Un mundo de oportunidades

La irrupción de la era digital y el profundo proceso de transformación son algunas de las causas de los desafíos que la revolución tecnológica nos plantea. Durante años, tanto empresas como instituciones han expresado la necesidad de contar con expertos que puedan adaptarse a los nuevos paradigmas en diferentes áreas empresariales. Sin embargo, la búsqueda de talento STEM, es decir, profesionales vinculados a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, ha representado una de las cuestiones más significativas de la historia.

El continuo proceso de cambio al que se enfrentan los jóvenes interesados en alguna de estas materias todavía es incierto. Y es que, a los importantes retos sociales, económicos y ambientales, han de sumarse sectores como la inteligencia artificial (IA) que requieren personal técnico capaz de impulsar su avance y potenciar todos sus benerficios.

Oportunidad de negocio

Los cambios tecnológicos de las últimas décadas han favorecido la demanda de profesionales especializados en ramas como la ingeniería, las matemáticas, la tecnología y la ciencia. Las habilidades adquiridas en carreras STEM, como el pensamiento analítico, la resolución de problemas y la capacidad de trabajar con datos complejos, desempeñan un papel crucial en la creación y resolución de las nuevas tecnologías. 

La adopción de estas aptitudes permite ocupar puestos de vanguardia cada vez más demandados por la sociedad. Y es que, la base común de todas estas ramas se asienta en el área de conocimiento, que aborda competencias muy transversales con una base teórica y pensamiento crítico. 

Carreras como Biotecnología, Ingeniería, Programación, Robótica, Física, Química, Astrofísica, entre otras, han cobrado gran popularidad a nivel global fomentando un conocimiento técnico y científico. De hecho, una de las ventajas de las carreras STEM, además del desarrollo de cierta destreza en numerosas disciplinas, es la amplia ventana de negocio que supone. Y es que, aquellos que trabajan en estas áreas tienen la oportunidad de estar al frente de la innovación, explorando y aplicando las últimas tecnologías para buscar soluciones novedosas desde distintas perspectivas.

Otro de sus atributos es su alta tasa de empleabilidad, sobre todo en sus dos carreras protagonistas, tecnología e ingeniería. Así, lo confirma el Informe de jóvenes investigadoras del Ministerio de Ciencia, que dicta que el 80% de los empleos STEM abarcan ambas ramas. Asimismo, tras la creación de nuevos puestos de empleo, como consecuencia de la exigente demanda proclamada por la tecnología, la UNESCO afirmó que “el 75% de ellos serán de la rama profesional STEM”.

Impulso del talento

A pesar del esfuerzo que supone cambiar la cultura organizacional en empresas y entidades educativas, numerosas organizaciones implementan políticas para fomentar un entorno de trabajo inclusivo y equitativo. Estos cambios buscan eliminar prejuicios de género que afecten a la participación plena de las mujeres en carreras STEM. Por ejemplo, “STEM Women Progress”, la plataforma encargada de dar visibilidad al talento femenino en este sector, que organiza cada año un encuentro entre empresas, instituciones y otros organismos para promover el STEM entre el talento femenino. 

Por su parte, Iberdrola lleva a cabo numerosas iniciativas, dirigidas especialmente a mujeres jóvenes, para apoyar su desarrollo profesional en estas áreas y avanzar hacia la igualdad real de oportunidades. De la misma forma, “STEM Girls Power” es un programa internacional creado por Siemens Alemania y Siemens España para promover las carreras STEM en niñas entre 14 y 18 años. El objetivo radica en hacerles más atractivas estas carreras y mostrarlas cómo una muy buena opción y oportunidad de futuro.