Educación en Catalunya

El castellano gana terreno al catalán en los adolescentes (también) porque es lo que ven en sus padres

Un 14% de jóvenes que tienen el catalán como lengua materna han hecho del castellano su lengua habitual

El 20,9% de los adolescentes no tiene ningún contacto con el catalán fuera del instituto

Barcelona 10/05/2023 Ambiente imágenes de recurso de la Escola Bogatell patio escuela aula educación alumno Foto de Ferran Nadeu

Barcelona 10/05/2023 Ambiente imágenes de recurso de la Escola Bogatell patio escuela aula educación alumno Foto de Ferran Nadeu / FERRAN NADEU

Helena López

Helena López

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El ejemplo del (abuso del) móvil lo entiende todo el mundo. ¿Qué credibilidad tiene una madre todo el día enganchada al teléfono para decirle a su hija adolescente que deje le móvil? Con el uso (o abandono) de la lengua pasa más o menos lo mismo, aunque parece que no resulte tan evidente. Hace pocos días, la Encuesta a la juventud de Catalunya (EJC) 2022 señalaba que solo el 25,1% de los catalanes de entre 15 y 34 años tiene el catalán como lengua habitual, y un 14,1% "castellanizan sus usos lingüísticos" (es decir, hablan habitualmente en castellano pese a que su lengua materna es el catalán).

"Si un niño ve que su padre cambia al castellano al entrar en un bar, creerá que eso es lo correcto", advierte el catedrático de Sociolingüística Francesc Xavier Vila

El dato inquietó a aquellos sectores de la sociedad ya preocupados por que el paso de la infancia a la adolescencia y la adultez pueda resultar sinónimo de desprenderse del catalán, pero, ¿qué hacemos los adultos? La pregunta la lanza Francesc Xavier Vila, catedrático de Sociolingüística catalana y actual Secretario de Política Lingüística del Departament de Cultura, convencido de que los niños hacen lo que ven hacer a los mayores.

"Si un niño ve que su padre cambia al castellano al entrar en el bar o en el mercado, identifica que eso es lo normal, lo correcto", afirma Vila, quien apunta también en la otra dirección. "Si un niño castellanohablante ve que todo el mundo se dirige a sus padres en castellano, entenderá que eso es lo normal", indica convencido de que el problema no lo tienen los adolescentes (o como mínimo, no solo). "Nos movemos por rutinas. Es importante cambiar el chip como sociedad", prosigue.

Hace 30 años el esquema era distinto. Había solo dos grandes comunidades lingüísticas, y estaban más o menos en un 50%-50%, pero en los últimos años Catalunya ha vivido una serie de cambios demográficos que han hecho que ahora el porcentaje de catalanohablantes sea menor. Y teniendo en cuenta la norma de convergencia lingüística, suelen ser los catalanohablantes los que se "adaptan" al castellano, y las personas cuya lengua materna no es ni una ni la otra, la que aprenden principalmente es el castellano, que es la dominante.

El mensaje que les hemos dado a los jóvenes es que todo se puede hacer también en castellano, si queremos que hablen catalán tienen que entenderlo como útil

Marina Massaguer

— Sociolingüista

En ese contexto, y volviendo a la familia, la sociolingüística Marina Massaguer plantea otro escenario: que una pareja se conozca en castellano -al ser la lengua franca, la del ocio- y que a los hijos les hable en catalán, pero entre ellos hablen en castellano. "El mensaje que estás lanzando ahí es que el catalán es la lengua de los niños, mientras que la lengua de los mayores, 'la buena', es el castellano. Otro hecho este que puede empujar a los adolescentes, cuyo objetivo es hacerse los mayores, a hablar en castellano.

El ejemplo de los profesores

Si los padres y/o las madres son referentes clarísimos, más allá de las familias, los otros grandes referentes de proximidad de los chavales son sus profesores, quienes en no pocas ocasiones olvidan que trabajan en un sistema en el que está vigente la inmersión lingüística y son los primeros que se pasan al castellano.

El programa ULAE busca "mantener el catalán en las salidas escolares, en los talleres en el centro y en las actividades deportivas en horario lectivo"

Para intentar solucionar esa situación, el Departament d'Educació puso en marcha el curso pasado el programa ULAE – Usos lingüístics en l’àmbit educatiu, que busca, por ejemplo "mantener el catalán en las salidas escolares, en los talleres en el centro y en las actividades deportivas en horario lectivo" o "diseñar las reuniones de inicio de curso y las entrevistas con las familias de manera que se puedan desarrollar en catalán, con los protocolos y los materiales adecuados". Según datos de la Conselleria de Educació, el uso actual del catalán en la escuela es del 40%. 

Por último y muy relacionado con la idea anterior, Massaguer apunta otra cuestión: "El mensaje que les hemos dado a los jóvenes es que todo se puede hacer también en castellano. Si queremos que hablen en catalán tienen que entender la lengua como útil. Tiene que haber una serie de cosas que no puedas hacer si no hablas catalán, como trabajar de cara al público o salir en TV-3", defiende.

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