Efectos de la pandemia

Una de cada diez adolescentes que ha sufrido el covid arrastra secuelas: "Me quedo en blanco en los exámenes"

Según la 'Encuesta de hábitos de salud en alumnos de cuarto de la ESO' de la Diputación de Barcelona, el 6,8% de los menores que han pasado el virus presentan síntomas persistentes

"Es como si la cabeza no me funcionara”: cuando la niebla mental del covid persistente es invalidante

Una infermera prepara una dosi de la vacuna contra la covid.  | ELISENDA PONS

Una infermera prepara una dosi de la vacuna contra la covid. | ELISENDA PONS / valentina raffio

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Laura tiene 17 años y desde los 13 sufre covid persistente. Tanto ella como su madre, Geno Velasco, se han reinfectado seis veces. "Antes de la pandemia mi hija bailaba tres horas al día, hacía esgrima, tocaba el tambor, pero ha tenido que dejado todo". La primera infección le reactivó el virus de Epstein-Barr, que le afectó al hígado. Después, un cúmulo de dolencias la acabaron de atropellar: ha sufrido dolores de barriga, afecciones en la piel, fatiga crónica con dolor articular y problemas de tiroides. Además, tiene problemas cognitivos y de concentración. "Se queda en blanco con los exámenes. Ha estado tres años sin poder leer porque le costaba entender los textos, ha bajado su nivel académico y necesita clases particulares y ayuda psicológica”.

La siguiente valla a saltar será poder hacer las pruebas de acceso a la universidad de forma adaptada. “Es una enfermedad invisible –denuncia la mujer– por parte de los profesionales, los centros escolares y la socieda en general".

Del cansancio al dolor de cabeza

Cuatro años después del inicio de la pandemia, los datos apuntan a que el 6,8% de los los adolescentes que han pasado el covid presentan síntomas persistents. Según datos de la 'Encuesta de hábitos de salud en alumnos de cuarto de la ESO' que elabora la Diputació de Barcelona, la prevalencia es superior entre las chicas (8,6%) que entre los chicos (5,3%), y el porcentaje se duplica (11,6%) entre los que han pasado el virus más de una vez.

De hecho, dos tercios de los afectados declaran sufrir cansancio, cerca de la mitad (44%) tienen dificultades para respirar o dolor de cabeza y más de una tercera parte acusa problemas para concentrarse y/o realizar actividades mentales. A pesar de la creencia generalizada de que el covid es especialmente leve entre los más jóvenes, este colectivo también registra secuelas de la infección, aunque aún urgen estudios que arrojen luz sobre esta afeccción.

Asunto no resuelto

La reinfección, además, es un factor fuertemente asociado al covid persistente. Así, si entre los adolescentes que han pasado el virus en una ocasión el 5,6% presenta síntomas persistentes, el porcentaje es más del doble (11,6%) entre los que lo han sufrido más de una vez.

“El covid persistente es una de las consecuencias todavía no resueltas que tenemos de la pandemia -advierte la diputada de Salud Pública de la Diputación de Barcelona, Gemma Tarafa-. Antes de pasar página debemos ser conscientes del potencial impacto sanitario, social, económico y de bienestar que el covid persistente puede tener, especialmente en nuestra población joven”.

Reducción de reinfecciones

El problema, recuerda la diputada, “se ha de abordar desde una triple perspectiva: seguir monitorizando la evolución; dar respuesta social, emocional y sanitaria a los adolescentes afectados, e intentar reducir en la medida en que socialmente sea posible las reinfecciones”.

Desde la pandemia, la Diputació de Barcelona incorpora el covid persistente en la 'Encuesta de hábitos de salud' que elabora desde 2015 con la participación de estudiantes de 4º de ESO de 90 municipios de la provincia. La percepción del estado de salud, así como los hábitos y conductas relacionadas con la salud de los adolescentes, ayudan a orientar las políticas locales de salud de esta institución.