no era tanto enseñar una muerte, sino mostrar la agonía del ser humano hasta llegar a ella.

Este suceso deOmaira,encallada en la ciénaga y el lodo, durante horas y horas, despertó una ilusión bárbara entre el aquelarre de cuervos. Por primera vez, la tele retransmitió una agonía en directo, y no con final feliz, sino de muerte, que es el colofón ideal para provocar un buen impacto en la audiencia. A partir delcasoOmaira la tele cambió el modo de enfocar los sucesos. Y en una enfermiza búsqueda, se ha intentado reproducir el modelo, buscando -muchas veces fabricando- másOmairasconstantemente.

Eso ha producido, y produce, intolerables maneras de escarbar en la intimidad de moribundos, de accidentados, de víctimas, tratados sin respeto, sin ética ni estética, perforados por las cámaras para conseguir adicción al morbo.

SAHARAUIS.-En esteInforme semanal abordaron también la reciente masacre del campamento saharaui cercano a El Aaiún. Potente documento: nos enseñaron, sin reservas, cómo se las gasta Marruecos. Pero ha tenidoInforme semanalgran interés en comunicarnos que«España cedió, en 1975, sus responsabilidades en el Sáhara a Marruecos y Mauritania». Eso nos lo fueron repitiendo varias veces. O sea, comoPoncio Pilatos, el Gobierno de España se lava las manos. Tranquilamente.