Sant Feliu de Guíxols

Condenado a 15 años de cárcel por intentar matar a un matrimonio por tener una mala relación vecinal

El procesado, armado con dos navajas, atacó al matrimonio "a traición"

Fachada del Palau de Justícia de Girona, sede de la Audiencia Provincial.

Fachada del Palau de Justícia de Girona, sede de la Audiencia Provincial. / El Periódico

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La Audiencia de Girona ha condenado a 15 años de cárcel al acusado de intentar matar a una pareja a navajazos en medio de la calle y a plena luz del día en Sant Feliu de Guíxols. La sentencia concluye que el procesado y las víctimas eran vecinos y llevaban tiempo con una "mala relación". El día de los hechos, el acusado, armado con dos navajas, se escondió y esperó a que la pareja regresara a su domicilio ya que sabía que habían salido. Al verlos llegar, se "abalanzó" hacia ellos y les atacó a traición: "No tuvieron posibilidad alguna de defenderse". Las víctimas sufrieron heridas que pusieron en grave riesgo sus vidas. Finalmente ha sido condenado como autor de dos delitos de asesinato en grado de tentativa con la atenuante de anomalía psíquica.

Al término del juicio, el fiscal Víctor Pillado mantuvo la petición de 22 años y 6 meses de cárcel. La defensa sostenía que el procesado actuó sin intención de matar y solicitaba 3 años de cárcel por dos delitos de lesiones con las atenuantes de anomalía psíquica y de reparación del daño, porque antes del juicio el procesado consignó 24.000 euros para hacer frente a las indemnizaciones.

La sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona expone que las víctimas y el acusado eran vecinos puerta con puerta y que tenían "mala relación desde tiempo atrás". El mediodía del 30 de enero del 2022, la pareja acudió a un bar cercano a tomar un vermut, una costumbre que su vecino conocía.

"Decidió esperar a la pareja escondiéndose en un lugar que le permitiera no ser visto por las víctimas y que le garantizaba un ataque fácil cuando aparecieran de vuelta a su casa", declara probado el tribunal. El acusado, Antonio Correa, iba armado con dos cuchillos (uno con una hoja de 12,8 centímetro y el otro de 12). Su objetivo, según la sentencia, era "acabar con la vida de ambos".

El matrimonio volvía a casa sobre las 12.30 horas, Cuando estaban a pocos metros de la puerta de entrada, y "ejecutando el plan concebido previamente", el procesado se "abalanzó" contra ellos "por sorpresa": "No podían imaginarlo y no tuvieron ninguna capacidad de poder defenderse". El acusado, concluye el tribunal, llevaba una navaja en cada mano y atacó a la pareja apuñalándola en diferentes partes del cuerpo. El hombre pudo repeler el ataque y retener al acusado en el suelo evitando que continuara la agresión

Como resultado del ataque, la mujer recibió al menos cinco cuchilladas en el codo, la ingle, la clavícula y la zona intraescapular. Tuvieron que trasladarla de urgencia al hospital, donde permaneció tres días ingresada en la UCI y otros cinco en planta. Le han quedado, como secuelas, diversas cicatrices y un trastorno relacionado con el estrés postraumático.

El hombre tenía al menos siete heridas causadas por un arma blanca en brazos, en el glúteo, el muslo, el codo y el pecho. También tuvieron que llevarlo al hospital. Estuvo allí ingresado tres días y también le han quedado secuelas tanto físicas como psíquicas. La Audiencia expone que en el juicio, las forenses explicaron que algunas de las heridas tanto del hombre como de la mujer supusieron "un riesgo vital muy importante".

Afectación "leve"

El tribunal aprecia la atenuante de anomalía psíquica al acusado porque, aunque tenía "perfectamente conservada su capacidad cognitiva" en el momento de los hechos, sufre un trastorno de personalidad Clúster A y un trastorno del estado de ánimo que "alteró levemente su capacidad de obrar".

La sentencia no se cree la versión del acusado, que aseguró en el juicio que fue atacado previamente por el el matrimonio. Según su relato, se limitó a defenderse y no recordaba haberlos apuñalado. También dijo que sólo llevaba una navaja y se desvinculó de la otra arma. La Audiencia subraya que esta versión queda "refutada de forma contundente" por las periciales que localizaron ADN del procesado en ambas armas o los informes de las forenses que determinaron que las heridas que tenía en sus manos tienen las mismas características que cuando se hace servir un cuchillo para apuñalar a alguien.

La sección tercera impone a Antonio Correa 15 años de cárcel por dos delitos de asesinato en grado de tentativa con la atenuante de anomalía psíquica. Además, le prohíben acercarse a menos de 500 metros de las víctimas o comunicarse con ellos durante 10 años, al tiempo que permanecerá en libertad vigilada.

En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la mujer con 41.697 euros y al hombre con 41.352. También tendrá que pagar 11.737 euros al Institut Català de la Salut (ICS) por los gastos de la asistencia sanitaria a las víctimas.

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