Organización del tiempo

Así está la reforma horaria: "Hoy todos somos ya conscientes de que tenemos un problema con los horarios"

A la espera de la ley de usos del tiempo del Gobierno central, las administraciones catalanas impulsan diferentes políticas para favorecer el derecho al tiempo

¿Cómo será la reducción de jornada laboral? 5 fórmulas que ya aplican las empresas

Catalunya aborda la reforma horaria escolar y baraja que los institutos vuelvan a dar clase por la tarde

Madres con sus hijos, camino del colegio, en la Vila Olímpica. 

Madres con sus hijos, camino del colegio, en la Vila Olímpica.  / RICARD CUGAT

Montse Baraza

Montse Baraza

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El debate sobre los horarios con los que funcionamos como sociedad, y no solo en el trabajo o los hábitos de ocio, sino también en los centros educativos (sobre la mesa de la Conselleria d’Educació está revisar la jornada escolar), vuelve a estar de actualidad después de que Yolanda Díaz aludiera a los "irracionales" horarios nocturnos de la hostelería en España y con la jornada laboral de 37,5 horas sobre la mesa de negociación con los agentes sociales.

"En 2014 nadie hablaba de horarios ni de derecho al tiempo, hoy está en la agenda política y social"

Marta Junqué

— Time Use Initiative

“El debate lo hacemos fijándonos en la consecuencia, los horarios del ocio, pero estos vienen determinados porque tenemos horarios laborales tardíos”, advierte Marta Junqué, coordinadora de la Time Use Iniciative (TUI), la plataforma que desde su nacimiento en 2014 ha logrado poner en la agenda política y social los conceptos de ‘derecho al tiempo’ y ‘políticas del tiempo’. “En 2014 nadie hablaba de horarios, ni de derecho al tiempo ni de políticas del tiempo. Hoy las administraciones asumen el tema como propio y los ciudadanos también se lo plantean”, resume Junqué. 

El pasado febrero, sin ir más lejos, el Govern, ayuntamientos, empezando por el de Barcelona, la Diputación de Barcelona y la AMB renovaron su acuerdo para que el derecho al tiempo forme parte esencial de sus agendas. “Es un compromiso compartido”, subraya Núria Vergés, directora general de Cures y Organització del Temps de la Conselleria d’Igualtat de la Generalitat, que insiste en que la reforma horaria debe venir del impulso conjunto de las administraciones. 

"Veremos cambios. Vamos hacia un sistema con más tiempo para vivir"

Núria Vergés

— Conselleria d'Igualtat i Feminismes

¿Cuándo viviremos esos horarios racionales que nos permitan ejercer ese derecho al tiempo? "Parte dependerá de las leyes, y parte es cultural. Pero estamos en un momento crucial porque hoy ya todos somos conscientes de que tenemos un problema con los horarios", apunta Junqué.

En 2020, una encuesta del CEO reflejó que un 63,1% de catalanes estaba a favor de reformar horarios

Ese momento crucial se basa en tres factores: la ley de usos del tiempo que ultima el Gobierno central –y cuyo arranque es la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas- y que debería culminar en 2025 con la negociación con los agentes sociales-; los datos que saldrán a finales de este año de la Encuesta de Usos del Tiempo en Catalunya, que permitirá identificar necesidades, y la creciente conciencia social. A este último factor ha contribuido, apunta Junqué, “la pandemia de covid, el 'burn-out' colectivo y los jóvenes, que reivindican el derecho al tiempo”. 

En 2020, la encuesta que el Centre d’Estudis d’Opinió realizó tras el confinamiento reflejó, por ejemplo, que un 63,1% de catalanes estaba a favor de reformar horarios y mayoritariamente expresaban el deseo de tener más tiempo libre para la familia, amigos o aficiones personales. En esa misma encuesta, solo un 7,9% expresaba haber tenido problemas para adaptarse a los horarios reducidos que regían para los comercios durante el estado de alarma.  

"Hay empresas que han demostrado que es posible organizar la jornada de manera diferente sin perder productividad"

Sònia Ruiz

— Directora de Políticas del Tiempo del Ayuntamiento de Barcelona

Puesto el tema en la agenda, y a la espera de la ley de usos del tiempo, en Catalunya las administraciones llevan ya años aplicando políticas del tiempo. El Govern, que trabaja ya en un nuevo Pacto Nacional del Tiempo para Vivir, cuenta con la Red Catalana por el Derecho al Tiempo, de la que forman parte empresas, sindicatos, entidades y municipios, y que busca visibilizar que el cambio es posible. Un ejemplo son aquellas empresas que adoptan organizaciones flexibles y compatibles con la conciliación.

De esto tienen experiencia en el Ayuntamiento de Barcelona, que tiene en marcha desde 2006 la red de empresas Nus, que suma ya 150 empresas. "Han demostrado que es posible organizar la jornada de manera diferente sin perder productividad. Los trabajadores ganan en flexibilidad, están más satisfechos y eso redunda en la empresa", resume Sònia Ruiz, directora de Políticas del Tiempo del consistorio.

Tiempo para liberar a cuidadoras

Una de las ramas importantes de las políticas del tiempo son los cuidados. Una labor, la de los cuidados, que recae básicamente en las mujeres, que suman a veces trabajo remunerado y trabajo no remunerado y quedan sin tiempo personal. Para que ellas tengan más tiempo propio tanto desde la Conselleria d’Igualtat i Feminismes, como desde el Ayuntamiento de Barcelona o desde la Diputación tienen en marcha diversos programas. Por citar algunos, el programa ‘Temps per Cures’ de Igualtat ha permitido liberar 11 millones de horas que las mujeres dedican a cuidados y hasta 2022 ha atendido a 388.000 niños y niñas. Ello ha sido posible a través de la financiación de canguros municipales, de ‘casals’ o de acogidas. Las mujeres beneficiadas han podido sacar tiempo para formarse o para hacer gestiones cotidianas.

El programa 'Temps per Cures' de Igualtat ha permitido liberar 11 millones de horas a mujeres cuidadoras

El Ayuntamiento de Barcelona suma más de 80 actuaciones para “liberar tiempo”, en palabras de Ruiz. Por ejemplo, el servicio Concilia, que ofrece canguro para ayudar a las familias. En el curso 22-23, había 1.387 familias inscritas. Se atendió a 1.553 menores y se realizaron 18.616 canguros. Este curso 23-24, hasta el mes de diciembre había 914 familias inscritas, 955 menores atendidos y 8.071 canguros realizados. 

El servicio municipal 'Concilia' facilitó el año pasado 18.616 canguros a familias de Barcelona

Otro servicio es el llamado ‘Tiempo para ti’, que tiene como objetivo ofrecer actividades de ocio para personas con diversidad funcional y así liberar un rato a sus cuidadoras. El año pasado, 415 personas participaron en el programa. De estas, 301 fueron niños y adolescentes y 114 fueron personas adultas. 

El consistorio también está bonificando a los centros cívicos que planifican actividades familiares simultáneas, de modo que mientras los padres, por ejemplo, estudian un idioma, los niños puedan estar realizando una actividad de ocio al mismo tiempo. Y en su política de contratación a proveedores, fijan cláusulas que priman a aquellas empresas que tienen planes de conciliación o medidas de flexibilización para sus trabajadores.

El programa 'Respir' de la Diputación de Barcelona dio un respiro a 2.600 personas cuidadoras el año pasado

En la misma línea, desde la Diputación cuentan con el programa Respir, que busca dar un respiro a cuidadoras de personas mayores o con discapacidades. El año pasado se beneficiaron 2.600 personas.

Son, en resumen, iniciativas que forman parte de una ‘hoja de ruta’ hacia una sociedad "con más tiempo para vivir", como apunta Vergés. "Se trata de garantizar, desde las administraciones, el derecho al propio tiempo. Y la reforma de la jornada laboral va en esta línea: la de garantizar el derecho al tiempo", añade Gemma Parera, asesora del área de Sostenibilidad Social de la Diputación de Barcelona.

Junqué lo tiene claro: "Cada vez hay más gente, más ciudades, más políticos concienciados. La sociedad del futuro será la de respeto al tiempo sí o sí". Vergés lo comparte. "Veremos cambios. Vamos hacia un sistema con más tiempo para vivir", asegura. 

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