Catalunya usará por primera vez solares abandonados públicos para instalar renovables

Catalunya tiene el reto de acelerar en materia de energías renovables y corregir la actual situación. Para lograrlo, el Govern ha contratado a más personal administrativo para seguir desembrollando el embudo de solicitudes por parte de empresas que pretenden instalar parques solares o eólicos. Sin embargo, en paralelo, el Departament d'Acció Climàtica se ha marcado el objetivo de cubrir el 100% de la energía consumida por la Generalitat a través de fuentes renovables.

L'Energètica es la nueva empresa pública que ha asumido el desafío. Una de las principales vías es instalar placas fotovoltaicas en los tejados de conselleries y otros edificios del Govern. "Pero con los tejados no bastará, necesitaremos generar mucha más energía", reconoce en declaraciones a EL PERIÓDICO el director de la energética pública, Daniel Pérez.

"Es mejor priorizar espacios antropizados para minimizar los impactos en el medio natural"

— Daniel Pérez, director de L'Energètica

Para producir más energía, según ha podido saber EL PERIÓDICO, L'Energètica ha firmado un convenio con el Incasòl (Institut Català del Sòl) para instalar paneles solares no solo en tejados, sino también en solares en desuso que son de propiedad pública. La idea es disponer de un inventario con los posibles terrenos que se puedan utilizar para generar energía solar que se enviará a la red de distribución y que equivaldrá a la que consuman algunos edificios públicos.

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"Estamos convencidos de que es mejor priorizar estos espacios antropizados para minimizar los impactos en el medio natural. Por esta razón, los primero que hemos hecho es mirar qué terrenos de la Generalitat se pueden aprovechar", explica Pérez.

100.000 hogares

De momento, la energética pública ya tiene localizadas unas 360 hectáreas públicas del Incasòl aprovechables que podrían convertirse, como máximo, en 270 megavatios. Estos espacios están en nueve municipios de las provincias de Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida y son parcelas baldías, cercanas a polígonos industriales, o, en otros casos, áreas de cultivo de muy poco valor.

En este momento, L'Energètica ya está analizando la viabilidad técnica de cada espacio para después poder tramitar los proyectos e instalar las placas solares. ¿Cuánta energía se generaría en estos espacios? Se podría llegar a cubrir lo que consumen entre 73.000 y 100.000 hogares.

Este es un paso más por parte de la Administración para acercarse a cubrir toda la demanda de los edificios públicos con energías renovables. Pero cabe mencionar que la energía producida en estos espacios no tiene porque alimentar directamente un equipamiento de la Generalitat.

"La energía no vuela, por lo tanto, lo que necesitamos es que en estos terrenos existan puntos de conexión cercanos", afirma Pérez. Luego, esta energía, la usarán los polígonos cercanos a los solares o los pueblos adyacentes. Pero lo importante es que la cantidad de energía producida se cuantificará y así se podrá saber qué parte de la demanda pública se está cubriendo.

Una relación recurrente

Pérez considera que este inventario realizado entre la energética pública y el Incasòl debe ser un punto de partida de lo que será una "relación recurrente": "Deberemos ir encontrando más espacios degradados que sean de propiedad pública (algunos son terrenos sobrantes de la reindustrialización de ciertas zonas) adecuados para instalar placas solares". Cuando se analizan las posibles porciones de tierra que se pueden utilizar, se ha de tener en cuenta la inclinación y orientación de la superficie.

Es cierto que para las iniciativas privadas que se propongan instalar parques de energías renovables, algo necesario para llegar a los objetivos de transición previstos por Acció Climàtica, se deberán ocupar también espacios naturales o agrícolas: en total, un 2,5% de la superficie de Catalunya dedicada a la producción de energía en 2050. Pero para la producción pública, el Govern opta por priorizar las zonas degradadas y antropizadas.

L'Energètica, finalizará este año cubriendo el 10% de las necesidades energéticas del núcleo de la Generalitat, es decir, los principales edificios públicos de Catalunya, conselleries incluidas. Cuando termine 2024, se prevé que se haya llegado ya al 18%: "Esto se logrará sumando las placas solares que instalemos en los tejados y también en solares abandonados como estos".

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En la siguiente fase, más adelante, a partir de 2030, cuando ya se hayan cubierto las necesidades de este núcleo, el objetivo será cubrir ya otros edificios o infraestructuras públicas como pueden ser las potabilizadoras o las desalinizadoras. Pérez se muestra "moderadamente satisfecho" con el trabajo iniciado durante estos meses iniciale, pero constata que queda mucho trabajo por delante.

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