"A Barcelona no te llevaré": la increíble historia del matrimonio octogenario que plantó cara al asesino del club de tiro de Granollers

Que un matrimonio de octogenarios eche de su coche a un presunto asesino que se les cuela dentro -armado y a la fuga porque acababa de matar a un hombre-, que ambos se nieguen a llevarle al destino que les pide, que sin un mínimo de pavor se encaren a su agresor -que les apunta con una pistola- y que ni tan siquiera denuncien que han sido raptados, suena a algo excepcional. Excepcional, pero cierto. Ocurrió cuando la pareja se topó con Roger L.S, un exmilitar de 20 años, que disparó por la espalda a un instructor del Club de Tiro de Precisión Granollers, en Canovelles, el pasado abril.

El matrimonio lo relata a EL PERIÓDICO de la manera más espontánea posible en el comedor de su casa y frente a su televisor: "Entró en el coche con una pistola, nos apuntó, nos dijo que lo lleváramos a Barcelona y que no nos haría daño, pero no lo llevamos porque está muy lejos. Lo dejamos en Granollers".

"¿Cómo iba a ir a Barcelona? Tengo el coche antiguo y ya no puedo entrar en el área metropolitana que me pueden multar"

Ramon

Y así fue. Sobre las 20.00 horas del pasado 8 de abril, este matrimonio, a quien llamaremos Ramon y Diana (prefieren no salir en imagen para no ser identificados), regresaba a su casa en un municipio del Vallès (Barcelona) a pocos kilómetros de Granollers. Cogieron, como siempre, la carretera de Caldes, estaba oscuro, se acercaba la noche, y a la altura del club de tiro "un joven que movía mucho las manos y que corría de lado a lado" se les echó encima. Lo narra Ramon que todavía no es consciente de que casi no lo cuentan: "Fue muy rápido y en nada lo teníamos dentro del coche". 

-Entró en el vehículo y qué les dijo?

-Nos dijo que alguien quería matarle y que corriera con el coche en dirección a Barcelona y que no nos haría daño.

-Pero usted se negó...

-Pues claro. ¿Cómo iba a ir a Barcelona? Tengo el coche antiguo y ya no puedo entrar en el área metropolitana que me pueden multar.

-Claro, claro. ¿Y qué le dijo usted?

-¡Pues ‘fuera de aquí!’ y que no pensaba llevarle a Barcelona, que no me apetecía.

La escena es digna de una película de los hermanos Coen. En el coche, Ramon al volante y a su lado su mujer, entumecida. Detrás, en el centro del asiento, el joven ataviado con una camiseta blanca y pantalones deportivos. Bajo la camiseta, llevaba una pistola escondida. La sacó y apuntó a Diana por detrás, según recoge el atestado policial al que ha tenido acceso este diario. 

"¿Qué te piensas tú? Yo sin mi marido no me muevo de aquí", le espetó Diana al homicida

-Diana, como vivió ese momento?

-Me puse a llorar muchísimo, lloraba porque estaba muerta de miedo y noté que algo me presionaba mi cabeza y era el arma.

Aquel día era sábado y Ramon y Diana habían salido de compras por Granollers. Diana se compró una blusa y estuvo mirando productos de cosmética en la perfumería Júlia. Después acabaron merendando en la cafetería Viena un bikini y un agua sin gas. Estaba oscureciendo y decidieron regresar a casa y el azar hizo que se toparan con Roger. Cuando el joven entró en el interior del vehículo, según el atestado policial, el presunto asesino les espetó: "Llévenme a Barcelona, no les haré ningún daño".

La pareja dejó a Roger en Granollers y se fue a casa: "No denunciamos, estábamos muy cansados, era tarde y no lo pensamos"

-¿Y no les hizo daño?

-No, solo quería ir Barcelona 

-¿Cómo reaccionó a su negativa a llevarle a Barcelona?

-Le pareció bien que lo dejara en Granollers, y mira que llevaba la pistola.

-¿Pero a ver, no tuvo miedo?

Ningún miedo.

Tras el suceso, les ofrecieron asistencia psicológica: "Psicólogos para qué! Estamos bien, todo quedó en un susto"

La pareja estuvo retenida en su vehículo alrededor de 25 minutos que se hicieron eternamente largos. Durante esos minutos, el presunto asesino mandó callar a la mujer y le dijo que, si no obedecía, la haría bajar del coche: "Ni hablar. ¿Qué te piensas tú? Yo sin mi marido no me muevo de aquí", le espetó Diana sin titubear. Tal para cual.

-¿A dónde lo dejó entonces, Ramon?

Lo dejé en la entrada de Granollers y le pareció bien.

-Y se fue sin más?

Nos dijo: "Gracias, ahora ya me pueden denunciar".

-Y por qué no lo hicieron?

Estábamos cansados, era tarde y no pensamos en hacerlo.

Unos minutos antes a su encuentro con la pareja, Roger acudía al club de tiro. Pedía dos armas del calibre 9 y 22 milímetros y compraba munición. El chico intercambiaba unas palabras con un empleado. Después, cogía un arma y disparaba por la espalda hasta en cuatro ocasiones al empleado ante la estupefacción de los presentes. El instructor falleció y el presunto asesino huyó a pie del club. En la carretera de Caldes se encontraría con el matrimonio. Empezaba así una huida frenética que acabaría en Murcia, lugar al que llegó en coche tras retener a dos jóvenes de Barcelona.

En 2015, Ramon y Diana se alojaban en un hotel cercano a la sala Bataclan la noche del atentado terrorista y no se enteraron de nada

Detenido en Murcia el autor del crimen en el club de tiro de Canovelles

-¿Ustedes no sabían que se había producido una muerte violenta?

-No.Yo no me imaginaba que ese chico delgado era un animal. Yo lo que creía es que era un joven que se había metido en una pelea.

Roger había intentado ingresar en la carrera militar sin lograrlo. Según fuentes cercanas a la investigación, llevaba una temporada con problemas y había cometido supuestamente un robo hacía poco tiempo. Tenía licencia de armas. Lleva siete meses en prisión comunicada y sin fianza y según fuentes judiciales, se ha sometido a cuatro reconocimientos psiquiátricos. A día de hoy, el joven comparte celda con otro preso preventivo acusado de descuartizar y calcinar a un hombre en Piera (Barcelona) en diciembre 2022.  

Ramon y Diana, que llevan 58 años casados, nos cuentan la historia ya relajados. Recuerdan también que, tras el suceso, les ofrecieron asistencia psicológica: "Psicólogos para qué! Estamos bien, todo quedó en un susto", zanjan. 

Cuando dejaron a Roger en Granollers, Diana tenía taquicardia y decidieron parar en un centro de salud para que la chequearan: "La doctora nos preguntó qué había pasado y le dijimos que habíamos tenido un susto muy grande", relata la mujer. 

A esa hora, aproximadamente sobre las 21.00 horas, Roger continuaba su huida. Paró otro vehículo, conducido por una mujer y la obligó a llevarle a Barcelona. Y mientras eso ocurría, los Mossos llamaban al padre de Roger para que intentara mediar con su hijo y se entregara, apuntan fuentes cercanas. No surgió efecto.

Ya en la capital catalana, Roger bajó del coche en la salida 10 de la Ronda de Dalt. Esta tercera víctima sí que avisó a los Mossos y éstos cercaron la zona de Pedralbes. Policías de paisano y patrullas de seguridad ciudadana buscaban al jovenj. Su fotografía se había difundido en medios de comunicación y redes sociales. Buscaban a un joven de 2O años, delgado, estatura media, castaño y que iba armado. 

-Y ustedes no se enteraron de nada?

-Nada, llegamos a casa y nos fuimos a dormir.

Mientras un gran dispositivo policial buscaba al presunto asesino, Roger se apeaba en la gasolinera de Pedralbes. La mala fortuna, esta vez, les tocó a dos jóvenes que estaban en ese instante allí. Las abordó, subió al coche y a punta de pistola las obligó a ir a Murcia. 600 kilómetros de distancia. Llegarían a la mañana siguiente y allí fue detenido.

-Diana al día siguiente pone la televisión y ve asu agresor.

-¡Sí! ¡A la mañana siguiente, enciendo la televisión y escucho que hay un muerto y veo la foto!

Como Ramon y Diana no denunciaron a la policía, a los Mossos les faltaba una pieza por encajar. ¿Cómo había llegado Roger a Granollers en un tiempo récord? 

-¿Después de ver la televisión decidieron ir a denunciar?

-Sí. Fuimos a los Mossos, que nos han tratado muy bien.

No es la primera vez que Ramon y Diana están cerca de la tragedia. El 13 de noviembre de 2015 celebraron su 50º aniversario de bodas en París. Ese día unos terroristas acabaron con la vida de 140 personas e hirieron a más de 400 en la discoteca Bataclan. Y esa noche Ramon y Diana iban a dormir temprano en un hotel cercano. Hubo sirenas, tiros, foco mediático y un escenario dantesco pero el matrimonio estaba muy cansado y tampoco se enteró de nada. 

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