Auge de la IA

Elon Musk demanda a OpenAI, creadora de ChatGPT, por anteponer sus beneficios económicos al "bien de la humanidad"

ChatGPT: un año del asombro que ha propulsado la fiebre de la IA

El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, comparece ante el Congreso de EEUU

El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, comparece ante el Congreso de EEUU / Elizabeth Franz (Reuters)

Carles Planas Bou

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Semana complicada para OpenAI. En los últimos días, la compañía responsable de ChatGPT ha sido demandada en hasta cuatro casos distintos que van desde la presunta violación de los derechos de autor al incumplimiento de acuerdos contractuales y prácticas desleales.

El último en acudir a la vía judicial ha sido Elon Musk. Este jueves, el magnate tecnológico presentó una denuncia contra OpenAI, su consejero delegado, Sam Altman, y su presidente, Greg Brockman, acusándoles de incumplir el pacto que cerraron al fundar juntos este laboratorio de inteligencia artificial (IA) en 2015.

En sus inicios, la 'startup' se definió como una organización de código abierto y sin ánimo de lucro cuya misión era abogar por el desarrollo de esta tecnología en "beneficio de la humanidad". Musk abandonó el consejo de administración de OpenAI en 2018. Un año después, la empresa puso a Altman al frente y abrió una filial con ánimo de lucro.

2019 fue un año de importantes cambios para OpenAI. Y es que Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares en ella. A principios de 2023, y con ChatGPT convertido ya en un fenómeno global, el gigante informático añadió otros 10.000 millones a su inversión e integró la IA generativa en su negocio, estrategia que le ha permitido superar a Apple para convertirse en la compañía más valiosa del mundo.

Para el hombre más rico del mundo, priorizar la búsqueda de beneficios al desarrollo seguro de la IA supone una violación de su acuerdo fundacional. "OpenAI se ha transformado en una filial de facto de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft", señala la demanda.

La demanda de Musk tiene otra razón de ser. Y es que en ella, el magnate afirma que OpenAI ha alcanzado el umbral de la Inteligencia Artificial General, un concepto que obsesiona a Silicon Valley y que imagina un escenario en el que las máquinas superan las capacidades humanas. Musk considera que el hecho de que esa IAG no sea de acceso abierto supone un peligro.

Medios contra OpenAI

OpenAI afronta otros litigios. El miércoles se supo que otros tres medios de comunicación han demandado a la compañía, alegando que infringe los derechos de autor al usar sin consentimiento ni retribución económica contenidos protegidos como sus artículos para entrenar su modelo de IA. Según los pleitos presentados por The Intercept, Raw Story y AlterNet, ChatGPT reproduce "textualmente o casi textualmente obras periodísticas protegidas por derechos de autor sin proporcionar información sobre el autor, el título, los derechos o las condiciones de uso contenidas en dichas obras".

No es el primer así y tampoco será el último. A finales de diciembre, The New York Times presentó una demanda similar contra OpenAI y también contra Microsoft acusándolas de "copiar ilegalmente" millones de sus artículos para entrenar el modelo de lenguaje que permite al popular chatbot responder a las preguntas de los usuarios. La Asociación Medios de Información (AMI), representante de la industria mediática en España, apoyó esa demanda por "utilización indebida" de sus contenidos periodísticos.

Preguntado por ello, Altman explicó en Davos que OpenAI está "dispuesta a pagar por la información (...) por utilizar los textos que entrenan nuestros modelos algorítmicos". Un mes antes, la 'startup' llegó a un acuerdo económico con el gigante mediático alemán Axel Springer para poder usar sus contenidos.

Investigación abierta

Esta semana también se ha sabido que la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) investiga a OpenAI desde el pasado noviembre, como adelantó The Wall Street Journal. Fue entonces cuando el consejo de administración de la compañía destituyó por sorpresa a Altman, acusándole de "no ser sincero en sus comunicaciones". Tras varios días de quejas de empleados y accionistas, Altman fue restituido y se anunció un nuevo consejo de administración temporal. La SEC quiere determinar si se engañó a los inversores. Según The Washington Post, OpenAI anunciará los nuevos miembros de la junta durante el mes de marzo.