Una profesora entrega 63.000 firmas en el Congreso para prohibir que los menores de 14 años tengan móvil

Continúa la revuelta popular para restringir los móviles en la infancia y la adolescencia. Después de que, como adelantó EL PERIÓDICO, varias familias se organizaran a título personal en el movimiento Adolescencia sin móviles para retrasar la entrega del primer móvil a los hijos e incumplir la regla no escrita pero cumplida de que sea a los 12 años (o antes), ahora ha sido una profesora la que ha entrado en el Congreso de los Diputados, en Madrid, para pedir una ley específica que prohíba su uso, igual que sucede con el alcohol.

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Ángela Sánchez-Pérez, docente y madre, ha entregado 63.000 firmas recogidas a través de la plataforma Change.org para prohibir los teléfonos inteligentes a menores de 14 o 16 años (en función de la madurez del chaval o chavala). El motivo: las "consecuencias negativas" de su abuso: falta de atención y concentración, así como problemas de sueño. También, y debido al mal uso de las redes sociales, trastornos psicológicos, como ansiedad o depresión.

"Puertas al campo no se pueden poner -ha explicado en referencia a lo que dijo la ministra de educación, Pilar Alegría- pero si el campo tiene precipicios hay que pensarlo", ha sentenciado Sánchez-Pérez. "Esperamos que los diputados y las diputadas nos escuchen. Hemos movido conciencias y hay que parar esto", ha añadido la docente, que cuenta con el apoyo de otra colega, Natalia Jiménez León, que no ha podido asistir a la Cámara baja.

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Una ley que no existe

Las firmas piden a los partidos políticos que "revisen la legislación actual" relativa al uso de móviles por parte de menores. En realidad, no hay legislación a nivel estatal. Se trata de una decisión que cada familia toma, aunque el móvil ya es una realidad, incluso y en caso de las familias religiosas, como regalo de la primera comunión.

Respecto a su uso en los centros educativos, hay comunidades autónomas que los prohíben específicamente, como Castilla-La Mancha, Madrid y, con alguna excepción, Galicia. En Catalunya, el Govern se ha comprometido a que en el curso 24-25 todos los centros educativos catalanes tengan regulado el uso del teléfono móvil, algo que ahora hacen el 53% de los centros. Otros territorios, como Navarra, están imitando algún tipo de iniciativa similar. Canarias y Cantabria también se están planteando algún tipo de medida. Mientras, Euskadi no se plantea ninguna. Baleares, Murcia y Andalucía tampoco tienen normas específicas.

En Catalunya, en los centros que han tomado la decisión de vetar los teléfonos personales al alumnado, el patio vuelve a ser un espacio en el que se escuchan las risas, los juegos y las conversaciones cara a cara. Además, han caído en picado las interrupciones permanentes en clase y los incidentes vinculados a las redes sociales.

"Cosas graves"

La docente que ha entregado las firmas en el Congreso ha explicado que, en las aulas, se está detectando un problema ("cosas graves") con el abuso de las pantallas. "Hay que legislar para que ellos tengan unas normas y unos límites", ha subrayado.

La regulación que piden los firmantes es una prohibición total. En el caso de los móviles, la edad tope sería la de 14 años. A partir de esa edad, y hasta los 16, las familias podrán entregar un móvil personal "dependiendo la madurez del niño". "Pedimos una prohibición en todos los ámbitos, no solamente en los colegios e institutos. Queremos que se regule a todos los niveles, que un niño no pueda tener su propio teléfono móvil", ha zanjado Sánchez Pérez.