Vacarisses y Castellbell i el Vilar

El punto negro de Rodalies acumula ya seis accidentes por desprendimientos de rocas

Esta zona de la R4 sufre problemas por arrollamientos desde hace más de 15 años

Un tren de la R4 de Rodalies descarrila por un desprendimiento en un punto negro en Vacarisses

Las imágenes del tren descarrilado en Vacarisses

EUROPA PRESS

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El punto negro de Rodalies donde este domingo se ha producido un descarrilamiento, en la línea R4, acumula ya 6 incidentes parecidos en los últimos 15 años. Pese a algunas medidas tomadas por la Administración, los arrollamientos de rocas se han seguido produciendo hasta hoy. Así lo confirma el informe de investigación elaborado por el Ministerio de Fomento sobre el accidente mortal ocurrido en noviembre de 2018 en la misma zona.

El más reciente es este accidente de hace más de cinco años en el que falleció un hombre de 36 años que viajaba en los vagones delanteros después de que el tren chocará con las rocas caídas. Otras cinco personas quedaron heridas poco graves y se atendieron a más de 40 por leves contusiones. Después de aquel descarrilamiento, se instalaron unas mallas de protección em varias zonas del tramo, incluido el lugar exacto donde este domingo se ha producido una nueva caída de rocas, a escasos tres kilómetros del punto fatídico de 2018.

Fuentes de Renfe afirman que gracias a esta malla, el impaco del desprendimiento no ha causado daños personales. Además, destacan que las actuaciones constantes en la zona son constantes en los últimos años. Recientemente, se han anunciado nuevos trabajos a un kilómetro del accidente de hoy para colocar nuevas protecciones.

De 2009 a 2024

El primer accidente recogido en las pesquisas del ministerio es de enero de 2009, cuando una roca de gran tamaño se precipitó cerca del apeadero de Torreblanca Vacarisses. Los dos primeros vagones del tren descarrilaron. La caída de la roca fue consecuencia de los temporales y las lluvias intensas. Dos años después, en diciembre de 2011, sucedió algo parecido. Las condiciones meteorológicas adversas provocaron otro arrollamiento de roca a diez metros del mismo apeadero. En este caso, el tren no llegó a descarrilar sino que que quedó detenido.

En 2012, el desprendimiento de una roca procedente de la trinchera complicó la circulación de un tren que también completaba el trayecto entre Castellbell i el Vilar y Terrassa. Al cabo de cinco años, en 2017, se produjo el descarrilamiento de un tren de viajeros por un fallo de la infraestructura tras otra roca caída en la misma zona. A estos cuatro sucesos, hay que sumar el fatídico accidente de 2018 y ahora, el ocurrido este domingo, sin heridos.

A partir de 2018, se invertieron más de 8 millones de euros para revertir los problemas de desprendimientos durante los episodios de lluvias y viento. Aun así, al haber pasado algo parecido otra vez, el alcalde de Vacarisses pide "explicaciones" a Renfe e insta a la Generalitat a apremiar a Adif para que se hagan más trabajos de mantenimiento en este tramo de la línea.