Salud pública

Reino Unido e Irlanda apuntan a un parásito en piscinas españolas tras el contagio de cientos de turistas

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piscina

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Lucas Font

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Las autoridades sanitarias de Irlanda y del Reino Unido han incrementado las precauciones en los últimos días tras la irrupción de un parásito conocido como cryptosporidium, que ha afectado a cientos de turistas durante sus vacaciones en España. Entre los síntomas provocados por este parásito están la diarrea, vómitos, fiebre o deshidratación. Solo en el Reino Unido se han detectado más de 500 casos hasta finales de septiembre, cinco veces más de lo esperado, aunque los expertos apuntan que podrían ser muchos más, ya que en algunos casos los afectados no informan sobre su dolencia. El episodio ha obligado a las autoridades británicas a emitir una advertencia urgente a todas las personas que se encuentren o se dirijan a España.

Las autoridades sanitarias británicas han advertido a todos sus ciudadanos y las irlandesas han apuntado al municipio de Salou como uno de los focos de contagio

La Agencia de Salud y Seguridad de Irlanda (HSE, en sus siglas en inglés), señaló a mediados de octubre a la localidad de Salou (Tarragona) como uno de los focos de contagio del parásito. "Ante el aumento del número de irlandeses que regresan del extranjero con enfermedades gastrointestinales (diarrea y vómitos), la HSE aconseja extremar las precauciones higiénicas cuando se viaje fuera del país", aseguró entonces el organismo a través de un comunicado. "En el último mes se ha notificado un aumento de los niveles de criptosporidiosis, un insecto que produce gastroenteritis, en los veraneantes que regresan a casa desde España, especialmente desde Salou, en Catalunya". 

El cryptosporidium provoca diarreas, vómitos, fiebre y deshidratación

Piscinas en el punto de mira

Entre las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias de los dos países están el lavado de manos o el uso de gel hidroalcohólico antes de entrar en contacto con alimentos, evitar consumir bebidas con hielo y comprobar que el agua corriente está debidamente tratada, intentando identificar el olor del cloro.

Los expertos apuntan a que el origen del parásito podría encontrarse en los alimentos, aunque también sostienen que una parte importante de los contagios se habría producido en piscinas comunitarias de hoteles y alojamientos turísticos. Por eso recomiendan ducharse antes de entrar y salir de las piscinas e intentar comprobar la higiene de las instalaciones antes de usarlas.  

Los expertos apuntan que buena parte de los contagios se habrían producio en piscinas comunitarias

El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de España (CCAES) ha confirmado el incremento de casos de cryptosporidium este año en el país y también ha apuntado al uso de piscinas como uno de los motivos principales. "El CCAES ha recibido también comunicación de Irlanda y Reino Unido sobre un aumento de casos con antecedente de estancia en España. La mayoría de ellos se asocian a piscinas y aguas recreativas, principalmente en verano", ha explicado el centro a través de un comunicado, en el que ha anunciado la activación de un grupo de trabajo en coordinación con las comunidades autónomas para "mejorar la vigilancia ambiental de este protozoo".

Principales genotipos

La criptosporidiosis consta de dos genotipos principales: uno de ellos, conocido como el C. hominis, es el que causa la mayoría de las infecciones en humanos, provocadas por el contacto con la persona enferma o a través de aguas residuales. El segundo genotipo, C. parvum, suele encontrarse en el intestino del ganado bovino, aunque también provoca infecciones en otros mamíferos.

"El mecanismo de transmisión es fecal-oral, incluyendo la transmisión de persona a persona, de animal a persona y la transmisión de origen hídrico y alimentario", explica la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica española en un informe publicado a mediados de septiembre. "El cuadro clínico se caracteriza por una diarrea acuosa que puede acompañarse de calambres abdominales, pérdida de apetito, febrícula, náuseas, vómitos y pérdida de peso, aunque la infección asintomática es muy habitual", añade. 

Los niños menores de cinco años son los más propensos a contraer el parásito debido al escaso desarrollo de su sistema inmunológico, con un descenso pronunciado de los casos a partir de los 10 años. Los repuntes suelen producirse a finales de verano, algo que refuerza la teoría de que gran parte de los contagios se han producido a través de piscinas y de aguas recreativas.

El 80% de las personas que contrajeron el genotipo C. hominis en el Reino Unido aseguran haber usado piscinas o aguas recreativas en los 14 días previos a la detección de los primeros síntomas, mientras que un 65% afirma haber viajado al extranjero recientemente. A pesar de ello, los expertos todavía no han sido capaces de atribuir el aumento de los casos a una causa clara.