Entrevista

Cristina Gómez-Navarro: «Me gusta trabajar en la frontera del saber científico»

La maestra del grafeno: el grafeno, una lámina de tamaño nanométrico del grafito de los lápices, se aisló por primera vez en 2004. Y la científica española Cristina Gómez-Navarro ha abierto nuevas posibilidades de uso de este súper material creando un método para su producción a gran escala.

Cristina Gómez-Navarro

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Cristina Gómez-Navarro lleva más de 20 años dedicada a la ciencia y a la investigación. Y es uno de esos ejemplos de talento nacional que enorgullecen. Doctorada en Física con honores en 2005 en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), esta madrileña de 47 años es una de las mayores especialistas de España en el estudio de las estructuras nanométricas, sus propiedades mecánicas y eléctricas y sus aplicaciones prácticas. 

El grafeno, la estructura nanométrica del grafito y uno de los súper materiales del futuro cercano, no tiene secretos para ella. Y, de hecho, los próximos meses se irá a Boston becada para desarrollar un proyecto relacionado con este material en el MIT, el prestigioso instituto tecnológico. 

Compagina además investigación, docencia y divulgación, porque también imparte clases de Física en la UAM, es autora de más de 50 artículos científicos y promueve acciones para combatir la baja representación femenina en áreas como la Física desde el IFIMAC (Instituto de Física de la Materia Condensada), el centro de excelencia de la UAM. Cristina es, asimismo, la coordinadora del comité de igualdad del Instituto y la responsable del área experimental. 

—Te acaban de becar en el MIT, ¿qué vas a hacer allí? 

—Voy a intentar realizar contactos eléctricos transparentes de tamaño nanométrico en semiconductores bidimensionales. El grupo de investigación con el que voy a trabajar allí ha conseguido hace poco realizar por primera vez estos contactos en muestras micrométricas, y con mi experiencia vamos a estudiar vías para conseguirlo en la nanoescala. 

Aunque pueda sonar un poco marciano para los no especialistas, el control de estos contactos es la base de toda la tecnología actual de semiconductores y, por tanto, de casi cualquier producto informático y/o electrónico. 

—¿Qué es la escala nanométrica? 

—La escala nanométrica es aquella que involucra tamaños de pocos nanómetros, es decir, de entre 1 y 1.000 átomos. En esta escala, no toda la física clásica es válida porque emergen fenómenos cuánticos que gobiernan y modifican la respuesta de los materiales. El oro, por ejemplo, no es dorado en estas dimensiones, sino azul o rojo. 

Un nanómetro equivale a la milmillonésima parte de un metro. Como referencia, un cabello humano presenta un espesor medio de 60.000 nanómetros. Y, para operar a estas escalas, se precisan entre otras cosas microscopios cuánticos, un instrumento de fuerzas atómicas. El que usamos en la UAM es de diseño interno, hecho a medida, porque los microscopios ópticos están limitados a 300 nanómetros y nosotros queremos trabajar con objetos de apenas uno.  

—También has trabajado en otros centros internacionales de referencia, como el Instituto alemán Max Planck, ¿a qué te dedicabas entonces? 

—Estuve en Alemania de 2006 a 2009, y allí desarrollé un método para producir láminas de grafeno a gran escala y realizamos los primeros estudios sobre las propiedades de transporte eléctrico de este material. Este proyecto no era la idea original, comenzó como un programa paralelo de alto riesgo, pero acabó siendo muy exitoso. 

El método consiste en oxidar grafito, añadirle agua y agitarlo. Así, las láminas que forman el material tienden a separarse. La verdadera innovación que creamos es que, a continuación, logramos retirar el oxígeno [responsable de la oxidación] y las láminas recuperan gran parte de su conductividad. Este método sigue siendo el más usado para la producción de grafeno en grandes cantidades. 

—Sitúanos con el grafeno, ¿qué es y para qué podría servir? 

—El grafeno es una capa del grosor de un átomo de un material que todos conocemos, el grafito. El grafito es el mineral que se encuentra en las minas de los lápices. Este material se aisló por primera vez en 2006 y, desde entones, su estudio ha demostrado que puede servir como buen conductor eléctrico con gran resistencia mecánica en dispositivos electrónicos: por ejemplo, ya hay prototipos de pantallas táctiles que integran grafeno. También existen ya en el mercado colchones cuyas fibras están reforzadas con este material. Pero sus aplicaciones son múltiples y, como refuerzo mecánico, el grafeno es muy prometedor en sectores como la aviación. 

—Cuéntanos cómo es tu jornada, ¿predominan las clases, la investigación, la divulgación, las tareas administrativas? 

—Pues de todo un poco, diría que por este orden de más a menos: investigación, docencia, divulgación, e… intento que las tareas administrativas no me coman mucho tiempo, pero es muy difícil, porque cada vez tenemos más burocracia.

—Actualmente codiriges el grupo de investigación NanoForces, ¿en qué consiste? 

—NanoForces es el nombre de nuestro grupo de investigación. En ciencia, cada vez más, trabajar en equipo es esencial: compartimos laboratorio, instrumentos, ideas... Actualmente somos tres investigadores seniors y seis jóvenes, que suelen ser estudiantes de doctorado. En este grupo es donde realizamos tanto la investigación más fundamental como los avances instrumentales y metodológicos.

—¿Qué es lo que más te gusta de su trabajo? ¿Y lo que menos? 

Lo que más me gusta de mi trabajo es poder contestar a preguntas que antes no tenían respuesta, trabajar en la frontera del saber y del conocimiento. Lo que más me cuesta es que todos los proyectos son a largo plazo, no hay nada fácil ni inmediato, todo requiere mucho esfuerzo y el éxito tampoco está asegurado. Pero, cuando lo consigues, el sabor es muy dulce. 

—¿Cómo se promueve la mejora de la representación femenina en áreas como la Física?

—En el ámbito de la Física el porcentaje de mujeres es muy bajo y estar en tanta minoría nunca es bueno. Todos los estudios de los últimos años demuestran que la ciencia desarrollada por equipos diversos es una ciencia mejor. 

Desde IFIMAC impulsamos diferentes actividades para combatir este déficit de mujeres en Física. Organizamos talleres familiares orientados a divulgar la investigación que llevamos a cabo; destacamos el trabajo de nuestras investigadoras más jóvenes para aumentar su visibilidad y, también, hemos producido varios videos de divulgación con el objetivo de fomentar un interés más amplio de la física entre las mujeres. 

Hace dos años empecé a coordinar también un programa de mentoría para alumnas de Física de la UAM. Y el programa está siendo un éxito:tenemos inscritas a más del 30% de las estudiantes de física.