Violación

La Fiscalía alerta de la normalización del sexo violento entre menores: “Eso también cosifica a las mujeres”

Las violaciones en manada se disparan un 64% en cinco años, la mayoría contra niñas de 15 años

Niñas y adolescentes sufren el 80% de las agresiones sexuales infantiles, que se inician a los 11 años

El ministerio público advierte de que tienen acceso al porno muy jóvenes y que "imitan estos comportamientos"

Ciutat de la Justícia

Ciutat de la Justícia / El Periódico

Germán González

Germán González

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La concienciación social y el apoyo institucional a las víctimas han sido claves para que cada vez se denuncie más la violencia sexual. Los datos que manejan los diferentes cuerpos policiales, así como la Fiscalía y los juzgados, remarcan el aumento de estas denuncias en los últimos años por agresión y abuso sexual, lo que es fundamental para que los criminales no queden impunes. Sin embargo, este incremento de casos conocidos y perseguidos no implica únicamente que afloren los que antes quedaban ocultos entre el miedo y la vergüenza de las víctimas. Para la fiscalía también aumenta la preocupación ante el hecho de que los más jóvenes están desarrollando una cultura del sexo relacionada con la violencia.

La fiscal jefe de Barcelona, Neus Pujal, indica que la sexualidad “ha cambiado mucho” y que ahora los menores están muy influenciados por la pornografía y las redes sociales: “Obtienen toda la información a través de internet”. Pujal señala que los jóvenes “no tienen un concepto de sexualidad sana”, ya que lo primero que aprenden “es tóxico”. Además, constata que se encuentran con un incremento de casos de violencia sexual en grupo, que pueden empezar como relaciones consentidas pero que después la víctima suele querer parar y acaba siendo forzada.

En este sentido, el fiscal delegado de Menores de la Fiscalía de Barcelona, Francisco Tabuenca, expresa su preocupación por el mantenimiento del porcentaje de delitos contra la libertad sexual en edades de 14 a 17 años en los últimos años, cifra que no se logra rebajar. “Hemos detectado en los menores que repiten determinadas conductas, sobre todo cuando actúan en grupo, ya que imitan estos comportamientos”, explica el fiscal, quien añade que tienen una “capacidad tremenda” para llegar a contenidos pornográficos por internet y redes sociales.

Agresiones en grupo

“Ellos ven estos comportamientos por internet, que no son más que una ficción, y los interiorizan, los normalizan como algo que pueden realizar”, señala Tabuenca, quien lamenta que a veces “los autores de las agresiones son dos o tres”. La Fiscalía ha encontrado casos en los que la víctima inicia una relación grupal con “un consentimiento que no es real”, ya que “al principio lo ve como algo normal pero luego no quiere seguir”.

En este sentido, señalan la “afectación psicológica que estas situaciones pueden provocar en las víctimas”, ya que se trata de menores entre 14 y 17 años. “Es evidente que hay un problema muy importante de formación, de educación, de interiorización de comportamientos, que es lo que estamos detectando”, indica Tabuenca.

Por su parte, la fiscal jefe de Barcelona explica que los menores acceden muy jóvenes a la pornografía y “ven como normal que en las relaciones sexuales haya un componente violento y eso también cosifica mucho a la mujer”. También añade que los menores acceden a un tipo de cultura “absolutamente machista”, con canciones que se difunden por redes sociales, en las que “la mujer es un puro objeto. No se dan cuenta y lo van cantando, pero les va calando”.

Fiscalía especializada

Pujal destaca que ha creado en Barcelona una fiscalía encargada únicamente a la protección y tutela de las víctimas con el fin de acompañarlas durante todo el procedimiento, en especial en los episodios en los que puedan sentirse más desamparadas. Desde mediados de los años 90 hay un protocolo de atención a las víctimas de agresiones sexuales que reciben un acompañamiento por parte de los Mossos d’Esquadra. Sin embargo, la Fiscalía pide la creación de un “habitáculo digno” en la Audiencia de Barcelona para que la denunciante pueda esperar “con tranquilidad” hasta que tenga que declarar.

La nueva fiscalía facilitará que “las víctimas tengan un referente y puedan estar tranquilas desde el principio” del proceso penal, cuando denuncien, y ayudará a agilizar las causas con una red de fiscales extendida por toda la provincia y en las secciones especializadas. “Cuando se sepa que hay una víctima de agresión sexual, la fiscal puede iniciar este acompañamiento, además de usar todos los servicios multidisciplinares que tenemos en fiscalía para ayudarla”, remarca Pujal, como disponer de asistencia psicológica en la declaración.

La fiscal jefe añadió que en casos de menores y en víctimas de 18 años o muy jóvenes “es importante que su declaración no sea en vista pública”, como pasó en el 'caso Alves'. “Les dije a los fiscales que siempre que sean temas tan escabrosos o con víctimas tan jóvenes o vulnerables hemos de pedir que la declaración de ella sea a puerta cerrada”, destaca Pujal, quien recuerda que a veces ha testificado por videoconferencia desde una sala contigua.

Una agresión sexual cada 4 horas

El año pasado aumentaron las agresiones sexuales tanto en Catalunya como en el resto de España. La abogada y presidenta de la asociación internacional feminista L'Escola A.C., Nuria González, remarca que se registra “una agresión sexual en España cada 4 horas, una cifra muy elevada” que tiene que ver con “la sensación de impunidad de los violadores” y con “la eclosión total de la cultura de violación, sobre todo a través de las redes sociales, donde el consumo de extrema violencia sexual a través del porno es masivo”.

Para González, la “sociedad transmite un mensaje cuando se conoce una agresión sexual, ya que a menudo lo primero que se hace es poner en duda que la violación haya existido y siempre se culpa a la víctima de su propia violación. Esto hace que la mayoría de las mujeres no denuncien y, por tanto, no haya castigo para el agresor, lo que se traduce en impunidad para el violador”. Además, remarca que “el porno está actuando como escuela de la violación y se consume desde que los menores tienen un smartphone en la mano, más o menos desde los 12 años”.

La presidenta de L’Escola A.C. también remarca que la atención a la víctima de una agresión sexual varía mucho en función del lugar en el que sucede: “No es lo mismo ir a denunciar a una comisaría en una gran ciudad como Barcelona, donde tanto mossos como Guardia Urbana tienen unidades especiales para atender a las víctimas de violencia sexual, que en entornos más pequeños con menos recursos”.

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