Roses rehará las playas erosionadas por los temporales a la espera de "desencallar" la construcción de un espigón sumergido

El Ayuntamiento de Roses trabaja para desatascar la construcción de un espigón sumergido proyectado en la playa de la Punta, una infraestructura que evitaría el desplazamiento de la arena producido por los temporales marítimos y las corrientes marinas. La obra está planteada desde hace años, pero algunos obstáculos han obligado a aplazarla. Ahora, sin embargo, está previsto reanudar las conversaciones con el Estado, que es quien debe dar luz verde. «Dentro de pocas semanas tendremos reuniones para tratar de desatascar el proyecto», afirma Lluís Espada, concejal de Infraestructuras y Medio Ambiente.

El espigón sumergido estaría colocado de forma paralela al frente marino, saliendo de la mitad del actual espigón de la Riera Ginjolers y mirando hacia el puerto marítimo. «De esta forma, se conseguiría frenar la intensidad de las olas en caso de temporal, evitando el desplazamiento de la arena de la playa, como ocurre actualmente. Por tanto, el problema quedaría, de alguna manera, frenado», dice Espada.

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Reparación de la regresión de la arena

A la espera de la solución "definitiva", el consistorio ha impulsado, de nuevo, la reparación de la regresión de la arena producida por la dinámica marina y los temporales marítimos. Un proyecto que recientemente se ha aprobado y que se espera poder salir adelante antes del verano.

Concretamente, se actuará en las playas Nova y de la Punta, que se encuentran bastante afectadas. De hecho, en algunos puntos la arena ha desaparecido en su totalidad, como en el tramo del aparcamiento del paseo marítimo. Por eso, «intervenir en la zona y rehacer el pedazo de playa es muy importante, sobre todo para reforzar la seguridad, ya que de esta forma se evitará que cuando haya un temporal salten las olas en el parking», señala Lluís Espada.

Para reparar las playas no se aportará arena externa, sino que se utilizará la arena movida por las corrientes marinas y que se ha acumulado en la zona del puerto deportivo. De esta forma, como una máquina de pala, se esparcirá y uniformizará de forma homogénea hasta alcanzar la anchura deseada.

El proyecto se pujará próximamente y tiene un presupuesto de 113.968,09 euros. Además, cabe destacar que no es la primera vez que se impulsa una actuación como esta; el último fue en 2020.

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Naturalizar el frente marino

En los últimos meses, el Ayuntamiento de Roses ha impulsado un proyecto de naturalización del frente marítimo de la villa. La reparación de las playas, aunque no se engloba en las propuestas planteadas en esta iniciativa, sigue la misma línea. «Apostamos por desurbanizar la zona. Queremos que la trama urbana no incida tanto en la playa y que la gente pueda disfrutar de un espacio natural. Y para que esto sea así, también necesitamos que las playas estén bien cuidadas y sean espacios seguros», apunta el concejal de Infraestructuras y Medio Ambiente.

Cabe recordar que en el marco de la naturalización de la zona, recientemente se han plantado 23 tamarindos en el tramo comprendido entre las rieras Ginjolers y de la Cuana. Estos árboles sustituyen a las 15 palmeras que se talaron por motivos de seguridad en octubre, y en un futuro estarán rodeados de un camino de sablón por el que los peatones podrán transitar. Asimismo, para hacer más amable el espacio, se prevé también colocar elementos ornamentales de madera. El presupuesto total de este proyecto asciende a aproximadamente 50.000 euros.