Estudio del Instituto Guttmann

El 15,8% de las personas con discapacidad afirman sentirse "aisladas"

Sin ascensores, rampas o elevadores: 100.000 personas en España viven atrapadas en sus casas

Discapacidad y transporte: "Está usted cometiendo un fraude. Se tiene que bajar del tren"

Una mujer en silla de ruedas.

Una mujer en silla de ruedas. / Shutterstock

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Un 15,8% de las personas con discapacidad asegura sentirse aisladas y un 17,3% percibe que las personas "están a su alrededor, pero no con ellas". Así lo revela un informe elaborado por el Institut Guttmann a partir de los datos recogidos durante dos años de una cohorte de más de 2.000 personas con discapacidad residentes en España y Andorra. El estudio apunta que "numerosas barreras" disminuyen "significativamente" la calidad y la cantidad de la participación en sociedad de las personas con discapacidad y pone de manifiesto factores tradicionalmente poco conocidos, como la percepción de soledad y de aislamiento social y la poca capacidad de decisión sobre el tiempo libre, entre otros.

El 53,1% de encuestados afirman que no pueden elegir cómo pasar su tiempo libre

PARTICIPA es un estudio de investigación social que lleva más de dos años recabando información sobre la situación de la discapacidad en España. Los participantes son personas mayores de edad, residentes en España y Andorra y con una edad media de 51,6 años. Un 58% de la cohorte son mujeres y la discapacidad más frecuente es la física (59%), seguida de la pluridiscapacidad (17%), la intelectual (7%) y la visual (6%).

Según el estudio, el 53,1% de los participantes no pueden elegir cómo pasar su tiempo libre. Lo dificulta, por ejemplo, las barreras de acceso a la vivienda, no sólo la propia. Esto, de paso, se traduce en que el 13,6% de los participantes aseguren que nunca o casi nunca encuentran compañía cuando lo desean.

"Estos resultados derivan de una realidad, que es que la discapacidad se construye socio-espacialmente, de modo que tanto el entorno físico como el interpersonal pueden situar fuera de lugar a aquellos sujetos que no se adaptan al estándar ideal humano, que generalmente es un hombre, blanco, con elevado nivel socio-económico y sin discapacidad", expone Blanca Cegarra, socióloga e investigadora del proyecto.

"Agravio económico"

Los resultados del proyecto indican que los ingresos mensuales medios por persona son de 1.050 euros aproximadamente, equiparable a los 1.022 euros de renta media de los españoles, según datos de 2021. Unos ingresos que suponen un "agravio económico" porque las personas con discapacidad deben afrontar gastos añadidos por rehabilitación u otras terapias. En este sentido, un estudio de 2019 del Ayuntamiento de Barcelona situó en 27.398 euros anuales el sobrecoste de vivir en la ciudad para las personas con discapacidad.

Los ingresos mensuales medios (de 1.050 euros) suponen un "agravio económico" porque las personas con discapacidad deben afrontar gastos añadidos

Esta reducción del poder adquisitivo, indican los investigadores, es sólo una parte de la "cascada de barreras" a las que se enfrentan las personas con discapacidad. PARTICIPA revela que el 71,7% manifiesta dificultades de acceso al espacio público, y el 64% se topa con barreras en el transporte de corta distancia. "Esto ocurre incluso cuando el transporte se considera accesible, ya que las medidas no siempre funcionan o son insuficientes, a lo que hay que añadir barreras sociales como que los espacios reservados para personas con movilidad reducida se utilicen para colocar el equipaje", matiza Cegarra.

El 71,7% manifiesta dificultades de acceso al espacio público y el 64% se topa con barreras en el transporte de corta distancia 

Esta carencia de un transporte adecuado afecta de forma transversal a todos los ámbitos de la vida de la persona. Por ejemplo, el estudio demuestra que es una barrera relevante para acceder o mantener trabajo: una de cada tres personas considera que su medio de transporte no es suficiente para conservar un trabajo y ser un trabajador responsable.

También en el ámbito laboral, un 74% considera que el dolor derivado de la discapacidad dificulta su capacidad para trabajar. "Ante esta situación, se requiere un mercado de trabajo accesible e inclusivo que permita a las personas con discapacidad la oportunidad de tener un empleo alejado de las exigencias productivistas", denuncia Cegarra. Sobre todo porque, añade, "la persona puede encontrarse en un círculo vicioso que se retroalimenta: por ejemplo, si tienes problemas para desplazarte y por eso no trabajas, puedes generar menos ingresos y no tener los soportes necesarios, lo que repercute en la que realices menos actividades culturales y de ocio y, por tanto, disfrutes de menos relaciones sociales".

Por último, el estudio manifiesta la falta de apoyos para poder llevar a cabo una vida independiente. Los resultados demuestran que no sólo hay dificultades de acceso a la vivienda, sino que, además, el principal apoyo para las actividades del día a día es la familia y sin contar con financiación pública, lo que puede imponer una dependencia de familiares o personas del entorno más cercano. De hecho, 2 de cada 3 participantes (65,9%) considera que las decisiones políticas y servicios inadecuados hacen su vida más difícil.