En 10 años

La factura ambiental de las aves electrocutadas en Catalunya asciende a medio millón de euros

El Govern exige "más ambición" a Endesa reparar puntos negros de aves electrocutadas

Al menos un ave muere electrocutada cada día en las líneas de alta tensión en Catalunya

Una cigüeña se electrocuta en una torre eléctrica, en Osona

Una cigüeña se electrocuta en una torre eléctrica, en Osona. / VÍDEO: EL PERIÓDICO

Guillem Costa

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Una bandada de cigüeñassobrevuela un edificio de Gurb (Osona). Las cigüeñas se van posando sobre distintos puntos del edificio, pero algunas de ellas se dirigen hacia una línea eléctrica y se acercan a la torre. "Un día de estos veremos una desgracia en directo. Una de ellas se electrocutará", dice un vecino. "En una semana habrá más. Por lo tanto, más riesgo", añade, en referencia al hecho de que estas aves se encuentran en plena migración.

De pronto, se observa una llamarada en la torre. Una de las cigüeñas ha sufrido una electrocución y se ha incendiado. "Ya está, ahí lo tienes. Sabía que sucedería", exclama el vecino. Y le pregunta a otro: "¿Lo has visto? ¿Lo tienes grabado?". Esta escena fue registrada este verano en Osona y solo es un ejemplo más de un fenómeno en auge: las electrocuciones de aves cuando entran en contacto con las líneas eléctricas.

Según ha podido saber EL PERIÓDICO, la factura ambiental de las aves electrocutadas en los últimos 10 años en Catalunya (solo las que tienen contabilizadas los agentes rurales, ya que otras no se detectan) asciende a más de medio millón de euros. Se calcula que las especies protegidas –y la mayoría de pájaros víctimas de las electrocuciones lo son– tienen un valor económico de entre 100 a 300 euros, según el apartado de responsabilidad civil y reparación de daños que incluye la ley de protección de los animales.

Ave en combustión

El texto legal considera que se podría imponer una sanción de estas cantidades por cada ejemplar protegido cuyo fallecimiento pueda implicar una responsabilidad civil. Los daños mediambioentales causados se podrían reparar sufragando esta cantidad de dinero. Si se suman las casi 5.000 aves muertas en la última década, el monto total sería de más de medio millón de euros, que se podría llegar a reclamar a las empresas eléctricas responsables o a la Generalitat (en concreto a la dirección general de Polítiques Ambientals).

En estos momentos hay una investigación judicial en curso, precisamente en Osona, sobre la responsabilidad de Endesa en electrocuciones de aves. La compañía se ha mostrado siempre dispuesta a colaborar con la justicia y fuentes consultadas destacan el acuerdo que se firmó años atrás con la Generalitat para reparar los puntos negros de la red de líneas eléctricas, si bien es cierto que en Osona hay una gran cantidad de líneas en manos de la empresa Estabanell.

Este tipo electrocuciones, con incendio incluido, no son habituales. A veces, las aves tocan un solo cable eléctrico o una sola base de la torre y se electrocutan, pero sin llegar a chamuscarse. En algunas ocasiones, estas aves quedan heridas pero no mueren. Algunas se llegan a recuperar. En cambio, cuando entran en contacto con dos bases a la vez, pueden entrar en combustión. Cuando el pájaro cae al suelo, con las plumas encendidas, hay riesgo de que provoque un incendio.

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