Violencia sexual

El masajista denunciado por violar a vecinas de La Bisbal: "Lo que pasa aquí, se queda aquí"

Cinco mujeres, algunas menores de edad, han denunciado por agresión sexual a Francesc C.P. y sus familias piden al resto de afectadas que se animen a acudir a los Mossos

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Garaje dentro del que está el despacho del investigado

Garaje dentro del que está el despacho del investigado / El Periódico

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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"Lo que pasa aquí, se queda aquí". Cuando una de las dos mujeres recuerda estas palabras que el masajista Francesc C.P. pronunció poco antes de agredirla sexualmente en su despacho de La Bisbal d'Empordà, la otra asiente y confirma que también a ella le dijo lo mismo. En la entrevista que ambas mantienen con EL PERIÓDICO, describen una forma de actuar de su supuesto violador demasiado similar. La primera denunciante refiere una agresión sexual ocurrida en junio de 2022, cuando acababa de cumplir los 15 años. La segunda detalla hechos acaecidos en junio de 2016, cuando tenía 34. Hay otras tres denunciantes, según fuentes policiales. Pero sospechan que son más. Por eso han promovido esta noticia: para animarlas a denunciar. Para que ocurra lo opuesto a lo que ordenó el presunto violador, y todo lo que ha pasado en ese despacho salga de ese despacho.

La primera denuncia

En junio de 2022, los padres de la primera denunciante, debido a la carga de entrenamiento que arrastraba su hija, buscaron a un especialista para tratar sus contracturas musculares. No hizo falta ir demasiado lejos: ese matrimonio tenía otro hijo, algo mayor, que salía con la hija del investigado. Francesc C.P.. Más conocido con el sobrenombre de 'Neke', Francesc C.P. es un vecino de La Bisbal de 52 años, casado y con hijos, arraigado en el municipio y vinculado a entidades sociales y al club de básquet.

No es fisioterapeuta pero, esgrimiendo un título no homologado, ha ofrecido durante casi dos décadas sus supuestos conocimientos de masajista a vecinas de La Bisbal atendiéndolas en su despacho. A los padres de la primera denunciante les pareció una buena idea que su hija fuera con 'Neke'.

Despacho en el garaje

Durante las tres primeras citas, el padre de la chica estuvo presente en las sesiones. Cuenta que la consulta es una construcción rectangular encajada al final del garaje de la vivienda familiar, que no tiene ventanas, que está iluminada con una lámpara de sal y que durante los masajes pone música de relajación. El padre no pudo acompañar a su hija a la cuarta sesión. 

En esta última, 'Neke' retuvo a la adolescente durante más de dos horas. "Te daba hora para comenzar pero nunca sabías cuánto iba a durar la sesión", explica su padre, que añade que el presunto violador ordenaba que nadie llamara a la puerta de su despacho bajo ningún concepto mientras él estuviera atendiendo a alguna mujer. 

"No cuentes nada"

La menor prefiere no concretar qué sucedió durante la cuarta sesión pero sí asegura a este diario que 'Neke' la obligó a desnudarse por completo, a pesar de su oposición, y también afirma que le hizo tocamientos en sus zonas íntimas. Añade que se resistió activamente y que llegó a forcejear con él para tratar de impedírselo.

Después, señala que el supuesto masajista se ausentó un instante tras la supuesta agresión para ir al baño y la dejó sola en el despacho. Cuando regresó, terminó con una sesión que volvió a ser más o menos normal. El propio 'Neke' fue quien la llevó de regreso a su casa en coche, un trayecto durante el que le repitió insistentemente que no debía contar nada, que no quería problemas y que era un secreto que ambos se llevarían a la tumba. La menor, para que le dejara salir del coche, prometió no decir nada. Pero ya había tomado la decisión de contarlo en casa. Cuando encontrara la manera de hacerlo. 

"Algo que marcará nuestra vida"

Los padres la vieron llegar cansada del masaje, y abatida anímicamente. "Pero no imaginamos en ningún caso lo que había pasado", lamenta el padre. La chica se marchó de colonias dos días después y regresó al cabo de una semana. Al volver, le contó lo que había sucedido a su madre. "Mi mujer me llamó para avisarme. Me dijo que iba a contarme algo horrible que iba a marcar nuestra vida", recuerda el padre, que, en presencia de la menor, subraya lo mucho que sufrió hasta que se animó a explicarlo: 'Neke' era el padre de la novia de su hermano mayor y ella no quería hacerles daño.

El matrimonio, conmocionado por el aviso de su hija, habló con el abogado Carles Monguilod y este les animó a acudir a los Mossos, una decisión que tomaron bajo la presión añadida que imponen las dimensiones reducidas de La Bisbal. Por ejemplo: el mismo día que formalizaron la denuncia, 'Neke' y la madre de esta denunciante coincidieron en un acto escolar. Esta familia ha debido afrontar desde entonces una situación compleja, que ha salpicado a muchas víctimas secundarias, también del entorno del denunciado. "Pero volveríamos a hacerlo", insiste el padre, que pide al resto de víctimas que alcen la voz: "Por nuestros hijos, tenemos el deber de hacerlo". 

La segunda denuncia

La segunda denunciante, representada por el abogado Ernest Plaja, supo por una vecina de La Bisbal que una chica había denunciado finalmente al masajista. "Pues la chica dice la verdad, a mí me pasó lo mismo", respondió a la vecina, en una reacción que suponía revelar por primera vez un mal recuerdo que había guardado "en un cajón" en junio de 2016. 

"Tenía dolores en la espalda y mi compañero me dijo que conocía a 'Neke' del club de básquet", explica a este diario. Igual que relata la familia de la primera denunciante, también esta segunda terminó en el despacho de este todavía presunto violador por consejo de su entorno más cercano. Ella fue con este investigado en dos ocasiones, durante las que él le pidió como al resto que se desnudara del todo, una orden que la mujer, que entonces tenía 34 años, no aceptó, aunque sí accedió a quitase el sujetador mientras estuviera boca abajo. En la segunda sesión, según recoge su denuncia, 'Neke', mientras masajeaba sus piernas, se quitó su camiseta, se recostó sobre ella y comenzó a respirar libidinosamente. Después, por sorpresa, le introdujo un dedo en la vagina. 

Puerta cerrada con llave

La mujer asegura que se levantó de golpe, vio que había cerrado la puerta del despacho con llave y que la llave no estaba en la cerradura, tuvo un ataque de pánico, creyendo que no tenía forma de salir de allí, y se puso a llorar. 'Neke' la manipuló para acallarla: la abrazó por la espalda y, después, la convenció para recostarla de nuevo y acabar masajeándole los pechos y diciéndole que eran "muy bonitos". "Cuando terminó, le dije que todo estaba bien, para que me dejara salir", finaliza su relato para este diario, presa de las lágrimas. Tanto a esta mujer como a la menor, el masajista les escribió whatsapps durante los días siguientes para asegurarse de que no dijeran nada.

"Yo no me atreví a denunciarlo", lamenta la segunda mujer. "Pensé que solo me habría pasado a mí. Ahora me arrepiento tanto", dice mirando a la chica y a su padre, torturada por el pensamiento de que una denuncia en 2016 quizá hubiera podido impedir algunas de las agresiones posteriores. "Tú necesitabas hacer tu proceso y ahora has denunciado", la consuela y le agradece el padre.

Tras informar 'La Vanguardia' de la detención de 'Neke' tras la primera denuncia de la menor, en abril de 2023, aparecieron dos víctimas más, la segunda denunciante entre ella. Actualmente, tal como avanzó la ACN, hay cinco denuncias aunque una de esta atañe a hechos ya prescritos. El investigado se encuentra en libertad y el abogado Monguilod tratará de unificar todas las denuncias en una causa única que busca el testimonio de más víctimas que rompan el hechizo del "lo que pasa aquí, se queda aquí" que ha prevalecido durante tantos años en La Bisbal.

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