Igualdad y empresa

La presencia de mujeres en puestos de alta dirección retrocede hasta el 33% en Catalunya

El Observatori Dona Empresa detecta que la progresión hacia la igualdad se ha estancado en los últimos ocho años

Multimedia | Precipicio de cristal: la 'trampa' que aguarda a las mujeres cuando alcanzan el poder

Mujeres directivas

Mujeres directivas / Unsplash

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las mujeres representan el 33% de las altas direcciones y gerencias en Catalunya, una presencia que ha mermado en los últimos años, desde que las mujeres ocupaban el 39% de esos puestos en 2020, aflorando un "techo de cristal difícil de superar" pese a las mejoras en formación y carreras profesionales. Esta es una de las principales conclusiones de un nuevo informe de indicadores de igualdad de género en Catalunya que ha presentado este lunes el Observatori Dona Empresa Economia (ODEE) de la Cambra de Comerç de Barcelona, con datos actualizados hasta 2023.

El estudio remarca que la progresión hacia la igualdad fue rápida en sus inicios, pero que se ha estancado en los últimos ocho años, como muestran la mayoría de los indicadores que analiza el informe en ámbitos como el mercado laboral, las condiciones de vida, los altos directivos y el sector tecnológico.

Las mujeres cobran un 13% menos que los hombres por cada hora trabajada

La directora del ODEE, Carme Poveda, ha remarcado que la representación femenina en puestos de alta responsabilidad se ha estrechado más en el sector privado, ya que, en el caso del sector público, las mujeres han conseguido la paridad en la Generalitat en los últimos años, según un estudio previo del mismo observatorio.

"Lo que reflejan estos datos es que hay un techo de cristal que los indicadores cuantifican, que ronda el 30% de la participación femenina, y a partir de esa barrera la igualdad no se mejora", ha expresado Poveda.

"Hay un techo de cristal que los indicadores cuantifican, que ronda el 30% de la participación femenina, y a partir de esa barrera la igualdad no mejora"

Carme Poveda

— Directora del ODEE

Otro de los reflejos del "techo de cristal", ha dicho Poveda, es que, en los puestos inmediatamente inferiores a los altos cargos directivos, que desempeñan trabajos técnicos, científicos y académicos muy productivos, las mujeres son prácticamente la mitad, una representación que no consigue escalar a las cúpulas jerárquicas.

Más formación, peores condiciones

Los indicadores también reflejan que, si se mira el nivel formativo, las mujeres están mejor preparadas que los hombres, ya que ellas obtienen el 58% de las titulaciones universitarias, aunque esa ventaja no es suficiente para reducir las desigualdades en el mercado laboral.

Las mujeres cobran un 13% menos que los hombres por cada hora trabajada, una brecha en la que influyen tanto las retribuciones de los sectores en los que trabajan más mujeres -como la sanidad y la educación-, la dificultad de acceder a puestos directivos y, en cierta medida, el propio hecho de ser mujer.

Respecto a los trabajos de cuidados, los datos muestran que, más allá de los permisos de paternidad y maternidad, las mujeres siguen siendo el 86 % de las personas que piden excedencias laborales para cuidar a hijos y familiares.

Lo tecnológico es masculino

El observatorio ha analizado con detalle la situación en el sector tecnológico, por la importancia económica que tiene tanto en productividad como en capacidad de transformar otros sectores económicos: aquí, las mujeres son el 31% de los trabajadores en empresas tecnológicas, inferior al 33% que se daba en 2020.

En el ámbito tecnológico y de investigación, la empresa privada sigue teniendo menores cifras de presencia femenina, con un 34% de puestos ocupados por mujeres, inferior al del sector público, con un 51%, donde se ofertan condiciones más flexibles para compaginar con la vida privada.

El informe advierte de que la tendencia en el sector tecnológico es preocupante, porque la mejora de la igualdad está "casi estancada" desde hace ocho años, en un ámbito que presenta las mejores perspectivas de crecimiento en un futuro.

Para revertir esa situación, el observatorio ha propuesto que se tomen medidas como visibilizar referentes femeninos, mostrar en edades tempranas la utilidad de las matemáticas y la ciencia para conseguir avances en salud, desigualdades o cambio climático, o cambiar el nombre de algunas titulaciones técnicas para que sean más atractivas.