Propuestas para mejorar Rodalies: prolongar la R1 hasta la UAB y que la R4 llegue al aeropuerto

El traspaso de Rodalies pactado por ERC y PSOE todavía tiene mucha letra pequeña por perfilar. Ya dijo el Departament de Territori que, tras la firma, empezará una fase de evaluación de toda la red. "Kilómetro a kilómetro" para saber en qué situación están las infraestructuras ferroviarias y así poder actuar en consecuencia. Pero una cosa es el estado de las vías, catenarias y estaciones, y otro, la gestión y mejor eficiencia del sistema. En esto segundo, la asociación Promoción del Transporte Público (PTP) aportó el viernes algunas ideas que, a su modo de ver, mejorarían sustancialmente las cosas, sobre todo en el entono de Barcelona. Por un lado, alargar la R1 (línea de la costa) para que llegue hasta la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) tras atravesar el Baix Llobregat. Por el otro, incluir la línea R-Aeroport dentro del trazado de la R4, de manera que a El Prat se pueda llegar por la línea que atraviesa las dos ciudades importantes del Vallès, Sabadell y Terrassa.

Adrià Ramírez, presidente de la PTP, empezó su intervención con una apelación a las intervenciones de pequeño calado. "Los pequeños cambios son poderosos", dijo, en alusión a la frase atribuida, a este lado del Ebro, al Capità Enciam, personaje de la TV3 de los años 90 interpretado por Pep Parés. También instó a aprovechar la infraestructura existente y a no esperar que llegue un milagro o "futuros prometedores" que siempre están en el cajón de tareas pendientes. ¿Objetivo? Más capacidad, explotar al máximo las posibilidades de los dos túneles ferroviarios de Barcelona (paseo de Gràcia y Catalunya) y cubrir la conexión entre el Vallès Occidental y el Baix Llobregat.

Aliviar L'Hospitalet

A este cometido se abonaría su propuesta de alargar la R1, que ahora une Molins de Rei (con operaciones desde L'Hospitalet) con Maçanet a través de la primera línea de ferrocarril peninsular, instalada en 1848. La PTP plantea que algunos de los trenes de este trazado se alarguen hasta la UAB, con paradas en El Papiol, Rubí y Sant Cugat, lo que, de manera indirecta, aliviaría la situación de la estación de L'Hospitalet, que también ejerce de terminal de la línea con constantes cruces de trenes al mismo nivel, lo que dificulta que se le pueda sacar el máximo partido posible.

En el mismo acto del pasado viernes, representantes de Territori se posicionaron a favor de la iniciativa de la PTP. "Lo hemos solicitado de manera formal a Renfe", recordó Laia Mercadé, subdirectora general de Transport Ferroviari del Govern. A día de hoy, sin embargo, con tramos de vía única por obras incluidas en el plan de Rodalies 2020-2030, se hace muy difícil plantear una ampliación del servicio entre el Baix Llobregat y el Vallès. Una vez esté todo terminado, y si la nueva sociedad mixta surgida del traspaso de Rodalies ya lleva las riendas de la red (con mayoría de la Generalitat en el nuevo operador que substituiría a Renfe), sí podría acometerse esta prolongación.

Sin cambiar de tren

La PTP volvió a insistir en su rechazo a crear una nueva línea, la L-Aeroport, operada por Ferrocarrils, que en un principio debería unir las estaciones de Sant Andreu y las dos terminales de El Prat. Ramírez propuso que el nuevo ramal al aeropuerto se incluya dentro de la línea R4 de Rodalies que tiene origen en Manresa, de manera que los viajeros que vienen desde el Vallès tuvieran acceso directo a sus aviones sin necesidad de cambiar de tren a las puertas de Barcelona.

El traspaso de Rodalies al Govern quita épica política a este nuevo proyecto (era la manera de introducir FGC en los dominios de Renfe en la capital) y añade enteros a la posibilidad de que, efectivamente, se incorpore a alguno de los trazados existentes. En cualquier caso, es algo todavía por decidir porque hay mucho margen de maniobra. Y tampoco es coser y cantar, porque la R4 pasa ahora por el túnel de Catalunya y debería trasladarse al de paseo de Gràcia.

Evitar cruces de vías

La tercera propuesta tiene que ver con la estación de França y la necesidad de evitar cruces de trenes al mismo nivel, una maniobra que condiciona mucha la eficiencia del sistema, sobre todo en las zonas con mayor congestión ferroviaria, como es el caso de los túneles de Barcelona. Para ello, esta entidad propone modificar la cabecera de la R2 Sud, que ahora termina en la estación de França, lo que obliga a cruzar las vías para incorporarse a la galería de paseo de Gràcia en dirección a Sants. La PTP plantea que la línea empiece y muera en Sant Andreu, lo que evitaría este incómodo apareamiento de vías. Las infraestructuras, juntas, pero no revueltas.