Bajada de la sexualidad

El sexo se desploma en Francia: el 30% de los jóvenes no tuvieron relaciones sexuales en todo 2023

Solo el 43% de los franceses dice hacer el amor una vez cada semana, el nivel más bajo en los últimos 50 años

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La práctica sexual entre los franceses se encuentra en el punto más bajo de los últimos 50 años.

La práctica sexual entre los franceses se encuentra en el punto más bajo de los últimos 50 años. / AFP

Enric Bonet

Enric Bonet

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“¿Es realmente un problema?”, se pregunta Clementine, de 24 años. Eran las tres de la tarde del viernes y esta estudiante de cine tomaba el sol en el Puente de las Artes. Pocos sitios ilustran mejor el cliché de París como “ciudad del amor” que este puente de madera, sublimado por Julio Cortázar en 'Rayuela' y que en las últimas décadas ha sido víctima de lo kitsch con la moda de colgar candados como símbolo de afecto y unión. Liberado de ese romanticismo cutre desde 2015, el Puente de las Artes sigue siendo un lugar agradable y jovial. Allí Clementine, junto con dos amigos, se pusieron rápidamente a debatir sobre uno de los temas de moda en el país vecino: los franceses practican cada vez menos sexo.

“Con las aplicaciones de citas y las redes sociales, hay demasiado donde elegir y uno ya no logra concentrarse en una sola persona”, especula Lucas, de 22 años y estudiante de Derecho, sobre uno de los posibles motivos de este fenómeno. “Es cierto que mis estadísticas no están en su mejor nivel”, reconoce Olympe, de 21 años, insinuando que lleva un buen tiempo sin hacer el amor. “¿Pero esto es realmente un problema?”, añade Clementine, quien ve en el feminismo una de las posibles explicaciones: “Ahora las mujeres nos preguntamos mucho más si queremos acostarnos con alguien. Antes había mucha más presión”.

¿Francia sufre una recesión sexual? Así lo apunta un reciente sondeo que hizo correr ríos de tinta en el país vecino. Solo el 43% de los franceses asegura hacer el amor una vez cada semana, según un estudio del instituto IFOP. Este porcentaje no solo resulta 15 puntos inferior al mismo dato en 2009, sino que representa el nivel más bajo en los últimos 50 años. La caída de la sexualidad se refleja de manera cristalina entre los jóvenes. Cerca del 30% de quienes tienen entre 18 y 24 años no se acostaron con nadie en 2023. Y el 43% de los menores de 30 años afirma que podría vivir con alguien sin mantener una vida sexual.

El feminismo, ¿el principal factor?

El fenómeno de la “recesión sexual” —un concepto que ya apareció en la prensa estadounidense desde 2018— no resulta exclusivo de Francia, pero ha tenido una especial repercusión en la prensa gala. La sociedad francesa "da una gran relevancia a la sexualidad, la considera el cemento de la pareja y algo central para una vida placentera”, recuerda la periodista Quitterie Chadefaux, presentadora del pódcast 'La chose étrange' sobre educación sexual. Por este motivo, “hay un gran pánico, sobre todo entre los adultos”.

Curiosamente, esta especialista en temas de sexualidad considera positivo este fenómeno. Los franceses tienen cada vez menos sexo, pero mejor, según ella. “Algunos dicen que todo esto es culpa del feminismo, pero creo que es gracias al feminismo que podemos repensar el deseo y el acto de compartir. Y así descubrir una mejor sexualidad”, sostiene Chadefaux. Los expertos coinciden con que el #MeToo y la irrupción del debate del consentimiento —algo de lo que privaron a las mujeres durante siglos— representan un factor clave. 

“Actualmente, ser una mujer libre es sinónimo de decir que no”, recuerda la sexóloga Marie Bareaud. Esta especialista con una clínica en Nantes tiene una mirada más crítica sobre esta tendencia. “Me encuentro en mis consultas con muchos hombres que me dicen que quieren ser más respetuosos con las mujeres, pero que no saben cómo hacerlo”, explica a EL PERIÓDICO. “No creo que sea deconstruyendo a los hombres que haremos más felices a las mujeres. Lo que necesitamos es reconciliarlos”, añade.

10 hombres por cada mujer en Tinder

Además de la revolución feminista, las aplicaciones de citas y la pornografía forman parte de las múltiples explicaciones. Por un lado, los Tinder y sucedáneos han convertido en “algo desagradable” el hecho de ligar: “Hay diez hombres por cada mujer y eso genera frustración tanto en unos como otros”, afirma Aurore Malet-Karas, doctora en Neurociencia y terapeuta de parejas. Por el otro, la pornografía no solo ejerce como reemplazo virtual, sino que también ha provocado cierto hartazgo. 

“Estamos pasando de un extremo al otro. De una sociedad muy sexualizada a otra en que aparecen personas asexuales que denuncian cierta saturación”, apunta Bareaud. Cuatro años después de la irrupción del covid-19, la dura experiencia de la pandemia también contribuye a esta tendencia. “Desde entonces, ha habido el doble de jóvenes con pensamientos suicidas”, recuerda Malet-Karas, sobre unas nuevas generaciones precarizadas “que tienen la cabeza más puesta en cómo llenar la nevera que en las relaciones íntimas”.

"Sufrimiento" y ultraderecha

La recesión sexual en Francia afecta por igual a los hombres que las mujeres, pero la percepción de ello cambia en función del género. El 60% de los hombres, según el estudio de IFOP, afirma vivir esta falta de sexo como un "sufrimiento", por solo el 30% de las mujeres. Esta frustración, sobre todo masculina, podría convertirse en un sentimiento político. De hecho, sectores de la ultraderecha intentan capitalizarla para seducir a los jóvenes.

A los clásicos 'coach' para ligar y los 'influencers' masculinistas y adictos al músculo, se le ha sumado otro fenómeno en Francia: los militantes de ultraderecha que se presentan como los últimos mohicanos del amor romántico. Es el caso de Thais d’Escufon, que hasta 2021 era la portavoz del grupo xenófobo Generación Identitaria —conocido por sus acciones impactantes, por ejemplo, en la frontera franco-española— y ahora se ha reconvertido en una exitosa 'youtuber' que se dedica a dar consejos de cómo ligar.

 “Las chicas prefieren a los chicos que son buenas personas y la mejor manera de conquistarlas es escucharlas. Vaya estupidez”, afirma esta rubia de rostro angelical y discurso radical en uno de sus vídeos en la plataforma, en la que cuenta con 200.000 abonados. La ultraderecha no desaprovecha las oportunidades para reorientar los debates sociales. Sobre todo si se trata de sacarle un rédito a las frustraciones.

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